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| Foto: CincyTennis twitter |
Roger Federer y Stan Wawrinka tuvieron que ver como se suspendía su partido a causa de las tormentas eléctricas que aparecieron en Cincinnati durante la noche. El resultado en aquellos instantes era de 6-7 (2), 7-6 (6) y 0-0 (30-0). Muchas dudas azotaban a los allí presentes, ya que no se sabía si los tenistas volverían a salir o se aplazaría el partido para mañana. Finalmente volvieron a salir a los quince minutos y ahí Roger Federer sacó su arsenal tenístico para llevarse la victoria.
Los dos tenistas comenzaron el encuentro mostrándose muy firmes con el servicio, si bien Wawrinka tenía menos problemas para apuntarse los juegos. Federer no estaba del todo cómodo sobre la pista, y eso se reflejaba en el porcentaje de primeros saques (75%), algo inferior al habitual y que se tradujo en problemas para mantener la igualdad en el marcador en el primer set. Pero el tenista helvético, al igual que los grandes jugadores del circuito, suele sacar a relucir su mejor tenis en las situaciones más difíciles, y con varios destellos de clase logró mantener equilibrado el partido. A pesar de que Wawrinka tuvo más porcentaje en primeros servicios, tuvo más problemas a la hora de defender su servicio, salvando cuatro bolas de breaks - dos de ellas fueron bolas de sets -.
Así, con ambos jugadores siendo fiel a su estilo de juego, el primer parcial sólo pudo resolverse en el ‘tie-break’, un juego en el que cada error se castiga con dureza. Y en contra de lo que podría parecer, Stan Wawrinka se mantuvo más sólido tanto con su servicio como con su revés, y dos errores no forzados de Roger Federer dieron la victoria en el primer parcial al norteamericano, que se impuso en el juego definitivo por 7-2.
La pérdida de la primera manga no le sentó nada bien al ex número uno del mundo. La igualdad es lo único que puede esperarse de un partido contra el mejor Wawrinka de los últimos meses. Es preciso ostentar una enorme capacidad de concentración para imponerse a un tres veces campeón de Grand Slam, que somete a sus rivales a un duro castigo con su saque, y se muestra como un jugador peligroso al resto, especialmente cuando saca su revés a una mano a pasear. Sin embargo, Federer hizo que su compatriota fuera un placebo cuando no sacaba. Su agresividad al servicio condenaron a un Wawrinka que bastante tuvo con mantener su servicio y llevar nuevamente el parcial al tiebreak. Esta vez Federer aprendió la lección del primer set y consiguió llevarse la segunda manga por un parcial de 8-6.
Cuando todo encaminaba a un tercer set apasionante lleno de emoción e intensidad, apareció un amigo inesperado, las tormentas eléctricas. Era muy extraño que hoy la metereología no hiciera acto de presencia y finalmente lo hizo al final de la jornada para suspender el partido de manera momentánea. Tras 15-20 minutos de parón, los jugadores volvieron a saltar a la pista. Ahí Federer fue el más decisivo y quien se aprovechó de ese pequeño descanso. Ya con viento a favor, la solvencia de Wawrinka flaqueó en el último momento; despojado de toda opción al servicio, el helvético vio cómo Roger le rompía el saque en el sexto juego del tercer set, y certificaba así su acceso a las semifinales (6-2), donde se cruzará con el belga David Goffin, que horas antes dio la gran sorpresa de la jornada al derrotar a Juan Martín del Potro.
Fuente: Punto de break
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