Indomable. Así se mostró Roger Federer. Salió alerta, sabiendo de la peligrosidad de su rival, y cuando el maestro juega con la máxima intensidad, se antoja realmente complejo inquietarle. El helvético quiere ir ganando sensaciones y confianza, a sabiendas del difícil compromiso que le espera de aquí a final de temporada, donde París y Londres le espera a la vuelta de la esquina y con la presencia de Novak Djokovic y Rafael Nadal, el triunfar se convierte en tarea bastante complicada.

Elegancia, sutileza y distinción para imponerse a un rival siempre complicado, cuyos golpes extravagantes pueden amargar el día a cualquiera. Roger superó esta última prueba del torneo con nota, venciendo a Marius Copil por 7-6 (5) y 6-4 en una hora y 34 minutos de juego.

Copil que venía de jugar a un gran nivel a lo largo de esta semana lo intentó prácticamente todo para sacar a Roger de su zona de confort. Golpes cortados de revés y derecha, planazos, saques con todos los efectos posibles, dejadas, subidas a la red, pero fue el rumano quien se acabó atrapando en la red tejida por él mismo. Muchos no daban nada por la victoria del tenista rumano, pero finalmente dio la cara y en algunos momentos creó problemas al ex número uno del mundo.

Federer manejó a las mil maravillas la situación, y no tuvo ningún problema para cortar toda rebelión al resto del rumano. Seis saques directos y un 94% de puntos ganados con primer servicio, hicieron que Copil no tuviera ninguna oportunidad y en caso de que la hubiese tenido, tendría que haber sacado una versión muy parecida a la que se le vio ayer ante Zverev.

Aguantó el tipo el bueno de Marius en el primer y segunda set, que se resolvieron por dos roturas en favor de Roger, y acabó desesperándose al ver que el suizo era una muralla inexpugnable. Un pasito más hacia la gloria de Roger, que se sitúa a tan solo un título de los 100, algo único en el mundo del tenis. 

Fuente: Punto de break

Inesperadamente, Roger Federer se despidió del Abierto de los Estados Unidos en los octavos de final tras caer este lunes por la noche ante el australiano John Millman por 3-6, 7-5, 7-6 (7) y 7-6 (3), un partido donde el suizo estuvo muy errático, como nunca antes, pero todo tiene una razón y en conferencia de prensa, el campeón de 20 Grand Slams reveló lo sucedido.

"Hizo mucho calor. Me faltaba el aire. No ha sido una cuestión de edad, simplemente he sufrido la humedad y el calor. En un punto hasta me alegró que el partido hubiera terminado", confesó el de Basilea.

"Había poca circulación en la cancha y por alguna razón me fue difícil soportarlo. Es una de las primeras veces que me sucede. He entrenado en peores condiciones. Jugué de día con temperaturas mayores.

Pero hay veces que el cuerpo simplemente no puede con ello. Cuando te sientes así, empiezas a perder oportunidades. Y las tuve. Tal vez si hubiera ganado el segundo set el partido habría sido diferente. Pero John jugó un gran tenis en las mismas difíciles condiciones", reconoció el helvético.

“Es uno de esos días en los que sabes que no es el día. Es duro cuando sientes algo así, todo es negativo. Estaba completamente apagado, no había circulación del aire, estaba empapado en sudor, mis pantalones también, incluso las bolas con las que jugábamos.

Todo iba demasiado despacio, se hacía muy difícil encontrar tiros ganadores. Si hubiéramos jugado con techo todo hubiera sido distinto, aunque es cierto que si me hubiera puesto dos sets a cero el partido también hubiese sido distinto”, detalló el número dos del mundo.

Federer también tuvo palabras para Millman, a quien reconoció por su victoria.

"Me encanta su intensidad. Me recuerda a David Ferrer. Tiene un gran revés y no te perdona si le das espacios. Todo el crédito para John que ha jugado muy bien en unas condiciones que eran muy complicadas. Él viene de Brisbane, uno de los lugares más húmedos del mundo, conoce bien la sensación", concluyó el suizo que se quedará en Estados Unidos para la celebración de la Laver Cup, un tenista que remarcó que quiere terminar la temporada más fuerte aún.

Fuente: Tennis World USA

Cada día más fino, más imponente y con una raqueta cada vez más calibrada, se trata de Roger Federer quien ha maravillado este sábado en el estadio Arthur Ashe para inscribir su nombre en los octavos de final del Abierto de los Estados Unidos luego de impartir clase ante el australiano Nick Kyrgios, a quien doblegó por 6-4, 6-1 y 7-5, un choque donde el genio volvió a aparecer para maravillar con su tenis durante una hora y 44 minutos de juego.

En la previa se anticipaba con un partido peligroso para el cinco veces ganador de este torneo, pero fue tan preciso y tan puntual en los momentos más claves que ni el propio Kyrgios pudo hacer gala de su explosivo carácter, un oceánico que trató pero que no pudo frenar al suizo.

El encuentro comenzó con un imponente ritmo, vertiginosa velocidad que imponía el oriundo de Canberra ante un Federer que había comenzado algo errático enganchando algunas pelotas y con alguna molestia interna para despertar y hacer los ajustes necesarios.

Kyrgios había llegado para brillar con luz propia también y hacía gala de su potencia y talento, pero no pudo concretar en el primer momento clave del choque cuando en el 3-3 estuvo con tres oportunidades de quebrar el saque del segundo cabeza de serie.

Federer escapó a cuatro puntos de quiebre en ese decisivo séptimo juego y se fortaleció tras escapar del abismo.

Cambió el ritmo, vario los efectos y consiguió premio el actual número dos del mundo que fue altamente productivo ya que solo consiguió cinco puntos con el saque del australiano, pero quebró en el momento indicado con un exquisito slice que atravesó el aire de Nueva York para romper el saque de su rival.

En 36 minutos Federer apretaba el puño, sabía que había dado el primer golpe a Nicholas.

Molesto, lamentándose por no poder aprovechar la gran chance que tuvo, Kyrgios se diluyó en peleas con su equipo de trabajo y con él mismo, mientras el suizo bailaba sobre las puntas de sus pies, recibiendo aplausos por cada truco de magia que salía de su raqueta.

Se dedicó a lo suyo, quebró a la primera oportunidad que tuvo y sumó cinco juegos más al hilo, total de siete, para tomar una distancia incontestable, una manga que lo vio regalar el mejor punto del duelo y del torneo al pasar una pelota corta por un lado de la red.

El estadio, el público y el propio Kyrgios aplaudían y reían maravillados, tratando de asimilar lo que el derecho de 37 años había hecho pocos instantes atrás.

En 61 minutos Federer tomaba ventaja de 6-4 y 6-1.

En el tercer parcial Kyrgios se dedicó a jugar de nuevo, había que disfrutarr uno de los escenarios más históricos del deporte blanco, no todos los días se juega en esa cancha ante uno de los mejores de la historia.

La paridad se mantuvo hasta el undécimo juego y cuando parecía que Nick firmaba el 6-5, Federer resurgió para romper una vez más y sellar su boleto a la ronda de los 16 mejores donde se medirá al australiano John Millman.

Fuente: Tennis World USA

Sin problemas se encuentra Roger Federer en la tercera ronda del US Open, y ahora le toca uno mucho más pesado, el australiano Nick Kyrgios. El “expreso suizo” venció sin complicaciones al francés Benoit Paire, en un partido que el ganador de 20 Grand Slams pudo controlar de principio a fin: “Creo que ha habido muchos altos y bajos.

Creo que siempre es complicado contra Benoît porque pienso que hay muchas tácticas ahí afuera. Algunas veces juega muy profundo, luego sube mucho. Eso por ello que cometes errores de vez en cuando en lugar de firmar golpes ganadores.

Pero en general estoy contento. Pienso que no ha sido una mala actuación mía, para nada. Puedo estar satisfecho así que está todo bien". A sus 37 años, Federer está en busca de su sexta corona en la pista estadounidense, pero el sábado chocará ante el siempre peligroso Kyrgios.

En rueda de prensa, al suizo le preguntaron sobre lo que pensaba de la polémica que desató el juez de silla Mohamed Lahyani, quien apoyó al australiano cuando éste más lo necesitaba. "No es el papel del árbitro bajar de su silla, pero entiendo lo que estaba intentando hacer.

Se comporta de la manera que se comporta Kyrgios. Como árbitro debes tomar una decisión desde la silla, te puede gustar más o menos pero no hablas así, en mi opinión. Estuvo ahí demasiado tiempo.

Tuvo una conversación y las conversaciones pueden cambiar la mentalidad de un jugador", explicó el actual número dos del mundo. De esta forma se presentará Federer el próxima sábado en su tercera parada del US Open 2018.

Fuente: Tennis world usa

Roger Federer y Stan Wawrinka tuvieron que ver como se suspendía su partido a causa de las tormentas eléctricas que aparecieron en Cincinnati durante la noche. El resultado en aquellos instantes era de 6-7 (2), 7-6 (6) y 0-0 (30-0). Muchas dudas azotaban a los allí presentes, ya que no se sabía si los tenistas volverían a salir o se aplazaría el partido para mañana. Finalmente volvieron a salir a los quince minutos y ahí Roger Federer sacó su arsenal tenístico para llevarse la victoria.

Los dos tenistas comenzaron el encuentro mostrándose muy firmes con el servicio, si bien Wawrinka tenía menos problemas para apuntarse los juegos. Federer no estaba del todo cómodo sobre la pista, y eso se reflejaba en el porcentaje de primeros saques (75%), algo inferior al habitual y que se tradujo en problemas para mantener la igualdad en el marcador en el primer set. Pero el tenista helvético, al igual que los grandes jugadores del circuito, suele sacar a relucir su mejor tenis en las situaciones más difíciles, y con varios destellos de clase logró mantener equilibrado el partido. A pesar de que Wawrinka tuvo más porcentaje en primeros servicios, tuvo más problemas a la hora de defender su servicio, salvando cuatro bolas de breaks - dos de ellas fueron bolas de sets -.

Así, con ambos jugadores siendo fiel a su estilo de juego, el primer parcial sólo pudo resolverse en el ‘tie-break’, un juego en el que cada error se castiga con dureza. Y en contra de lo que podría parecer, Stan Wawrinka se mantuvo más sólido tanto con su servicio como con su revés, y dos errores no forzados de Roger Federer dieron la victoria en el primer parcial al norteamericano, que se impuso en el juego definitivo por 7-2.

La pérdida de la primera manga no le sentó nada bien al ex número uno del mundo. La igualdad es lo único que puede esperarse de un partido contra el mejor Wawrinka de los últimos meses. Es preciso ostentar una enorme capacidad de concentración para imponerse a un tres veces campeón de Grand Slam, que somete a sus rivales a un duro castigo con su saque, y se muestra como un jugador peligroso al resto, especialmente cuando saca su revés a una mano a pasear. Sin embargo, Federer hizo que su compatriota fuera un placebo cuando no sacaba. Su agresividad al servicio condenaron a un Wawrinka que bastante tuvo con mantener su servicio y llevar nuevamente el parcial al tiebreak. Esta vez Federer aprendió la lección del primer set y consiguió llevarse la segunda manga por un parcial de 8-6.

Cuando todo encaminaba a un tercer set apasionante lleno de emoción e intensidad, apareció un amigo inesperado, las tormentas eléctricas. Era muy extraño que hoy la metereología no hiciera acto de presencia y finalmente lo hizo al final de la jornada para suspender el partido de manera momentánea. Tras 15-20 minutos de parón, los jugadores volvieron a saltar a la pista. Ahí Federer fue el más decisivo y quien se aprovechó de ese pequeño descanso. Ya con viento a favor, la solvencia de Wawrinka flaqueó en el último momento; despojado de toda opción al servicio, el helvético vio cómo Roger le rompía el saque en el sexto juego del tercer set, y certificaba así su acceso a las semifinales (6-2), donde se cruzará con el belga David Goffin, que horas antes dio la gran sorpresa de la jornada al derrotar a Juan Martín del Potro.

Fuente: Punto de break

Roger Federer se retiró de la Copa Rogers que se disputará el próximo mes en Toronto, a fin de estar al tope de sus condiciones para el Abierto de Estados Unidos.

Federer es dos veces campeón de la Copa Rogers, la cual alterna entre Toronto y Montreal. Ha ganado dos veces en Toronto y fue subcampeón en Montreal el año pasado.

“Desafortunadamente, en momentos en que la calendarización es clave para mi longevidad en adelante, lamentablemente decidí retirarme de Toronto este año”, dijo Federer el lunes en un comunicado. “Lamento perdérmelo”.

La Copa Rogers, que inicia el 6 de agosto, aún presenta a 19 de los 20 jugadores mejor clasificados en el mundo.

Federer, el segundo del ranking, está programado para jugar la próxima semana en Cincinnati, donde ha ganado el torneo un número récord de siete veces. El año pasado se lo perdió debido a una lesión en la espalda.

El Abierto de Estados Unidos inicia dos semanas después en Nueva York.

Federer, que cumplirá 37 años durante la Copa Rogers, ha jugado siete torneos este año y ha ganado tres. Su última aparición fue en Wimbledon, donde perdió en los cuartos de final.

Fuente: El siglo de Torreón

Tirar de épica, eso es lo que ha tenido que hacer Kevin Anderson esta tarde en la hierba británica. En un partido que se ha extendido a más de las cuatro horas de juego, el tenista sudafricano ha tenido que tirar de precisión, de capacidad mental y sobre todo de clase para doblegar a una leyenda de estas pistas como es Roger Federer. El suizo fue desinflándose con el paso de los minutos, hasta que su físico dijo basta para caer eliminado inesperadamente en los cuartos de final de Wimbledon.

Kevin Anderson, que ya sabe lo que es jugar finales de Grand Slam es un jugador experimentado en el circuito y que la irregularidad tenística y mental le ha impedido alcanzar cotas más altas en su carrera deportiva, aunque en esta superficie es de lo más peligroso que te puedes encontrar en el circuito. Así, y ante un rival al que conoce mucho, Roger Federer comenzó muy acertado con el servicio y mostrándose muy seguro en cada subida a la red, apretando a su rival en cada servicio y obligándole a ofrecer su mejor versión. El tenista sudafricano aguantaba su servicio con algunas dificultades pues el suizo demostró mucha voracidad al resto desde el minuto uno, a sabiendas que para vencer a un cañonero como Anderson tienes que ir en busca del break nada más comenzar.

En el momento justo, Roger Federer aprovechó una concesión de su rival para conseguir el ‘break’, una rotura que le propició una ventaja suficiente para lograr cerrar la manga (3-1). El jugador suizo se limitó a mantener su servicio con unos altos porcentajes y terminó ganando el primer set por 6-2 en apenas 24 minutos de partido.

En el segundo set, el tenista helvético se mostró algo más errático con el servicio, con la red, y con sus golpes desde el fondo de la pista lo que provocó un mayor número de errores no forzados y una mayor igualdad en el set. Tanto fue así que Anderson consiguió romper el servicio de su rival, algo que no ocurría desde semifinales de la pasada edición ante Tomas Berdych. El sudafricano se mostró mucho más metido en el partido que en el parcial anterior, y es que tenía todo de cara para poder igualar el partido a un set, pero ahí apareció la magia del maestro. Pese a no mostrar su mejor nivel de juego, Federer posee esa cualidad innata de los campeones de hacer ‘magia’ en cualquier momento, y en esta ocasión repitió el truco de prestidigitador para igualar el partido y llevar el segundo set al tie-break. Allí, el jugador suizo fue de menos a más y consiguió adjudicarse el desempate por 7-5.

Demasiado fácil lo vio Federer, al que la excesiva relajación le jugó una mala pasada. Anderson se sacudió la tensión inicial, y los tiros errados fueron tornandose en brillantes golpes ganadores. En el tenis tienes que pelear cada punto y Anderson lo hizo. Salvó un match ball cuando sacaba con 4-5 en contra, pero consiguió salvarla. Lejos de relajarse, continuó jugando a su mejor nivel y rompió el servicio de Federer en el undécimo juego, una rotura que confirmaría al juego siguiente salvando tres bolas de break. Federer volvía a perder un set en el All England Club.

Federer no daría su brazo a torcer, y mostrando su gran solidez en su juego incomodaría en la siguiente manga a un Anderson desencadenado que sacaría a relucir el tarro de las esencias. El poder del sudafricano con el servicio provocó que se lo jugase al todo o nada, y una vez más salió favorecido. Un break a mediados del cuarto set fue definitivo para que Kevin Anderson empatase el partido y metiera el miedo en el cuerpo a Federer y a todos los aficionados que estaban presentes sobre la pista número uno.

Ya con viento a favor, la solvencia de Roger Federer flaqueó en el último momento; despojado de toda opción al servicio, el suizo vio cómo Anderson le rompía el saque en el tramo final de set, y certificaba así su acceso a semifinales por un marcador final de 2-6, 6-7 (5), 7-5, 6-4 y 13-11. Su rival por un puesto en la final saldrá del duelo que enfrentará al canadiense Milos Raonic y al estadounidense John Isner.

Fuente: Punto de break

No hubo lugar a la sorpresa en encuentro que midió a Roger Federer con Adrian Mannarino (6-0 7-5 6-4) en los octavos de final de Wimbledon 2018. El helvético solventó con sobriedad y mucha determinación un choque en el que su rival apenas pudo entrar a discutir todo lo que estaba pasando. El número 2 del mundo solamente afrontó dos bolas de break, en el mismo juego como único contratiempo en un choque muy plácido, que Federer hizo suyo con su habitual capacidad para meterle velocidad a la pelota y generar golpes ganadores en todo momento.

De primeras, la contienda se abrió con un break a favor de Roger, como antesala de lo que terminaría siendo un set en blanco en el que los datos impactaron. Roger se fue hasta un 84% de primeros servicios y un 86% de puntos ganados con primer saque, jugando solamente con segundo saque en tres puntos. Al resto, algo muy parecido. Mannarino sólo sumó un punto al resto en sus tres turnos, cinco puntos en total en todo el set. Un visto y no visto clausurado en poco menos de 20 minutos.

El choque pareció asentarse desde semejante apertura. Y pudo verse el juego que ambos jugadores desplegaron para hacer daño al rival. Mannarino mezcló su saque de zurdo en el lado de la ventaja, con los pies muy abiertos desde la posición inicial, con sus golpes planos e imprevisibles, una circunstancia que a Federer apenas le afectó, pues el suizo estuvo impecable al servicio y esperó una oportunidad que le llegó llovida del cielo. Tres errores de bulto del francés le otorgaron el break para cerrar por 7-5.

Aunque el marcador fue incontestable, Roger fue algo intermitente en su plan de juego. Utilizó mucho el cortado sobre los golpe de Mannarino, evitando así sus golpes planos, buscando que metiera la raqueta y envolviera algo más sus tiros para entrar después con su derecha y mover la zona de confort de su rival. Pero también fue mucho más directo en otras ocasiones, mirando sólo a su propio juego, abriendo la pista con golpes fugaces y cerrando en la red, casi con prisa.

En todos los registros, Federer impuso la lógica. Mannarino no parecía el rival que comprometiera la presencia de Roger en la siguiente ronda, y así fue. El suizo terminó con 43 golpes ganadores y 20 errores no forzados, 12 aces y un 90% de puntos ganados con primer servicio. Una nueva hoja inmaculada sobre la superficie que lo ha hecho aún más eterno. En cuartos, a tres partidos del título, Roger se medirá al ganador del duelo entre Monfils y Anderson.

Fuente: Punto de break

Escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo suelen considerarse cosas que hay que hacer al menos una vez en la vida. Sin embargo, parece llegado el momento de añadir un ítem más a este refrán: ver jugar a Roger Federer en Wimbledon. Pocos espectáculos más sublimes puede haber que observar al suizo desplazarse con tanta elegancia sobre el tapete del All England Lawn Tennis Club. Un espectáculo para todos los públicos capaz de asombrar a todo aquel que aprecie la calidad.

Y es que el tenis alcanza un estatus superior en la raqueta del helvético. A sus 36 años, el helvético ha alcanzado una armonía interna solo comparable a la que transmite con el golpeo de su raqueta a la pelota. Roger escoge con precisión de escribano cuándo puede relajarse, cuándo ha de ponerse el mono de trabajo y qué debe hacer en cada instante. Para un superdotado tenístico como él, la capacidad de mover las piernas a la velocidad que sigue haciéndolo y de escoger el golpe oportuno en el momento preciso, le llevan a una categoría de semidios del deporte que parece difícilmente batible.

Se lo propuso un osado Jan-Lennard Struff, afanado por buscarle las cosquillas a Roger. Se encontró con un replicante perfecto, un jugador que daba respuesta a todas sus propuestas. El alemán intentó tomar la iniciativa en cada momento, desplazar a Federer por su lado de revés, asumir riesgos y buscar alternativas de ritmo con subidas a la red. Todo fue en vano. El mago desplegó toda la artillería de trucos para romper el servicio en el séptimo juego del primer set y poner tierra de por medio.

El desafío fue aún mayor en el segundo parcial, donde Struff encontró su mejor versión pero solo le valió para mantener su saque con comodidad hasta el 5-5, y ni siquiera hacer cosquillas al de Basilea. Decidió en el undécimo juego Federer que era el momento de desplegar todo su arsenal y ejecutó el break con una precisión simplemente inhumana. Ventaja adquirida en los primeros compases de la tercera manga y camino triunfal hacia unos octavos de final donde se enfrentará a Adrian Mannarino tras imponerse a Jan-Lennard Struff por 6-3 7-5 6-2 y sin ceder ni una sola pelota de break.

Una vez más, Roger Federer transmite la sensación de ganar cómo y cuándo quiere, una virtud difícilmente alcanzable para cualquier mortal, y menos en un deporte como el tenis. Su primera semana en Wimbledon 2018 invita a todos sus rivales a preocuparse mucho y acogerse a un milagro para poder vencerle. No hay ninguna señal que indique problemas serios de Federer si su rival no ostenta un aura competitiva similar a la suya. Y esos se cuentan con los dedos de una mano.

Fuente: Punto de break

Apoyado en su saque, en una de las tardes que mejor se le recuerdan en esta faceta en los últimos meses, Roger Federer se metió en la tercera ronda de Wimbledon tras derrotar a Lukas Lacko, que fue espectador de lujo de la clase maestra del suizo al servicio. Roger, en hora y media de partido, certificó su pase por un marcador de 6-4 6-4 6-1, llevándose una buena carga de confianza en su mochila. Struff o Karlovic será su siguiente rival.

Comenzó el partido con un Lacko suelto en sus golpes y rostro concentrado, sabiendo lo que hacía. Es un tenista experimentado, de 30 años y teniendo la hierba como la segunda superficie con más victorias para él (18) habiendo completado una más que aceptable gira, donde hizo final en Eastbourne. Se le vio con buena mano al eslovaco, conectando grandes golpes ante un Federer que empezó tanteando al rival, probando cosas y estudiándole para ver por dónde flaqueaba y por dónde se mostraba más seguro. Enseguida comprobó que Lacko era peligroso pegando parado y que en cuanto se movía de lado a lado perdía sensación de bola. Roger decidió que tras seis juegos y con 3 iguales en el marcador, era hora de apretar un poco y sacar la varita mágica. No le bastó demasiado para lograr el break que le permitiría comenzar con ventaja.

Si algo funcionó bien hoy para Federer eso fue el servicio. Mientras en el primer set solo se dejó 7 puntos con el saque, en el segundo dejó completamente sin opciones a Lacko. El eslovaco perdió todos los juegos al resto en blanco. Roger no dejó que su rival ganase un solo punto cuando él servía. Una superioridad brutal. Cuando el helvético es capaz de mantener este nivel de servicio y mostrarse tan acertado, no sólo a nivel de aces sino sintiendo tan bien la pelota, variando muchísimo, atreviéndose a pegarle duro y probar cosas nuevas y, sobre todo, con un porcentaje tan alto de primeros, en una superficie como la hierba es casi imposible ganarle.

Lacko empezó a ver una montaña demasiado alta de escalar cuando el suizo se apuntó la segunda manga, mostrándose infranqueable con su saque como decimos, y empezó luego la tercera con otro break. Roger seguía conectando juegos en blanco con su saque, uno tras otro, y el eslovaco no veía la forma de conseguir ni un solo punto. Federer decía hace un par de semanas que necesitaba más partidos y menos entrenamientos para poner en juego todas sus armas y probarse en competición. Hoy, pudo comprobar que si se mantiene a este nivel al saque, no importa que esté a apenas un mes de cumplir 37 años, seguirá siendo muy competitivo y un clarísimo candidato a ganar una vez más en Wimbledon. Después de algunos torneos donde quizá le vimos menos fino de lo normal al servicio, lo de hoy llena de ilusión a sus aficionados, que ansían verle pelear de nuevo por el trofeo en Londres. Las sensaciones que deja tras su victoria de hoy, desde luego, son inmejorables.

Fuente: Punto de break

El rey del césped londinense y actual campeón del torneo, arrancó con una sólida victoria. Roger Federer se impuso sin problemas a Dusan Lajovic por 6-1, 6-3, 6-4 en la inauguración de la pista central de Wimbledon.

Parecía que la lucha por parte del tenista serbio iba a estar presente después de vencer el primer juego con su servicio en blanco. Sin embargo, el suizo protagonizó todo tipo de golpes para desastibilizar a un Lajovic que sufrió mucho con los nervios y perdiendo pelotas muy claras. El primer parcial fue un auténtico monólogo del segundo jugador del planeta, con golpes cortados, planos y potente con el servicio para que la bola deslizase por la hierba de manera efectiva.

En poco menos de media hora, Dusan tuvo que encajar nueve juegos de manera consecutiva para que la grada le apoyara con una gran ovación al colocar el 1-3 pudiendo ofrecer un juego más ofensivo. Enseñó el puño y quiso querer ofrecer un nivel más alto a pesar de que el marcador y el oponente que tenía al otro lado estuvieran en otro estrado.

Aun así, la rapidez en las piernas de Roger, la ambición y el hambre que tiene para poder hacerlo bien en All England Tennis Club se precibía sobre la cancha y sobretodo cuando era él quien sacaba, iluminaba mediante un efectivo baile que no dejaba a Dusan poder seguir el ritmo pertinente. Todo marchaba muy ágil y en 50 minutos, el suizo ganaba con dos sets en su bolsillo.

La desesperación del tenista que realizó una magnífica gira sobre polvo de ladrillo se acotaba mientras el suizo continuaba con su propio solioquio gozando de su debut en su vigésima edición en Wimbledon. En ningñun instante hubo indicios de que el serbio ni siquiera pudiera luchar un set. En ningún momento llegó la bola de quiebre para el jugador serbio y por lo tanto la diferencia se mantuvo con la curiosidad de que Federer se presentara en pista con la marca Uniqlo. En segunda ronda, esperará a Lucas Lacko o Benjamin Bonzi.

Fuente: Punto de break

Borna Coric tardará muchos tiempo en olvidar esta semana. Quizá no lo haga nunca. ¿Se imaginan ganarle una final en hierba a Roger Federer en uno de los momentos más dulces de su carrera? Pues el croata lo consiguió este domingo en el pasto de Halle (7-6, 3-6, 6-2) demostrando una madurez y un talento que veníamos esperando desde hace años. Puede que el mundo no esperara esta explosión en esta plaza y ante este adversario, pero el destino quiso que el de Zagreb se consagrase en un contexto de ensueño. Cuando todos esperaban el título número 99 del suizo, el pequeño Borna apareció para capturar el segundo trofeo de su carrera.

Dicen que la hierba siempre se alía con los jugadores de gran envergadura, potente servicio, derecha fulminante y una poderosa combinación para cerrar los puntos por la vía rápida. Muchos seguro que revisaron este librillo cuando vieron a Rafa Nadal, Novak Djokovic o Andy Murray gobernando la gran alfombra verde de Wimbledon, días en los que quedó demostrado que son varias las actuaciones que tienen cabida para practicar en pasto. Borna Coric es de esta misma escuela, cabeza pensante desde el inicio y capacidad creativa hasta el final. Sin prisa, midiendo los tiempos y sin mostrar sus cartas al rival. Su rostro gélido llega incluso a preocupar, pero pueden estar tranquilos, es solo una táctica.

El croata llegó a Alemania con un duro bagaje sobre hierba en su joven carrera: dos victorias. Sin saber muy bien cómo, se plantó en la final sin ceder un solo set e insistiendo que el domingo sería un día especial, una fecha en la que no tenía nada que perder, solo disfrutar. Típicas palabras que no te las crees hasta que se cumplen. Véase mejor con el ejemplo del primer set. De poco le sirvió a Roger ceder tan solo cinco puntos con su primer servicio, ni siquiera el hecho de ganar cinco puntos más que su rival en todo el parcial. Por encima del librillo mencionado en el primer set, existe otro todavía de mayor jerarquía que dice que ‘quien perdona lo acaba pagando’. Fueron dos bolas de ser para el helvético, ambas malogradas. Cuando llegó la primera a favor del croata, todos sabían cuál sería el desenlace.

Mala cara se le puso a Ljubicic y a los millones de aficionados del suizo en todo el mundo. La película nos sonaba mucho, esa que siempre castigaba al de Basilea por no aprovechar las pelotas de break en el momento exacto. Llama la atención que se produjese justo aquí, en su templo más sagrado, lugar donde lleva toda la semana sacando la cabeza en los puntos clave y superando barreras vestidas de tiebreak. Hoy el obstáculo tenía 21 años y, según sus propias palabras, todavía andaba muy perdido sobre la hierba. Pero el de Zagreb llegó un par de días antes a Halle y eso le sentó como agua bendita. Un curso express para dummies voleadores que ha sabido poner en práctica en apenas siete días. Sin embargo, el tenis a veces es injusto y un pequeño error puede matar todo lo anterior. Sucedió con 4-3 y un 15-40 inoportuno contra Borna. Una volea sencilla, de esas que llevaba firmando toda la semana, no pasó la red y ahí cambió todo. O eso parecía.

Después de ceder innumerables ocasiones de quiebre, no iba Federer a dejar escapar esta invitación. El 6-3 apareció en el marcador cuando ya muchos se olían la tragedia helvética, aunque todavía quedaba tela que cortar. Cuando uno recibe un golpe así con 21 años lo normal es que tu cabeza desconecte y empiece a pensar en hipotéticos finales que ya nunca serán realidad. Pero no Coric, protegido en esa manta que recordaba tras ganar en semifinales: “No tengo nada que perder, a disfrutar”. Dicho y hecho, el balcánico saltó al tercer parcial dispuesto a pegar palos. Sin miedo, sin complejos, pensando solamente en jugar y dejando el marcador para la prensa.

No hizo falta ni que llegaran los momentos clave, ahí donde el suizo siempre se hace grande. Rompió Borna cuando la temperatura todavía estaba templada, para ponerse 5-2 y rematar una faena gloriosa con un nuevo break. El hombre que llegaba a Halle con dos victorias en hierba en su carrera, se marcha de Alemania convirtiéndose en el sexto hombre capaz de ganarle una final en pasto al suizo. Por cosas tan impredecibles como ésta, a veces el tenis es maravilloso.

Fuente: Punto de break

Otra victoria de Roger Federer en hierba y van… 20. Exactamente veinte, una serie que empezó justó en el pasto que esta semana pisa el tenista de Basilea. Su última víctima ha sido Denis Kudla en semifinales del ATP 500 de Halle (7-6, 7-5) en un duelo apretado donde el actual número 1 del mundo volvió a ser más fuerte en los puntos clave, una determinación extrema, a veces algo arriesgada, que le han llevado a luchar por el título germano por duodécima ocasión en su carrera. El defensor del trono ya está en la última pantalla y solo le falta conocer quién será su rival de mañana: Roberto Bautista o Borna Coric.

En principio, el número 109 del mundo no debería darle muchos problemas al campeón, mucho menos en semifinales Pero claro, llegaba Kudla con la moral por los aires y a las puertas de meterse en la primera final profesional de su carrera. Un premio gordo que podía tocarle a los 25 años de edad y en una superficie en la que nunca hubiera imaginado. Pero el destino quiso que la opción saltase en Halle y con Roger Federer al otro lado de la red. Difícil desafío que solamente se aprueba teniendo todo de cara. Y cuando digo todo, es todo, incluso la suerte. Poca punta se le puede sacar al sistema y la actitud del americano en el primer set, muy acertado con su servicio y con la valentía suficiente como para no amilanarse ante el campeón. Ambos perdonaron bolas de break, así que el desempate con 6-6 acabaría poniendo orden. Se lo llevó el suizo, fácil, 6-1, aunque las cosas no estaban yendo tan bien como parecían.

Para empezar, el set había comenzado muy de cara para el de Basilea (2-0), pero rápidamente iba a perder esa ventaja. Luego claro, no es plato de buen gusto que el 109 del mundo te haga partido, pero esto es hierba y cualquiera tiene acceso al a batalla. Por último, el rey del ranking se mostraba concentrado y al mismo tiempo enfadado, cargado de errores no forzados y con algún que otro despunte inusual, como lanzar un par de pelotas con rabia hacia la grada. ¡Menos mal que iba ganando! La cuestión es que la cara de Roger era de pocos amigos, de no estar disfrutando. También la de Ljubicic, deseoso de que su pupilo acabase cuanto antes aquella función y pudiera descansar el máximo tiempo posible para la final. Si es que había final, claro.

La tensión se mantuvo en el segundo set hasta el punto que parecía que fuese Kudla quien iba ganando. Mal lo tuvo que pasar el suizo cuando sacando con 3-4 abajo, apareció un 0-40 de la nada para hacer saltar las alarmas. El saque, los nervios del norteamericano y ese factor extra que siempre acompaña a los grandes campeones hizo que el de Basilea salvara aquella bomba. Aún así, el partido seguía siendo frío, inestable y muy poco positivo. De hecho, lo mejor que se podía sacar sería una victoria… y eso fue lo que se llevó. Rompiendo los esquemas justo cuando el momento lo requería con 5-5, para luego cerrar al servicio una actuación gris con final feliz. Será la duodécima final para Roger en Halle, la número 149 de su carrera. Otra semana brillante que queda a un solo broche de que sea perfecta.

Fuente: Punto de break

El campeón defensor Roger Federer derrotó 7-6 (2), 7-5 al australiano Matthew Ebden para colarse a las semifinales del Abierto de Halle que se juega en canchas de césped.

Federer fue exigido por Ebden, que rescató cinco de los ocho break points que enfrentó y ganaba 5-3 en el segundo set.

El suizo, que sobrevivió a dos match points ante el francés Benoit Paire en la segunda ronda un día antes, logró recuperarse para tomar una ventaja de 6-5 para luego romper el servicio de Ebden y apuntarse su primer match point y dejar todo listo para un enfrentamiento con el estadounidense Denis Kudla.

Kudla había superado antes al japonés Yuichi Sugita 6-2, 7-5 para ganarse el pase a las semis.

"El Reloj Suizo" se encuentra a solo tres triunfos de igualar la marca de todos los tiempos impuesta por Jimmy Connors con 174 victorias en césped.

Federer amplió su racha ganadora en césped a 19 juegos, incluyendo sus títulos en Stuttgart la semana pasada y en Halle y Wimbledon en 2017.

Fuente: AP/Vanguardia

No siempre se puede jugar bien pero la grandeza de las leyendas radica en poder ganar sin que eso sea imperativo. Roger Federer tiene el ambicioso objetivo de cosechar 2750 puntos ATP en apenas un mes, o lo que es lo mismo, ganar 16 partidos consecutivos sobre hierba. Pensar que lograrlo sería sencillo resulta una utopía, incluso para el mejor de la historia en su superficie favorita. Benoit Paire lo ha demostrado en la segunda ronda del ATP 500 Halle 2018, cuajando un gran encuentro y aprovechando una cierta displicencia del suizo.

Fue un partido feo, desordenado, en el que Roger no acabó sintiéndose cómodo ni siquiera cuando fue por delante en el marcador. El primer set fue un intercambio de juegos cortos y sencillos para los sacadores, hasta que en el octavo juego el suizo dio un golpe sobre la mesa y transmitió la sensación de tener todo bajo control y poder ganar cuando quisiera. Esa sensación se acentuaba con los soliloquios pesimistas del galo, pagando su ira con la raqueta y teniendo que afrontar bolas de break en contra en el primer juego de la segunda manga.

Sin embargo, Roger se relajó sobremanera y cayó en una especie de hastío y baja intensidad del que solo le sacó verse con 0-4 en el marcador. Volvió a incrementar el ritmo de piernas pero no le fue suficiente para equilibrar el marcador y tuvo que retirar a un tercer parcial resuelto en el alambre. No hubo conatos de rebelión hasta el duodécimo juego, cuando Federer dispuso de dos pelotas de partido salvadas al servicio por un hombre tan imprevisible como talentoso, que no acusó el miedo escénico de ganar a la leyenda suiza en su jardín particular.

El tiebreak fue un maremágnum de emociones en el que Benoit Paire parecía divertirse al continuar con su juego caótico pero efectivo. Salvó dos bolas de partidos Roger Federer, incapaz de imponer su ley con autoridad pero con el aura ganadora en la mano. Con eso le bastó para dar la vuelta al marcador y terminar imponiéndose por 6-3 3-6 7-6 (7) en un agónico encuentro que le lleva a cuartos de final del ATP 500 Halle 2018. Su siguiente rival será Matthew Ebden.

Fuente: Punto de break

Roger Federer abrió su defensa del título del torneo de Halle con una victoria de 6-3, 6-4 sobre el esloveno Aljaz Bedene.

El número 1 mundial le rompió el servicio a Bedene en el primer intento y de nuevo para el 5-4 en el segundo set, para sellar la victoria.

El suizo, que venía de ganar su 18 título en césped en Stuttgart, perdió solamente cuatro puntos al servicio. Federer regreso a las canchas en Stuttgart tras optar por no participar en la campaña en arcilla por segunda temporada consecutiva y de nuevo se vio bien, extendiendo a 17 su racha de victorias en césped.

Federer está apenas a cinco victorias de igualar el récord de todos los tiempos de Jimmy Connors de 174 en césped. El porcentaje de Federer es mejor, con 169 victorias y 24 derrotas, comparado con 174-34 para Connors.

Fuente:AP/Vanguardia

Garantizado su regreso al número uno del mundo, el suizo Roger Federer jugó con libertad e imaginación para vencer en la final al canadiense Milo Raonic, por 6-4, 7-6(3) y hacerse por primera vez con el título en Stuttgart, el 98 de su palmarés.

En su primer torneo en 11 semanas, Federer completó una gran semana sobre hierba, muy diferente a la de la temporada pasada, cuando fue eliminado por Tommy Haas a las primeras de cambio. Y en la final 148 de su carrera, la cuarta esta temporada (Abierto de Australia, Rotterdam e Indian Wells), y la 24 sobre hierba de su historial (18-6 ahora) se impuso a Raonic en 78 minutos, endosándole la undécima derrota en 14 duelos.

Stuttgart, donde ha conseguido el tercer título del año, era la última oportunidad en la gira de hierba, de recuperar el número uno para Federer, ya que en Halle (Alemania) y Wimbledon no podrá sumar puntos, puesto que el año pasado ganó los dos torneos. El pasado mes de febrero volvió al número uno del mundo después de hacerlo por última vez el 4 de noviembre de 2012.

Ya en la antesala del tercer grande de la temporada, donde defenderá el título a punto de cumplir 37 años, Federer se ha impuesto a Raonic, que parece recuperado de sus lesiones, y que en los dos años anteriores se ha cruzado con el suizo en el All England Club.

Federer anotó cuatro saques directos, frente a los 14 del canadiense, pero no concedió una sola vez su servicio a pesar de las dos oportunidades que Milos dispuso. El de Basilea aprovechó la única que tuvo para distanciarse en el primer set, y luego hacer valer su juego en el desempate del segundo.

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Roger Federer venció a Nick Kyrgios 6-7 (2), 6-2, 7-6 (5) para quitarle el número 1 mundial a Rafael Nadal y avanzar a la final del torneo de Stuttgart.

El suizo jugará por el cetro contra el canadiense Milos Raonic, en busca de su 18mo título en canchas de césped.

Raonic tuvo 19 ases y salvó el único break point que enfrentó, pata vencer al campeón defensor Lucas Pouille 6-4, 7-6 (3) en la otra semifinal.

En contraste, Federer tuvo que batallar contra Kyrgios, que tuvo 23 ases.

Kyrgios forzó un mini-break en el desempate decisivo, pero Federer mantuvo el control y superó al australiano con un revés en el primer match point.

Federer, que no jugaba desde marzo, estaba 100 puntos debajo de Nadal al arrancar la semana y tiene garantizado ahora que regresará el primer puesto el lunes, sin importar el resultado de la final del domingo.

Fuente: AP/Vanguardia

Roger Federer derrotó  6-4, 6-4 al argentino Guido Pella para obtener su boleto a las semifinales del Abierto de Stuttgart.

Pese a que Pella, 75to del ranking mundial, tuvo uno de sus mejores actuaciones en canchas de césped, Federer nunca se vio en problemas.

Con el suizo sirviendo por el triunfo, Pella forzó dos break points para sumar un poco de drama al cierre.

Pero Federer respondió con cuatro points seguidos para asegurar un choque con el cuarto preclasificado Nick Kyrgios, que superó 6-4, 3-6, 6-3 al español Feliciano López.

"No le di a Guido muchas oportunidades para meterse en lo servicio, excepto quizá en los últimos dos", detalló Federer después del que fuera apenas su segundo juego desde el 24 de marzo. "Me sentí contento por haber tenido también un poco más de ritmo".

De vencer al australiano el sábado, Federer podría arrebatar al español Rafael Nadal la cima del ranking.

"En el partido en que uno juega por el número uno del mundo claramente eso debe quedar en segundo plano", dijo.

Fuente: Vanguardia

Espectacular encuentro el disputado hoy entre Roger Federer y Mischa Zverev, en un ambiente de excepción y con alternativas para ambos jugadores. El suizo acabó imponiendo su favoritismo en el tercer set, reponiéndose de la pérdida de la primera manga y de esas malas sensaciones típicas de un tenista en su estreno en una nueva superficie. El resultado final fue de 3-6, 6-4 y 6-2 para el actual número dos del mundo en una hora y 33 minutos de juego.

Gran partido el que teníamos en el horario de tarde sobre la pista central de Stuttgart, gran ambiente en las gradas y muchas expectativas por parte de ambos. Federer intentaría olvidar esa derrota que sufrió el año pasado en este mismo escenario ante el alemán Tommy Haas, y Mischa Zverev iba a intentar de una vez por todas romper ese bagaje de 5-0 que tenía en contra con la leyenda suiza.

Comenzó el alemán el partido golpeando muy bien con su derecha y cerrando la pista con recurrentes subidas a la red. Federer no lograba tomar las riendas del encuentro y en el octavo juego entregaba su servicio. Iba a intentar recuperarlo lo más rápido posible, pero la eficacia del germano con el servicio iba a llevarle a cerrar la primera manga por 6-3. La frustración del helvético fue tal que por su cabeza comenzaron a pasar esa derrota en la segunda ronda del año pasado. Mischa supo cerrar el set con maestría y exprimiendo todas sus energías.

Roger Federer tenía que reaccionar sino quería verse apeado del torneo nuevamente a las primeras de cambio y saltó a la pista en el segundo set muy concentrado y dinámico al resto, logrando dos bolas de break. El servicio no era decisivo para ninguno de ambos, y los juegos con el restador como triunfador se sucedían de uno y otro lado. Federer terminó con el intercambio de breaks y puso tierra de por medio, encadenando varios juegos de gran brillantez y cerrando la primera manga por un trabajado 6-4.

Mischa tenía claro que el partido se le había complicado de mala manera. Lo intentó de todas las maneras posibles, pero se quedó vacío después de ello, y encaró el tercer set totalmente ausente. Eso lo aprovechó Roger para poner tierra de por medio, y cuando el belga quiso reaccionar ya era demasiado tarde. Tras este duro partido, Federer tendrá que mejorar ciertas cosas quiere competir con garantías de éxito en cuartos de final. El actual número dos del mundo se medirá por un puesto en semifinales ante el vencedor del duelo que enfrentará al argentino Guido Pella y al indio Prajnesh Gunneswaran.

Fuente: Punto de break