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miércoles, diciembre 10, 2025

OKC Thunder humilla a los Suns, empata récord de los Warriors y va por la NBA Cup

Foto: Zach Beeker / National Basketball Association / Getty


Parece que no hay fuerza en la liga capaz de detener al tren de Oklahoma City. Los Thunder, vigentes campeones de la NBA, dieron una demostración de poderío absoluto este miércoles al aplastar 138-89 a los Phoenix Suns en los Cuartos de Final de la NBA Cup.


Más allá del pase a las semifinales del torneo de mitad de temporada, la victoria tiene tintes históricos. Con este resultado, el Thunder coloca su marca en 24 victorias y solo 1 derrota, empatando el legendario récord de los Golden State Warriors de la temporada 2015-16 como el mejor inicio tras 25 partidos en la historia de la liga. Aquellos Warriors terminaron con el récord de 73-9; este Thunder parece listo para desafiar esa cifra.


Una masacre desde el primer cuarto El partido en el Paycom Center nunca fue una competencia real. Ante unos Suns debilitados por la baja de su estrella Devin Booker (fuera por tercer juego consecutivo por una distensión en la ingle), Oklahoma City olió sangre desde el salto inicial. La defensa asfixiante de los locales se hizo presente en la primera jugada, cuando Cason Wallace le arrancó el balón a Collin Gillespie para anotar en transición. Fue el presagio de la noche. El Thunder cerró el primer periodo arriba 38-23 y se fue al descanso con una ventaja de 26 puntos, la cual duplicaron en la segunda mitad.


Shai y Chet: Descanso temprano para las estrellas El nivel de Shai Gilgeous-Alexander (SGA) sigue siendo de calibre MVP. El canadiense apenas necesitó 28 minutos en la duela para registrar 28 puntos, 8 asistencias, 2 robos y un bloqueo. Tal fue el dominio, que SGA vio todo el último cuarto cómodamente sentado en la banca, descansando para lo que viene en Las Vegas.


Su socio ideal, el pívot Chet Holmgren, fue una pesadilla en ambos lados de la cancha, sumando 24 puntos, 8 rebotes y 3 bloqueos. La profundidad del equipo brilló hasta el final: una clavada alley-oop de Branden Carlson a falta de 4:10 en el último periodo extendió la ventaja a unos escandalosos 53 puntos, la máxima de la noche.


Phoenix, sin respuestas Por el lado de los Suns, la noche fue para el olvido. Sin Booker, la ofensiva recayó en Dillon Brooks (el nativo de Mississauga, Ontario), quien intentó cargar con el equipo anotando 16 puntos, pero con una ineficiencia notable (4 de 16 en tiros de campo). La defensa número uno de la liga, la del Thunder, simplemente anuló cualquier intento de respuesta de los de Arizona.


Rumbo a Las Vegas con cuentas pendientes La victoria también marca el 16º triunfo consecutivo para OKC, estableciendo un nuevo récord de franquicia. Ahora, el equipo hace las maletas hacia Las Vegas para las semifinales de la NBA Cup. El objetivo es claro: ganar el trofeo que se les negó el año pasado, cuando perdieron la final del torneo ante los Milwaukee Bucks. El Thunder espera ahora al ganador del duelo entre Los Angeles Lakers y los San Antonio Spurs para continuar su marcha hegemónica.

lunes, diciembre 08, 2025

Suns apagan a los Wolves: Fin de la racha y expulsión de Gobert pese a los 40 puntos de Edwards

Foto: AP

 

El Target Center fue escenario de una batalla física y emocional este lunes, donde los Phoenix Suns demostraron profundidad de plantilla y temple para derrotar 108-105 a los Minnesota Timberwolves. El resultado no solo puso fin a la racha de cinco victorias consecutivas de los Wolves, sino que dejó secuelas físicas tras un encuentro marcado por la expulsión del francés Rudy Gobert.


Llegar a Minneapolis sin Devin Booker parecía una sentencia de muerte para Phoenix, pero el equipo de Arizona respondió con un juego colectivo envidiable. Cinco jugadores superaron el doble dígito en anotación, liderados por una actuación consagratoria del pívot Mark Williams.


Williams no solo fue el máximo anotador de su equipo con 22 puntos y 7 rebotes, sino que también mostró una nueva faceta en su juego al encestar el primer triple de su carrera (tras 126 partidos) al inicio de la segunda mitad. A su lado, Collin Gillespie (19 puntos) y Dillon Brooks (18 puntos) aportaron la agresividad necesaria, mientras que Grayson Allen sumó 12 unidades vitales.


El punto de inflexión llegó con 7:59 restantes en el tercer cuarto. En una jugada de transición, Mark Williams se elevó para volcar el balón a dos manos, encontrándose en el aire con Rudy Gobert. El defensivo del año impactó con un fuerte codazo el costado derecho de Williams, quien se encontraba indefenso.


Los árbitros, tras revisar la jugada, dictaminaron una Falta Flagrante Tipo 2, enviando a Gobert (quien llevaba 15 puntos y 8 rebotes) a las duchas antes de tiempo. A pesar del golpe, Williams permaneció en el juego, respondiendo minutos después con un alley-oop que silenció a la grada local.


Por los locales, Anthony Edwards hizo todo lo humanamente posible para evitar la derrota. "Ant-Man" firmó una hoja de estadísticas brillante con 40 puntos, lanzando un efectivo 15 de 21 desde el campo. Julius Randle lo secundó con 21 puntos, y Bones Hyland aportó 14 desde la banca.


El cierre fue de infarto. Minnesota montó una racha de 6-0 en el último minuto, acercándose 106-105 con 8.9 segundos en el reloj tras una colada de fuerza de Edwards. Sin embargo, Collin Gillespie no tembló desde la línea de castigo para extender la ventaja a tres. En la última jugada, Jaden McDaniels tuvo el empate en sus manos, pero su triple desde la esquina rebotó en el aro, y aunque Donte DiVincenzo ganó el rebote ofensivo, el tiempo expiró. Con este resultado, Phoenix mejora a 14-10, mientras Minnesota cae a 15-9.

Los Indiana Pacers lograron una sufrida victoria en casa por sobre los Sacramento Kings

Foto: AP


En una noche de altibajos emocionales en el Gainbridge Fieldhouse, los Indiana Pacers demostraron carácter para rescatar una victoria que parecía escaparse de las manos, venciendo 116-105 a los Sacramento Kings. El triunfo confirma el renacer del equipo de Rick Carlisle, que ha ganado cuatro de sus últimos seis encuentros tras un inicio de temporada desastroso.


Ante las ausencias y la necesidad de victorias, Indiana ha encontrado estabilidad en sus referentes. La noche del lunes perteneció a Andrew Nembhard, quien firmó una actuación consagratoria con 28 puntos y 12 asistencias, liderando la ofensiva local.


Sin embargo, Nembhard no estuvo solo. El canadiense Bennedict Mathurin continuó con su temporada de explosión anotadora sumando 25 unidades (incluyendo 4 triples), mientras que Pascal Siakam aportó experiencia y solidez con 23 puntos. Entre los tres, combinaron 76 de los 116 puntos totales del equipo, siendo fundamentales en el "clutch".


El partido parecía resuelto temprano. Indiana dominó la primera mitad y llegó a tener una ventaja de 19 puntos (77-58) a mediados del tercer cuarto. No obstante, los Kings, impulsados por la inagotable energía de Russell Westbrook, montaron una furiosa remontada.


Westbrook, incombustible, registró el triple-doble número 207 de su carrera con 24 puntos, 13 rebotes y 14 asistencias, cifras monstruosas que permitieron a Sacramento dar la vuelta al marcador. Con una racha de 37 puntos en el tercer periodo y un inicio agresivo en el cuarto, los Kings tomaron la delantera 101-97 con poco menos de seis minutos por jugar tras una canasta del propio "Brodie".


Fue entonces cuando el carácter de Indiana salió a flote. Enfrentando la adversidad, los Pacers respondieron con una racha letal de 11-0. Nembhard anotó 12 puntos solo en el último periodo, incluyendo un triple crucial y una bandeja en tráfico, mientras que Mathurin encestó el triple de transición que devolvió la ventaja definitiva a los locales.


Más allá de las estrellas, el partido tuvo historias secundarias vitales para el futuro de la franquicia. Jarace Walker, quien había sido castigado por el entrenador Rick Carlisle en el partido anterior contra los Bulls debido a errores defensivos, respondió en la duela. Walker aportó 12 puntos y energía defensiva en 18 minutos, mostrando la actitud que el cuerpo técnico exigía.


Por otro lado, la urgencia contractual se hizo presente. Garrison Mathews, jugando el último partido de su contrato de excepción de 10 días, aprovechó sus minutos con 7 puntos y jugadas de "hustle" (esfuerzo), incluyendo una falta flagrante provocada que derivó en una posesión de seis puntos para Indiana. Su futuro, junto con el de Jeremiah Robinson-Earl (quien no jugó), queda en el aire mientras la gerencia decide los próximos movimientos del roster.


Con este resultado, ambos equipos se estancan en un récord de 6-18, pero con sensaciones opuestas. Los Pacers, que inician un descanso de tres días, parecen haber encontrado una fórmula competitiva. Los Kings, que contaron también con 20 puntos de DeMar DeRozan y 16 de Zach LaVine, siguen buscando consistencia para salir del fondo de la Conferencia Oeste.

domingo, diciembre 07, 2025

Los Celtics sobreviven al colapso en Toronto y asaltan el tercer puesto del Este

Foto: John E. Sokolowski-Imagn Images

 


Lo que parecía una marcha triunfal y plácida en territorio canadiense se convirtió en una prueba de fuego para la madurez de los Boston Celtics. En un partido de dos caras en el Scotiabank Arena, los actuales campeones de la NBA coquetearon con el desastre al dilapidar una ventaja de 23 puntos, pero reaccionaron a tiempo en el "clutch" para imponerse 121-113 a los Toronto Raptors.


La victoria, la quinta consecutiva para el equipo de Joe Mazzulla, tiene un doble valor: confirma el gran momento de forma de Boston (ganadores de 10 de sus últimos 12 compromisos tras un inicio dubitativo) y les permite arrebatarle precisamente a los Raptors el tercer puesto de la Conferencia Este. Para Toronto, la noche confirmó su tendencia negativa, sumando su tercera derrota al hilo y la quinta en los últimos seis encuentros.


La primera mitad fue un monólogo verde. Boston anotó 77 puntos antes del descanso (77-59), con una ofensiva fluida que Toronto no pudo descifrar. Jaylen Brown lideró el ataque, terminando la noche con 30 puntos, mientras que el pívot portugués Neemias Queta sorprendió con un sólido doble-doble de 11 puntos y 11 rebotes, controlando la pintura.


En medio del vendaval ofensivo del segundo cuarto, se produjo el debut en el partido del novato español Hugo González. Su paso por la duela fue fugaz pero intenso: en solo 2 minutos y 26 segundos, González mostró su talento ofensivo anotando un triple y una potente clavada (5 puntos en 2/2 tiros). Sin embargo, sus graves desconexiones defensivas agotaron la paciencia de Joe Mazzulla. El técnico lo retiró inmediatamente, propinándole una visible reprimenda en la banda.


“Tiene que seguir mejorando en los bloqueos, en el ‘spacing’, en cómo entender el juego”, sentenció Mazzulla tras el partido, dejando claro que el talento anotador no basta sin compromiso defensivo.


Boston alcanzó su máxima ventaja de 23 puntos (87-64) con ocho minutos restantes en el tercer cuarto. Parecía un partido liquidado. Pero los Raptors, liderados por un Brandon Ingram estelar (30 puntos) y la versatilidad de Scottie Barnes (18 puntos, 11 rebotes, 8 asistencias), despertaron. Una racha de 19-2 en el cierre del tercer periodo devolvió la vida a los locales.


El impulso continuó en el último cuarto. Con 10:39 por jugar, Jamal Shead anotó una bandeja tras un robo de Alijah Martin para darle a Toronto su primera ventaja desde el inicio del juego. Los Raptors llegaron a liderar por tres puntos, encendiendo las alarmas en el banquillo visitante.


Fue necesario un tiempo muerto de Mazzulla para detener la hemorragia. Al regresar a la duela, la jerarquía de los bases de Boston emergió. Derrick White (27 puntos) empató el juego a 102 con un triple crucial a falta de 7:51. Poco después, un triple desde la esquina de Payton Pritchard (15 puntos desde la banca) devolvió la ventaja definitiva a los Celtics.


White sentenció el encuentro con otro triple daga con 3:29 en el reloj. La defensa de Boston ajustó en los minutos finales, rompiendo los esquemas ofensivos de unos Raptors que se quedaron sin gasolina tras el esfuerzo de la remontada. Anfernee Simons y Sam Hauser también contribuyeron con 12 puntos cada uno en una victoria coral pero sufrida.

Brunson y el "Fortín" del Garden se imponen a un Magic golpeado por la dramática lesión de Franz Wagner

Foto: Wendell Cruz-Imagn Images


El Madison Square Garden sigue siendo una de las aduanas más difíciles de la NBA. Este domingo, los New York Knicks ratificaron su condición de potencia como locales al imponerse 106-100 al Orlando Magic en un partido marcado por la intensidad física y una noticia que encierra las alarmas en Florida.


Mientras los Knicks celebraban su victoria número 13 en 14 partidos disputados en casa, el Magic se marchó de la Gran Manzana con más preguntas que respuestas tras la lesión de su máxima figura, Franz Wagner.


El momento que cambió la narrativa del partido ocurrió temprano en el primer cuarto. Franz Wagner, quien lidera al Magic con un promedio de 23.4 puntos por partido y había anotado 7 puntos en los primeros siete minutos, atacó el aro para una clavada. En el aire, recibió una falta dura por parte del centro de los Knicks, Ariel Hukporti (quien veía minutos ante la ausencia del titular Karl-Anthony Towns por rigidez en la pantorrilla).


Wagner aterrizó torpemente y de inmediato se llevó las manos al área debajo de su rodilla izquierda, con visibles muestras de dolor. El alero alemán no pudo abandonar la duela por su propio pie y necesitó asistencia para llegar a los vestidores. El equipo anunció que será reevaluado al regresar a Orlando, una situación crítica considerando que enfrentan a Miami el martes en los cuartos de final de la Copa NBA.


A pesar del golpe anímico, el Magic (14-10) compitió y logró irse al descanso con una ventaja mínima de un punto. Sin embargo, los Knicks ajustaron en el medio tiempo y salieron arrolladores en el tercer periodo.


Jalen Brunson tomó las riendas del encuentro, anotando 10 de sus 30 puntos totales en ese cuarto. Brunson fue el arquitecto de una racha de 13-0 al inicio de la segunda mitad que cambió el impulso del juego definitivamente. Nueva York superó a Orlando 28-18 en ese periodo y abrió el último cuarto con otra racha de 7-0 para construir una ventaja cómoda de 89-73.


Además de los 30 puntos y 9 asistencias de Brunson, los Knicks contaron con el aporte fundamental de Josh Hart (doble-doble de 17 puntos y 12 rebotes) y OG Anunoby (21 puntos y 7 rebotes), quienes suplieron con creces la baja de Towns.


Orlando intentó una última reacción liderada por Desmond Bane (16 puntos) y el joven Anthony Black (14 puntos y 11 rebotes). La frustración visitante se hizo evidente en el último cuarto, cuando Bane recibió una falta técnica por lanzar el balón a la espalda de OG Anunoby mientras este último estaba fuera de la cancha, en una jugada inusual para intentar preservar la posesión.


Los Knicks lograron su primera victoria ante el Magic en tres intentos esta temporada y siguen firmes en la parte alta del Este, mientras Orlando contiene la respiración esperando el diagnóstico de su estrella.

 

sábado, diciembre 06, 2025

Noche agridulce para la historia: Harden entra al Top 10 de anotadores, pero los Wolves remontan y hunden a los Clippers

foto: Matt Blewett

 


La noche del sábado en el Target Center fue un reflejo perfecto de dos franquicias que caminan en direcciones opuestas. Por un lado, los Minnesota Timberwolves, un equipo en ascenso y consolidado como contendiente en el Oeste, demostró carácter para remontar y sumar su quinta victoria consecutiva. Por el otro, los LA Clippers, una escuadra sumida en una profunda crisis deportiva e institucional, vio cómo una noche histórica para una de sus estrellas terminaba con el sabor amargo de otra derrota, la décima en sus últimos doce compromisos.


El marcador final de 109-106 a favor de los locales cuenta la historia de un partido de dos mitades y un cierre no apto para cardíacos.


James Harden llegó a Minneapolis con una misión personal en el horizonte y no tardó en cumplirla. Con una actuación vintage de 34 puntos (10 de 18 en tiros de campo), además de 5 rebotes, 6 asistencias y 4 robos, Harden alcanzó los 28,303 puntos en su carrera, desplazando a la leyenda Carmelo Anthony (28,289) del décimo puesto en la lista de máximos anotadores de todos los tiempos de la NBA.


Su brillantez en la primera mitad, donde anotó 19 puntos, impulsó a unos Clippers que parecían determinados a dar la sorpresa. Los visitantes dominaron el primer cuarto 34-22 y llegaron al descanso con una cómoda ventaja de 56-42, silenciando momentáneamente a la afición local y maquillando la realidad de una franquicia golpeada recientemente por el despido de Chris Paul y problemas extra-deportivos.


El entrenador Chris Finch ajustó las piezas en el vestuario y Minnesota salió con otra cara para la segunda mitad. La defensa se endureció y el ataque encontró fluidez, superando a los angelinos con un parcial contundente de 67-50 tras el descanso.


Mientras la superestrella Anthony Edwards tuvo una noche errática en el tiro (15 puntos, 3 de 11 de campo), sus compañeros dieron un paso al frente. Jaden McDaniels jugó quizás el mejor partido de la temporada, liderando a los Wolves con 27 puntos y una eficiencia letal, acertando 10 de sus 13 lanzamientos. Julius Randle aportó músculo y puntos con 24 unidades, y Naz Reid volvió a ser el sexto hombre de lujo con 19 puntos cruciales desde el banco.


A pesar de ir perdiendo 78-72 al entrar al último periodo—desventaja recortada gracias a una jugada de tres puntos del novato Jaylen Clark al cierre del tercero—, Minnesota dominó el cuarto final con un parcial de 37-28 para darle la vuelta al marcador.


El partido llegó al "clutch" empatado a 102 con 1:06 por jugar tras una jugada de tres puntos de Ivica Zubac (quien terminó con un sólido doble-doble de 15 puntos y 13 rebotes para los Clippers). Mike Conley rompió la paridad con dos tiros libres con 52.5 segundos restantes (104-102).


La respuesta de los Clippers llegó de la mano de Bogdan Bogdanovic—una de las piezas adquiridas por Los Ángeles para intentar salvar la temporada—, quien empató nuevamente el juego con un tiro en salto hacia atrás a falta de 31.2 segundos.


El momento decisivo llegó en la siguiente posesión. Anthony Edwards, reconociendo su mala noche de tiro, atrajo la defensa y asistió a Naz Reid, quien conectó un triple desde la esquina con 13.5 segundos en el reloj para poner el 107-104.


Harden anotó rápidamente una bandeja para acercar a los Clippers a un punto (107-106) con 7.5 segundos. Los angelinos se vieron obligados a cometer falta sobre Jaden McDaniels, quien mostró nervios de acero para anotar ambos tiros libres y extender la ventaja a tres. En la última jugada, James Harden intentó el triple del empate sobre la bocina, pero el balón no entró, sellando la victoria para Minnesota.


Kawhi Leonard aportó 20 puntos para unos Clippers que compitieron, pero que nuevamente se quedaron cortos en el cierre, reflejando la fragilidad de un proyecto que parece estar en sus últimos suspiros, incluso en noches históricas para sus figuras.

Cade Cunningham y los Pistons exorcizan sus demonios ante los Bucks y siguen imparables

Foto: AP
 


El Little Caesars Arena fue testigo la noche del sábado de la confirmación de un cambio de guardia en la Conferencia Este. Los Detroit Pistons, la sensación de la temporada 2025-26, no solo vencieron con autoridad 124-112 a los Milwaukee Bucks, sino que también pusieron fin a una década de frustraciones en casa ante este rival.


Con este triunfo, Detroit rompió una racha de 15 derrotas consecutivas como local frente a Milwaukee, una losa histórica que pesaba sobre la franquicia. Además, los Pistons (19-5) le han ganado dos de tres encuentros esta temporada a unos Bucks que llegaron a la campaña con una racha de 13 victorias seguidas en la serie general.


Cade Cunningham volvió a ser el director de orquesta magistral que Detroit necesitaba. El base estrella firmó un sólido doble-doble con 23 puntos y 12 asistencias, manejando los hilos del encuentro y superando sus problemas de pérdidas de balón de la primera mitad.


En la pintura, Jalen Duren fue una fuerza indomable. El joven pívot registró 16 puntos y dominó los tableros con 16 rebotes, imponiendo su físico ante la línea frontal de los Bucks. Isaiah Stewart complementó el ataque interior con 19 puntos valiosos.


La primera mitad fue una mezcla de brillantez ofensiva y descuido para los locales. Detroit lanzó para un impresionante 57.1% de campo y 50% en triples, pero 13 pérdidas de balón permitieron a Milwaukee anotar 20 puntos y mantenerse cerca en el marcador al descanso (61-56). Kevin Porter Jr. mantuvo a flote a los Bucks en ese lapso con 19 de sus 32 puntos totales (máximo de la temporada para él).


Sin embargo, los Pistons ajustaron en el vestuario y salieron al tercer periodo con una intensidad renovada. Un parcial inicial de 13-3 transformó la ventaja en un cómodo 74-59. Detroit controló el ritmo a partir de ahí, entrando al último cuarto con una ventaja de doble dígito que nunca estuvo en peligro.


El último periodo fue un trámite. Los Bucks, que contaron con 15 puntos de Kyle Kuzma, nunca amenazaron con remontar y llegaron a estar abajo por 25 puntos antes de que ambos entrenadores vaciaran sus bancas. La derrota hunde más a Milwaukee, que ha perdido 10 de sus últimos 12 compromisos.


Por su parte, Detroit vengó su única derrota en los últimos cinco partidos (sufrida el miércoles en Milwaukee) y recibió buenas noticias adicionales con el debut en la temporada del guardia Marcus Sasser, quien se había perdido los primeros 23 juegos por una lesión de cadera. Los Pistons siguen demostrando que su arranque de 19-5 no es casualidad, sino producto de un núcleo joven que ha madurado.

Unos Warriors "B" resisten el asedio de Cleveland y logran una victoria improbable

Foto: AP

 


En el papel, el duelo del sábado por la noche en el Chase Center parecía una causa perdida antes del salto inicial. Los Golden State Warriors se presentaron sin su núcleo de veteranos superestrellas: Steph Curry, Jimmy Butler, Draymond Green, Al Horford, De’Anthony Melton y Seth Curry estaban todos en la lista de inactivos. Enfrente tenían a unos Cleveland Cavaliers con su alineación de lujo intacta, presumiendo a tres All-Stars en su quinteto inicial.


Sin embargo, el baloncesto no se juega en el papel. En una demostración de coraje y ejecución colectiva, los suplentes de Golden State dieron la campanada de la jornada al imponerse 99-94 a los Cavs, consiguiendo una victoria tan necesaria como inesperada.


Ante la emergencia, el entrenador Steve Kerr movió sus piezas. Pat Spencer fue insertado en el quinteto titular en lugar de un Brandin Podziemski que ha tenido dificultades recientes, mientras que Jonathan Kuminga tomó el lugar del lesionado Draymond Green, marcando su primera titularidad en un buen tiempo. El plan de juego para unos Warriors tan cortos de personal era claro: convertir el partido en una batalla defensiva y "fea" para tener oportunidad. El primer cuarto cumplió exactamente con ese guion. Sin la magia ofensiva de Steph Curry, el ataque de los Warriors fue abismal en los primeros doce minutos. Solo Spencer encontró algo de ritmo temprano, pero problemas de faltas rápidas lo enviaron a la banca prematuramente.


A pesar de las dificultades iniciales, Golden State se mantuvo en la pelea. Lograron contener a la estrella de los Cavs, Donovan Mitchell, durante gran parte del encuentro.


Pat Spencer regresó para tomar las riendas del equipo, finalizando como el máximo anotador y líder en la duela con 19 puntos, 7 asistencias y 4 rebotes en 30 minutos, lanzando un efectivo 7 de 12 de campo, incluyendo tres triples. El novato Quinten Post (12 puntos, 9 rebotes, 3 bloqueos) y el veterano Buddy Hield (13 puntos, 6 rebotes) también alcanzaron el doble dígito como titulares. Pero el impulso vital llegó desde la segunda unidad. Aunque Podziemski, Trayce Jackson-Davis, Moses Moody y Gary Payton II contribuyeron sólidamente, fue el brasileño Gui Santos quien tuvo un impacto masivo. Santos aportó energía y puntos cruciales, terminando con 15 unidades, 3 rebotes y 3 asistencias en 26 minutos de acción.


Los Warriors llegaron a tener una ventaja de 92-82 con cuatro minutos restantes en el reloj. Sin embargo, la tensión en el estadio era palpable. El equipo venía de sufrir colapsos dolorosos en partidos recientes contra el Thunder y los 76ers, donde desperdiciaron ventajas similares en el cierre.


La historia parecía repetirse. La limitada ofensiva de Golden State entró en una sequía crítica en el momento de la verdad, fallando en cuatro posesiones consecutivas, incluyendo dos pérdidas de balón. Cleveland olió la sangre y, liderado por un Donovan Mitchell que finalmente "se encendió", recortó la diferencia a 92-88 con 2:18 por jugar.


Spencer rompió el maleficio con una difícil bandeja en penetración, pero Mitchell respondió de inmediato con un triple para poner el juego a una sola posesión. Entrando al último minuto, Podziemski y Evan Mobley intercambiaron canastas en la pintura, dejando el marcador 96-93.


En la siguiente posesión, Spencer habilitó a Gary Payton II para un triple abierto desde la esquina que pudo ser la daga, pero el tiro no entró. Del otro lado, Darius Garland sacó una falta; anotó el primero, pero falló el segundo tiro libre, dejando la puerta abierta (96-94).


Con 12.9 segundos en el reloj, los Warriors enfrentaron una situación casi idéntica a la que les costó el partido el jueves anterior contra los Sixers: la necesidad de poner el balón en juego y meter los tiros libres. Spencer tuvo que quemar el último tiempo muerto del equipo para evitar una violación de 5 segundos. En el segundo intento, lograron darle el balón a duras penas a Gui Santos.


Santos, lejos de ser el mejor tirador del equipo, fue enviado a la línea con 7.8 segundos. El brasileño dividió sus intentos, anotando uno de dos, dejando el marcador 97-94 y dando a Cleveland una última oportunidad.


Donovan Mitchell asumió la responsabilidad, intentando un rápido triple en fadeaway desde el ala derecha para empatar el encuentro, pero el disparo fue errado. Pat Spencer aseguró el rebote defensivo y recibió la falta. Con frialdad, Spencer anotó ambos tiros libres para congelar el partido y sellar una victoria memorable.


Con el triunfo, los Warriors regresan a la marca de .500, mejorando su récord a 12-12. No habrá tiempo para celebrar, ya que volarán de inmediato a Chicago para enfrentar a los Bulls este domingo en la segunda mitad de un back-to-back, donde esperan recuperar a algunos de los veteranos que descansaron el sábado.

Jalen Johnson es una máquina de triple-dobles: Atlanta sofoca la rebelión de los Wizards

Foto: peachtreehoops.com

 

En el baloncesto moderno de la NBA, pocas cosas son tan impactantes como un jugador capaz de dominar todas las facetas del juego noche tras noche. Jalen Johnson se está convirtiendo rápidamente en ese tipo de fuerza imparable para los Atlanta Hawks. Apenas 24 horas después de una actuación titánica contra Denver, Johnson repitió la dosis en la capital estadounidense, firmando su segundo triple-doble consecutivo para guiar a los Hawks a una victoria por 131-116 sobre los Washington Wizards.


La línea estadística de Johnson el sábado por la noche fue espectacular: 30 puntos, 12 rebotes y 12 asistencias. Esta actuación cobra aún más relevancia si se considera el contexto inmediato. La noche anterior, en una desgarradora derrota en casa ante los Nuggets, Johnson había registrado unos números aún más absurdos de 21 puntos, 18 rebotes y 16 asistencias.


Al asegurar su rebote número diez a finales del tercer cuarto en Washington, Johnson selló su cuarto triple-doble de la temporada 2025-26, consolidándose como el motor indiscutible de la ofensiva de Atlanta. Su capacidad para anotar, limpiar los tableros y habilitar a sus compañeros fue demasiado para una defensa de los Wizards que no encontró respuestas.


El plan de juego de Atlanta fue claro desde el inicio: explotar su ventaja física. Los Hawks dominaron la pintura a placer, superando a los Wizards 70-42 en puntos en la zona y ganando la batalla de los rebotes por un contundente margen de 45-26. Onyeka Okongwu fue un beneficiario clave de este enfoque, sumando 21 puntos.


Este dominio permitió a Atlanta construir ventajas cómodas, llegando a liderar por 20 puntos en el segundo cuarto y por 18 en el tercero. Parecía una noche tranquila para los visitantes, que buscaban vengar una derrota sufrida en esta misma duela el pasado 25 de noviembre.


Sin embargo, los Wizards, actualmente en el último lugar de la clasificación, mostraron orgullo. Liderados por el veterano CJ McCollum, quien anotó 28 puntos y encestó siete triples, Washington se mantuvo en el partido gracias a una efectividad notable desde el perímetro (17 de 28 en triples como equipo). Una racha furiosa de 23-8 por parte de los locales borró la desventaja y empató el marcador a 97 puntos temprano en el último periodo, encendiendo las alarmas en el banquillo de Atlanta.


Cuando el momento requería frialdad, los Hawks encontraron un héroe inesperado. Después de que Washington empatara, Atlanta respondió de inmediato con una racha de 8-0 que silenció al público local. El protagonista de este momento crucial fue Vít Krejci.


El jugador checo anotó 14 puntos en total, pero su impacto se concentró en el cuarto final, donde encestó tres de sus cuatro triples, incluyendo dos bombas consecutivas que devolvieron el control del partido a los Hawks. Washington nunca pudo volver a acercarse a una posesión de distancia tras ese golpe de autoridad.


La victoria es un bálsamo para Atlanta, que rompe una racha de tres derrotas consecutivas y retoma la senda del triunfo gracias a un Jalen Johnson que está jugando el mejor baloncesto de su carrera.

Michael Porter Jr. (35 pts) y el histórico triple-doble de Nic Claxton hunden a New Orleans

foto: AP Foto/Angelina Katsanis


En una noche donde la ofensiva fluyó con precisión quirúrgica y la versatilidad se hizo presente en la duela del Barclays Center, los Brooklyn Nets demostraron que, a pesar de su récord global, atraviesan su mejor momento de la temporada. Liderados por la capacidad anotadora de Michael Porter Jr. y la visión de juego histórica del pívot Nic Claxton, los Nets se impusieron contundentemente por 119-101 a unos New Orleans Pelicans que no encuentran fondo en su crisis.


Michael Porter Jr. volvió a la alineación titular tras descansar el jueves pasado, una medida preventiva de la gerencia para cuidar su espalda en partidos de noches consecutivas. El descanso demostró ser efectivo. Porter Jr. lució fresco y letal, igualando su mejor producción ofensiva de la temporada con 35 puntos.


El alero estuvo certero desde el perímetro, encestando cinco triples, y complementó su juego con nueve rebotes, quedándose a un paso del doble-doble. Esta actuación marca su tercer partido consecutivo anotando al menos 30 puntos, una racha de consistencia ofensiva que el jugador no disfrutaba desde febrero, durante su última campaña con los Denver Nuggets. Su presencia en la cancha transformó el ataque de Brooklyn, que encontró espacios ante una defensa de los Pelicans incapaz de contenerlo.


Mientras Porter Jr. se encargaba de los puntos, Nic Claxton orquestaba el juego desde la pintura. El centro de los Nets firmó una noche para los libros de historia de la franquicia al conseguir su segundo triple-doble de la temporada: 14 puntos, 11 rebotes y unas impresionantes 10 asistencias.


La actuación de Claxton no es un hecho menor en Brooklyn. Se convierte en el primer jugador de los Nets en registrar múltiples triples-dobles en una misma temporada desde la campaña 2021-22, cuando estrellas del calibre de James Harden (nueve) y Kevin Durant (cuatro) vestían el uniforme negro y blanco. Más significativo aún, Claxton es apenas el segundo pívot en toda la historia de la organización en lograr múltiples triples-dobles en su carrera, uniéndose a la exclusiva lista que hasta ahora solo ocupaba Shawn Bradley, quien logró cinco entre 1995 y 1997.


La profundidad de Brooklyn también respondió. Day'Ron Sharpe aportó 16 puntos vitales desde la banca, mostrando una eficiencia notable al acertar siete de sus ocho intentos a canasta.


Del otro lado, los Pelicans confirmaron su estatus como uno de los equipos más problemáticos de la liga. A pesar de los esfuerzos de Trey Murphy III (23 puntos), Saddiq Bey (18 puntos) y Bryce McGowens (16 puntos), New Orleans nunca pudo seguir el ritmo ofensivo de los locales.


La derrota representa el sexto descalabro consecutivo para los Pelicans, cuyo récord se desploma a un alarmante 3-21, el peor de la NBA en este momento.


Con este triunfo, los Nets mejoran su marca a 6-17. Aunque siguen lejos de puestos de postemporada, la tendencia reciente es positiva, habiendo ganado tres de sus últimos cuatro compromisos. Brooklyn buscará mantener este impulso cuando continúe su calendario, mientras que los Pelicans necesitan urgentemente una reestructuración táctica o anímica para detener la hemorragia de derrotas.

viernes, diciembre 05, 2025

Siakam despierta a tiempo y los Pacers rompen su maldición fuera de casa a costa de los Bulls

Foto: AP/ Erin Hooley

 

En una noche donde las urgencias se encontraban en la duela del United Center, los Indiana Pacers recordaron, por fin, al equipo combativo que sorprendió en el pasado reciente. Liderados por una actuación monumental de Pascal Siakam y la puntería de Bennedict Mathurin, Indiana derrotó 120-105 a los Chicago Bulls, sacudidos por sus propios errores mentales y la incapacidad de proteger el balón.


Dos caras de la moneda: Del dominio local al colapso El encuentro comenzó con sensaciones positivas para Chicago. El joven Matas Buzelis arrancó encendido, mostrando agresividad hacia el aro y una efectividad perfecta desde la línea de tiros libres (6 de 6), lo que permitió a los Bulls llevarse el primer cuarto 33-30. Parecía que el plan de juego del entrenador Billy Donovan funcionaba, capitalizando el mal inicio de Siakam, quien se fue en blanco en los primeros 12 minutos.


Sin embargo, el guion cambió drásticamente antes del descanso. Los "fantasmas" habituales de Chicago aparecieron en forma de pérdidas de balón. Los Bulls regalaron la posesión nueve veces en la primera mitad (frente a solo cuatro de Indiana), con sus principales creadores —Coby White, Josh Giddey y el propio Buzelis— como los mayores responsables. Esto, sumado a una desventaja en la pintura (28-18 en puntos en la zona), permitió a los Pacers mantenerse al acecho.


El tercer cuarto fatídico El punto de quiebre llegó tras el medio tiempo. Indiana salió de los vestidores con una intensidad renovada, forzando un tiempo muerto de Donovan en menos de un minuto tras un parcial rápido de 5-2. La pausa no surtió efecto. Los Pacers, aprovechando tres pérdidas consecutivas de Chicago, orquestaron una racha devastadora de 16-2 que disparó el marcador a un 80-61.


Pascal Siakam, que había estado dormido al inicio, se transformó en una pesadilla para la defensa local. El camerunés terminó con 36 puntos —su mejor marca de la temporada 2025-26—, encestando 5 triples y capturando 9 rebotes. A su lado, Bennedict Mathurin castigó desde el perímetro con 6 triples para sumar 28 puntos, mientras que Andrew Nembhard dirigió la orquesta con 15 puntos y 7 asistencias.


Una reacción insuficiente Fieles a la naturaleza de la NBA, los Bulls intentaron una remontada heroica. Apretaron en defensa y lograron recortar la desventaja a solo tres puntos (86-83). En una posesión clave, Jevon Carter tuvo un triple abierto para darle la vuelta al marcador, pero el balón no entró. En la respuesta inmediata, Siakam sacó una falta tras un rebote ofensivo, extendiendo la ventaja a 90-83 y sofocando la rebelión.


El resto del encuentro fue un ejercicio de control por parte de Indiana. Cada intento de acercamiento de Chicago fue respondido con autoridad por los visitantes, quienes contaron además con la presencia intimidante de Jay Huff en la pintura, autor de 5 bloqueos.


Novedades y consecuencias El partido marcó el regreso de Zach Collins a la rotación de los Bulls. Se esperaba que su presencia fortificara la defensa interior, pero el pívot mostró el óxido natural de la inactividad en su primer juego de la campaña.


Con este resultado, los Pacers (5-18) consiguen su primera victoria en la carretera tras 11 intentos fallidos, barriendo prácticamente la serie semanal contra Chicago (a quienes ya habían vencido el sábado pasado 103-101 con un tiro ganador de Siakam). Para los Bulls, la derrota ante uno de los equipos con peor récord del Este enciende las alarmas sobre la disciplina táctica y el manejo de balón de sus figuras.

Crisis total en Los Ángeles: Los Clippers se congelan al final y caen ante la juventud de Memphis

Foto: Petre Thomas-Imagn Images


La temporada 2025-26 de los Los Angeles Clippers amenaza con descarrilarse antes de llegar a la mitad del calendario. La noche del viernes en el FedExForum fue un microcosmos de sus problemas actuales: talento veterano que se desvanece en los momentos cumbre y una incapacidad alarmante para cerrar partidos cerrados. Los Memphis Grizzlies, impulsados por sangre nueva, aprovecharon un apagón ofensivo total de los visitantes para imponerse 107-98.


El colapso de los 3:40 minutos El encuentro fue una batalla de ida y vuelta, con 10 cambios de liderazgo y nueve empates. Cuando James Harden convirtió dos tiros libres para igualar el marcador a 98 con 3:40 por jugarse, parecía que la experiencia de los Clippers podría prevalecer. Nada más lejos de la realidad. Esos tiros libres fueron los únicos puntos de "La Barba" en toda la segunda mitad (tras anotar 16 en la primera) y, increíblemente, fueron los últimos puntos de los Clippers en la noche.


Memphis "cerró la puerta" con una defensa asfixiante y una ejecución ofensiva clínica, montando una racha de 9-0 para finalizar el encuentro. Los Clippers fallaron tiro tras tiro, mostrando una fatiga evidente y una falta de ideas preocupante sin sus otras piezas ofensivas.


Cedric Coward: La revelación de la noche Mientras las estrellas de Los Ángeles se apagaban, una nueva figura emergió para los Grizzlies. El alero novato Cedric Coward firmó el mejor partido de su joven carrera, registrando un monstruoso doble-doble de 23 puntos y 14 rebotes. Coward fue decisivo en el clutch, aportando cuatro puntos y un robo clave en los últimos dos minutos. El ataque de Memphis fue equilibrado y letal: Jaylen Wells sumó 17 puntos (incluyendo una volcada en contraataque que dio la ventaja definitiva), el suplente Cam Spencer aportó otros 17 con 7 asistencias, y Jaren Jackson Jr. despertó en el último cuarto con 7 de sus 13 puntos totales. Incluso el pívot de segundo año, Zach Edey, contribuyó con 10 unidades y 8 tableros.


Clippers: Estrellas solitarias y enfermería llena Kawhi Leonard lideró a los angelinos con 24 puntos y 8 rebotes, pero su efectividad se desplomó en el último periodo, donde solo consiguió cuatro tantos. La dependencia en Leonard y Harden es absoluta debido a las circunstancias del plantel: Bradley Beal está fuera por el resto de la temporada tras una cirugía de cadera, Derrick Jones Jr. sigue lesionado de la rodilla y la organización se separó recientemente de Chris Paul.


Aunque Ivica Zubac luchó bajo los aros (14 puntos, 17 rebotes) y John Collins trajo energía desde la banca (16 puntos), el equipo disparó para un mediocre 43.5% de campo. Kobe Brown mostró destellos positivos con 13 puntos (marca personal de la temporada), pero no fue suficiente para evitar que el récord del equipo caiga a un alarmante 6-17.


Lo que viene No hay descanso para los de Tyronn Lue. Los Clippers viajan de inmediato a Minnesota para enfrentarse este sábado a los Timberwolves (13-8) en la segunda noche de un back-to-back. Con un récord de 3-9 como visitantes y enfrentando a un rival que lleva cuatro victorias al hilo, la situación en Los Ángeles podría tornarse aún más oscura en las próximas 24 horas.


Por su parte, Memphis (10-13) respira y confirma su dominio reciente sobre los californianos, habiéndoles ganado dos veces en la última semana, demostrando que su reconstrucción competitiva va por buen camino.

Cunningham y Robinson sofocan la rebelión de Portland en una batalla de 64 faltas

foto: Lon Horwedel-Imagn Images
 


Lo que prometía ser un duelo de viernes por la noche se transformó en una guerra de desgaste en la "Ciudad del Motor". Los Detroit Pistons, demostrando por qué son una de las sorpresas más agradables de la temporada 2025-26, sobrevivieron a un tiroteo ofensivo y a un silbato incesante para vencer 122-116 a los Portland Trail Blazers.


El cierre de Cunningham y el factor Robinson Cuando el partido pendía de un hilo, la estrella de Detroit, Cade Cunningham, asumió la responsabilidad. El base anotó 13 de sus 29 puntos totales en el cuarto periodo, incluyendo una bandeja crucial tras robar un balón con 2:22 en el reloj que dio vuelta al marcador (112-110). Cunningham rozó el doble-doble al repartir 9 asistencias, orquestando una ofensiva que supo capitalizar los errores ajenos en el momento justo.


Sin embargo, el golpe de gracia llegó de la mano de un veterano especialista. Duncan Robinson, quien finalizó con 14 puntos y 7 rebotes, se vistió de héroe en el clutch. Con el marcador empatado a 110, Robinson conectó un triple vital y, tras otra pérdida de balón de Portland, convirtió desde la línea de castigo para poner el juego 117-110 con 1:15 por jugar. Su precisión en los minutos finales fue el antídoto contra el ímpetu de los Blazers.


El juego interior de los Pistons también brilló gracias a Jalen Duren (18 puntos, 8 rebotes) y la energía desde la banca del joven Ron Holland II (17 puntos), mostrando la profundidad de un equipo que ha tenido un arranque de campaña histórico.


Portland: Tres mosqueteros sin ejército Para los Trail Blazers, la derrota tiene un sabor amargo y estadísticamente curioso. Tres jugadores cargaron con casi toda la ofensiva: Deni Avdija tuvo una noche monstruosa con 35 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias; Jerami Grant sumó 29 unidades (incluyendo una jugada de cuatro puntos) y Shaedon Sharpe aportó 28. Entre los tres sumaron 92 puntos, mientras que el resto del equipo apenas contribuyó con 24. Esta dependencia extrema, sumada a las pérdidas de balón en el último minuto, dejó estéril su esfuerzo.


Un partido interminable El ritmo del encuentro se vio severamente fragmentado por el arbitraje. Se señalaron un total de 64 faltas personales, lo que derivó en 83 intentos de tiro libre combinados, convirtiendo el partido en una prueba de resistencia mental y física para ambos planteles.


La montaña rusa del marcador Detroit dominó la primera mitad, llegando a tener ventaja de 13 puntos y yéndose al descanso arriba 65-58 gracias a tres tiros libres de Cunningham sobre la bocina. Sin embargo, Portland reaccionó en el tercer cuarto, aprovechando una sequía ofensiva de los locales (solo 19 puntos en ese periodo) para entrar al último capítulo con ventaja mínima de 85-84. Los Blazers llegaron a liderar 108-103 tras una racha de 11 puntos sin respuesta, pero no pudieron cerrar el trato ante la resiliencia de los Pistons.


Problemas de control Un punto de atención para el entrenador de Detroit será la protección del balón. Los Pistons permitieron 22 puntos derivados de sus pérdidas, una cifra muy superior a los 15.0 que promediaron durante su exitoso inicio de 15-2. Aunque han bajado el ritmo recientemente (4-3 en los últimos siete juegos), la victoria de esta noche los mantiene como protagonistas en la Conferencia Este.

Un arranque para los libros de historia: Los Knicks trituran al Jazz con un 23-0 inicial y ganan por paliza

Foto: Wendell Cruz-Imagn Images


El Madison Square Garden fue testigo la noche del viernes de una exhibición de dominio absoluto que tardará años en borrarse de la memoria de los aficionados. Los New York Knicks no solo vencieron al Utah Jazz, sino que los borraron de la duela con un marcador final de 146-112, cimentado en un inicio de partido sin precedentes en la era moderna de la NBA.


El "Blitz" histórico: 23-0 Desde el salto inicial, la energía de los Knicks fue sofocante. La defensa neoyorquina, revitalizada por el regreso de OG Anunoby, impidió que el Jazz anotara un solo punto durante más de medio cuarto. Mientras tanto, la ofensiva local funcionaba como una máquina perfecta. Jalen Brunson, quien finalizaría la noche con 33 puntos, coronó esta racha con un triple que puso el marcador 23-0. Según los registros oficiales de la liga, es la racha de puntos consecutivos más larga para iniciar un partido desde que se comenzó a documentar el "play-by-play" en la temporada 1996-97. Utah no conoció el aro hasta que el daño ya era irreversible.


Lluvia de puntos y profundidad de plantilla Fue la noche más productiva de la temporada para la ofensiva de los Knicks. Además de la maestría habitual de Brunson, el equipo contó con un francotirador en estado de gracia: Deuce McBride. El escolta suplente castigó el perímetro acertando 7 de sus 10 intentos de triple, terminando con 22 unidades y manteniendo la intensidad cuando los titulares descansaban.


Karl-Anthony Towns dominó la pintura con 18 puntos y 9 rebotes, imponiendo su físico ante un equipo de Utah que venía de jugar (y ganar) la noche anterior en Brooklyn, y que claramente pagó el precio del cansancio en el segundo juego de su back-to-back.


El factor Anunoby La buena noticia para el entrenador Tom Thibodeau, más allá del récord, fue la reincorporación de OG Anunoby. El alero titular regresó tras perderse nueve encuentros por una lesión en el tendón de la corva izquierda. Jugando con una manga de compresión en la pierna, Anunoby disputó 22 minutos controlados, aportando 11 puntos y esa versatilidad defensiva que lo hace indispensable. La amplia ventaja (que llegó a ser de 41 puntos) permitió que él y el resto de los estelares descansaran todo el último cuarto.


Utah: Sin piernas ni respuesta Por parte del Jazz, la noche fue una pesadilla estadística. Lauri Markkanen y el joven base Keyonte George sumaron 18 puntos cada uno, mientras que Jordan Clarkson, antiguo Sexto Hombre del Año, agregó 16 tantos viniendo desde la banca. Sin embargo, el esfuerzo realizado 24 horas antes para vencer a los Nets pesó demasiado; el equipo nunca tuvo la frescura para responder al golpe inicial de Nueva York y vio frustrado su intento de hilar tres victorias consecutivas.


Con este resultado, los Knicks envían un mensaje de poderío en la Conferencia Este, demostrando que cuando están sanos y conectados, su techo ofensivo y defensivo es de élite.

La "Revolución de los Novatos" en Charlotte aplasta a Toronto; preocupación por el tobillo de LaMelo Ball

Foto: TheCanadianPress/ FRank Gunn
 


En una noche de contrastes en el Scotiabank Arena, los Charlotte Hornets encontraron en su sangre nueva la fórmula para desmantelar a los Toronto Raptors por 111-86, cerrando una gira de tres partidos con una victoria contundente. Sin embargo, la celebración quedó matizada por la incertidumbre: LaMelo Ball, el motor de la franquicia, abandonó la duela lesionado.


Los novatos toman el mando Ante la salida prematura de su estrella, los novatos de Charlotte dieron un paso al frente con una madurez impropia de su experiencia. Kon Knueppel fue el arquitecto de la ofensiva, registrando 21 puntos y 7 asistencias, manejando los tiempos del partido con frialdad. A su lado, el francés Tidjane Salaun vivió la mejor noche de su joven carrera, igualando la marca de 21 puntos. Salaun fue letal en el cierre, anotando 13 puntos en el cuarto periodo, incluyendo un triple clave que estiró la ventaja a 25 puntos y quebró definitivamente el espíritu de los locales.


La profundidad del draft de los Hornets brilló en todas las facetas: el pívot novato Ryan Kalkbrenner y el alero de segundo año Brandon Miller aportaron 12 puntos cada uno, complementando los 15 puntos y 9 rebotes del veterano Miles Bridges.


Alarma por LaMelo El momento que silenció a la banca visitante ocurrió a principios del tercer cuarto. LaMelo Ball, quien hasta ese momento sumaba 11 puntos y controlaba el juego, resbaló en la duela sufriendo una torcedura de tobillo. El base se retiró a los vestidores cojeando visiblemente y no regresó al encuentro. Dada su historial de lesiones en los tobillos, la franquicia y los aficionados contienen la respiración a la espera del parte médico oficial.


Toronto: Fatiga y falta de puntería Los Raptors, que venían de una dolorosa derrota sobre la bocina ante los Lakers la noche anterior, mostraron piernas pesadas y mente nublada. Salvo por la explosión anotadora de Immanuel Quickley, quien terminó con 31 puntos, el resto del equipo naufragó. Brandon Ingram tuvo una noche gris con solo 7 puntos y 9 rebotes, mientras que Scottie Barnes aportó 13 unidades insuficientes para evitar la cuarta derrota en los últimos cinco juegos.


El partido tuvo un inicio inusual con una demora de 10 minutos apenas arrancado el reloj, debido a una falla técnica con las luces estroboscópicas de la arena. Aunque Toronto ganó el primer cuarto 24-18, el colapso llegó en el segundo periodo. Una racha de 17-0 favor de Charlotte, propiciada por pérdidas de balón y tiros errados de los canadienses, dio vuelta al marcador. Toronto se fue al descanso con 42 puntos, su mitad más pobre ofensivamente en lo que va de la temporada, y nunca pudo recuperarse.


Con este resultado, los Hornets aseguran la serie de temporada ante los Raptors (2-1) y demuestran que, incluso sin Ball en la cancha, su núcleo joven tiene el talento para competir y ganar.

La "Tyson-manía" y un tercer cuarto brutal impulsan la remontada de los Cavs sobre los Spurs

Foto: AP/ Sue Ogrocki

 


Cleveland Cavaliers demostraron su resiliencia la noche del viernes en el Rocket Mortgage FieldHouse, sobreponiéndose a una desventaja de doble dígito y a una enfermería llena para derrotar 130-117 a los San Antonio Spurs. La victoria, que pone fin a una racha de dos descalabros consecutivos en casa, se gestó gracias a una explosión ofensiva tras el descanso y al surgimiento de un héroe inesperado: Jaylon Tyson.


El despertar en el tercer periodo Durante la primera mitad, el guion pareció favorecer a los visitantes. Los Spurs, orquestados por un Devin Vassell en estado de gracia (quien anotó 25 de sus 28 puntos y encestó siete triples antes del medio tiempo), controlaron el ritmo y llegaron a tener una ventaja de 10 puntos. Sin embargo, la charla en el vestuario de Cleveland surtió efecto inmediato.


El tercer cuarto fue una demostración de poderío ofensivo por parte de los locales. Los Cavs montaron una racha devastadora de 23-4 que transformó el déficit en una ventaja de 98-81. En el centro de este huracán estuvo Jaylon Tyson. El joven alero se convirtió en la bujía del equipo, anotando 11 puntos durante ese lapso crítico de cinco minutos y medio, y finalizando el cuarto con 16 de sus 24 puntos totales. Cleveland cerró ese periodo con 44 puntos, una cifra que desmoralizó a la defensa texana y sentenció virtualmente el encuentro (108-91 al inicio del último cuarto).


Liderazgo y profundidad ante las bajas Donovan Mitchell ejerció su rol de superestrella, finalizando como el máximo anotador de su equipo con 28 puntos y repartiendo 8 asistencias, manejando los hilos ante la ausencia del base titular Darius Garland (baja por dolor en el dedo gordo del pie izquierdo). En la pintura, ante la falta del pívot Jarrett Allen (distensión en el tercer dedo de la mano derecha), Evan Mobley dio un paso al frente con un sólido doble-doble de 17 puntos y 10 rebotes, además de 5 asistencias. Dean Wade complementó el esfuerzo con 12 unidades y 8 tableros.


San Antonio: Talento sin premio y fatiga Por parte de los Spurs, la llegada de De'Aaron Fox continúa dando frutos estadísticos, sumando 25 puntos y 9 asistencias, mientras que Keldon Johnson aportó 14 unidades desde el banquillo. Sin embargo, el equipo dirigido por Mitch Johnson no pudo mantener la intensidad defensiva en la segunda mitad. El calendario tampoco ayuda: San Antonio tiene marca de 4-3 en su actual gira, que implica visitar nueve ciudades en 18 días, con solo un partido en casa programado entre el 21 de noviembre y el 16 de diciembre.


Hospital en ambas franquicias El partido estuvo condicionado por ausencias notables. La estrella francesa de los Spurs, Victor Wembanyama, se perdió su décimo partido consecutivo debido a rigidez en la pantorrilla izquierda, mientras que el novato sensación Stephon Castle ligó su novena ausencia por dolor en la cadera izquierda. Aunque el entrenador Johnson aseguró que ambos "progresan en la dirección correcta", su ausencia fue notable en la protección del aro. Además, el centro Luke Kornet estuvo inactivo tras sufrir un esguince de tobillo izquierdo el jueves en Orlando.


Por Cleveland, además de Garland y Allen, tampoco vio acción el alero Sam Merrill debido a un esguince en la mano derecha.


Con este resultado, los Cavaliers recuperan sensaciones y suman su segunda victoria en los últimos seis compromisos, mientras los Spurs deberán reagruparse rápidamente para continuar su exigente gira por la carretera.

El Magic sobrevive al asedio de Miami: Wagner brilla y Adebayo perdona en el último suspiro

Foto: @OrlandoMagic (X)


En una noche cargada de tensión y con sabor a playoffs anticipados, el Orlando Magic defendió su casa con uñas y dientes para imponerse 106-105 al Miami Heat, en un duelo que no se resolvió hasta que el sonido de la chicharra final decretó la suerte de los visitantes.


Franz Wagner se erigió como el faro ofensivo de la franquicia de Florida Central, firmando una actuación estelar de 32 puntos que sostuvo al equipo en los momentos más críticos. Fue secundado por la energía inagotable de Jalen Suggs, quien aportó 22 unidades fundamentales, incluyendo una bandeja en los segundos finales que dio al Magic una ventaja de 106-101, colchón que a la postre resultaría vital.


Un cierre de infarto y el factor Powell Miami, lejos de rendirse, montó una furiosa remontada en el último minuto liderada por el veterano Norman Powell. El escolta, quien finalizó con 28 puntos, anotó dos bandejas consecutivas en el cierre que mantuvieron al Heat con vida artificial hasta la última posesión. Sin embargo, la fortuna no sonrió a los de South Beach: Bam Adebayo, quien había dominado la pintura con un doble-doble monstruoso de 24 puntos y 15 rebotes, tuvo en sus manos el tiro de la victoria, pero su lanzamiento errado al sonar la bocina desató la euforia en el Kia Center.


El regreso de Banchero y las sombras de Bane La noche también estuvo marcada por el retorno de Paolo Banchero. La joven superestrella del Magic volvió a la duela tras perderse diez compromisos por una distensión en la ingle izquierda. Con una restricción de minutos evidente, Banchero jugó 20 minutos en los que sumó 9 puntos y 6 rebotes, mostrando destellos de su calidad aunque con la falta de ritmo lógica tras la inactividad.


En contraste, Desmond Bane vivió una jornada para el olvido. El tirador del Magic no encontró el aro en toda la noche, terminando con apenas 5 puntos y una preocupante estadística de 2 aciertos en 16 intentos de campo, una ineficacia que Miami estuvo cerca de capitalizar.


Contexto y lo que viene El Heat afrontó el compromiso sin una de sus principales armas, Tyler Herro, quien quedó fuera de combate tras lesionarse el dedo gordo del pie derecho el miércoles pasado en Dallas. Esta baja sensible pesó en la rotación de un Miami que, tras haber hilado seis victorias consecutivas, ahora ha caído en tres de sus últimos cuatro encuentros, perdiendo inercia en la Conferencia Este.


Por su parte, Orlando confirma su buen momento al haber ganado siete de sus últimos nueve enfrentamientos. Este triunfo sirve como el preludio perfecto para el "segundo asalto": ambos equipos se verán las caras nuevamente este martes en el mismo escenario, pero con apuestas mucho más altas, en un duelo de eliminación directa por los Cuartos de Final de la Copa NBA.


Mientras el Heat regresa a casa para recibir a Sacramento este sábado, el Magic tendrá una dura prueba visitando a los Knicks en Nueva York el domingo, antes de centrar toda su atención en el decisivo choque copero del martes.

La maquinaria perimetral de los Celtics humilla a los Lakers con una histórica lluvia de triples

Foto: @celtics (X)
 

En un nuevo capítulo de la rivalidad más laureada de la NBA, los Boston Celtics impartieron una cátedra de baloncesto moderno y eficiencia ofensiva al imponerse con contundencia, 126-105, a Los Angeles Lakers en el TD Garden. El marcador final, aunque abultado, apenas refleja la disparidad vista en la duela, donde el arsenal de tiradores de Boston desmanteló sistemáticamente la defensa angelina, dejando estéril una noche heroica, pero solitaria, de Austin Reaves.


El encuentro quedó prácticamente definido en los primeros compases. Los Celtics, fieles a la filosofía implementada por Joe Mazzulla, salieron decididos a establecer el ritmo desde más allá del arco. Derrick White encendió la mecha con una ráfaga de tres triples consecutivos en los primeros minutos, forzando al entrenador de los Lakers, JJ Redick, a pedir un tiempo muerto prematuro con su equipo abajo 7 puntos y sin respuestas defensivas. El primer cuarto cerró con un lapidario 39-17, una losa de 22 puntos que marcaría la tónica del resto de la velada.


La primera mitad fue una demostración de fuerza bruta desde el perímetro por parte de los locales. Boston registró un asombroso 63% de acierto en triples antes del descanso, una estadística insostenible para cualquier defensa rival. La circulación de balón de los verdes generó tiros abiertos constantemente, exponiendo las rotaciones tardías de unos Lakers que se vieron superados en velocidad y ejecución. La ventaja llegó a estirarse hasta los 29 puntos, convirtiendo el mítico recinto de Massachusetts en una fiesta anticipada.


Del otro lado, los Lakers enfrentaron una tormenta perfecta. Llegando en el segundo partido de un back-to-back (juegos en noches consecutivas) tras un esfuerzo extenuante en Toronto, y lidiando con la gestión de cargas de sus principales figuras, el peso ofensivo recayó casi exclusivamente en Austin Reaves. El guardia no decepcionó en lo individual, finalizando con 36 puntos, 3 rebotes y 8 asistencias. Su línea estadística incluyó un eficiente 9 de 18 en tiros de campo y un casi perfecto 15 de 17 desde la línea de tiros libres, reflejo de su agresividad atacando la pintura ante la falta de espacios por fuera.


Sin embargo, Reaves fue un náufrago en su propio equipo. Los Lakers, como colectivo, sufrieron enormemente en la primera mitad, lanzando apenas para un 26% de campo. Aunque hubo chispazos de Gabe Vincent (18 puntos, incluyendo dos triples oportunos antes del descanso) y el esfuerzo habitual de Rui Hachimura (13 puntos y 7 rebotes) en la pintura, la ausencia de una segunda espada confiable que absorbiera la presión defensiva de Boston fue evidente.


El tercer periodo trajo un espejismo de competitividad. Los Lakers, con más orgullo que buen juego, montaron una racha de 9-0, seguida más tarde por un cierre de 8-0 que logró reducir la desventaja a 15 puntos (97-82), inyectando algo de nerviosismo en la afición local. Fue el mejor momento de baloncesto de los visitantes en toda la noche.


La respuesta de Boston al inicio del último cuarto fue quirúrgica y despiadada. Dos triples consecutivos nada más reanudarse el juego apagaron el conato de rebelión y devolvieron la ventaja a dígitos inalcanzables. La profundidad de la plantilla de los Celtics quedó de manifiesto: casi todos los jugadores que pisaron la duela anotaron al menos seis puntos, mostrando un ataque democrático donde el peligro llega desde cualquier posición. Incluso el novato Baylor Scheierman tuvo minutos en un equipo que funciona como un reloj suizo.


Con poco más de seis minutos en el reloj, y la diferencia nuevamente rondando los 25 puntos, JJ Redick ondeó la bandera blanca, retirando a Reaves y al resto de los titulares para dar paso a los "minutos de la basura". Bronny James ingresó en el cierre y sumó 5 puntos cuando el destino del partido ya estaba sellado.


Esta derrota por 126-105 deja a los Lakers con interrogantes claras sobre su capacidad para competir contra la élite de la liga cuando su plan A no está disponible al cien por cien, especialmente contra equipos con la potencia de fuego de Boston. Por su parte, los Celtics consolidan su estatus como el equipo a vencer en la Conferencia Este, enviando un mensaje contundente a toda la NBA: su volumen y efectividad en el tiro exterior es un arma capaz de desarmar a cualquier rival en cuestión de minutos.

jueves, diciembre 04, 2025

Sin Edwards, no hay problema: Randle y Reid lideran racha letal de 15-0 para hundir a los Pelicans

Foto: AP/Ella Hall


En la NBA, los equipos contendientes encuentran formas de ganar incluso cuando su mejor jugador tiene una noche de pesadilla. Los Minnesota Timberwolves demostraron esa madurez la noche del jueves en el Smoothie King Center, imponiéndose 125-116 a los New Orleans Pelicans para sumar su cuarta victoria consecutiva y la segunda en tres días en territorio de Luisiana.


Mientras que el martes pasado Anthony Edwards brilló con 44 puntos en una victoria en tiempo extra, este jueves la historia fue distinta. "Ant-Man" fue neutralizado por la defensa de los Pelicans y sus propios problemas de faltas, terminando con apenas 11 puntos y ocho pérdidas de balón. Sin embargo, la maquinaria de los Wolves no se detuvo, gracias al liderazgo de Julius Randle y la energía inagotable de Naz Reid. Desde el salto inicial, Julius Randle marcó la pauta. El ala-pívot estuvo intratable, cerrando la noche con 28 puntos, siendo el motor ofensivo que permitió a Minnesota cerrar el primer cuarto con una ventaja de 35-30 tras una racha de 9-2.


El partido se tornó ríspido en el segundo cuarto. La ofensiva de los Wolves se congeló (8 de 28 en tiros de campo) y los Pelicans, impulsados por la necesidad de romper una racha negativa, empataron el marcador a 62 al llegar al descanso. La frustración de Minnesota creció en el tercer periodo. Edwards cometió su cuarta falta personal y se vio obligado a sentarse en la banca durante los últimos 10:32 minutos del cuarto. La defensa de New Orleans fue agresiva, aplicando blitzes y coberturas dobles que sacaron de ritmo al joven escolta. Pese a la ausencia de su estrella, los Wolves lograron mantenerse a flote, llegando al último periodo abajo por solo una posesión (90-88).


El último cuarto fue una clínica defensiva y de ejecución por parte de Minnesota. El entrenador de los Wolves ordenó una defensa de zona que confundió totalmente a los Pelicans, quienes fallaron sus primeros ocho intentos de campo del periodo final. Aprovechando la sequía local, apareció la figura de Naz Reid. El "Sexto Hombre" de lujo jugó todo el cuarto periodo —dejando en la banca al estelar defensivo Rudy Gobert— y cambió la dinámica del juego anotando 11 de sus 19 puntos totales en este tramo.


Reid encendió una devastadora racha de 15-0 con dos triples y una espectacular clavada en alley-oop. Curiosamente, fue Edwards quien puso la cereza al pastel; tras regresar a la duela, encestó un triple desde la esquina que coronó el parcial y dejó el marcador 103-91 con 7:29 por jugar, una ventaja que New Orleans ya no pudo amenazar.


Con este resultado, Minnesota confirma su estatus en la Conferencia Oeste, demostrando que tienen el arsenal suficiente para ganar batallas de diferentes estilos, ya sea con explosividad estelar o con ejecución colectiva y defensa asfixiante.

LeBron James termina racha histórica en Victoria de Lakers con triple ganador de Rui Hachimura

Foto: ESPN

 


En un encuentro vibrante y de alto nivel competitivo, los Los Angeles Lakers consiguieron una importante victoria en la casa de los Toronto Raptors, imponiéndose 123-120, en un juego que quedará marcado en la historia de la NBA por poner fin a una racha legendaria de LeBron James.


El cierre fue emocionante: con el marcador empatado a 120 y apenas tres segundos en el reloj, James tuvo en sus manos la última posesión para continuar con una de las más impresionantes series en la historia del deporte, una racha (1,297 partidos consecutivos con dobles dígitos en anotación) que había comenzado en enero de 2007 y superaba ampliamente a Michael Jordan y Kareem Abdul-Jabbar. Sin embargo, conscientes del contexto y buscando la mejor opción para su equipo, James eligió no buscar el tiro ganador para sí mismo y en cambio asistió al japonés Rui Hachimura, quien desde la esquina lanzó un triple impecable para dar la victoria a los Lakers y levantar los brazos en celebración junto a LeBron.


Aunque James terminó el partido con solo 8 puntos, producto de un pobre 4 de 17 en tiros de campo, y falló sus cinco intentos desde la línea de triple sin asegurar ningún tiro libre, su aporte fue fundamental desde el juego áereo, repartiendo 11 asistencias que generaron opciones claras para sus compañeros. Cabe destacar que esta temporada James ha estado en proceso de recuperación y adaptación tras perder el primer mes debido a problemas de ciática.


El escolta Austin Reaves fue el principal motor ofensivo del equipo angelino, con una actuación espectacular de 44 puntos, destacando especialmente en el tercer cuarto con 22 puntos, lo que permitió a los Lakers sobreponerse a la ausencia de su compañero estrella Luka Doncic. Otros aportes destacables fueron los 17 puntos de Deandre Ayton, 14 de Jake LaRavia, y 12 tanto de Hachimura como de Nate Smith Jr..


El duelo marcó también un paso importante para los Lakers en esta temporada 23 de la carrera de LeBron, donde el equipo sorprende al ubicarse segundo en la Conferencia Oeste con récord de 16-5. Afianzando una mezcla de juventud y experiencia, el equipo continúa mostrando potencial para pelear en la postemporada.


Este partido será recordado no solo por la victoria ajustada contra un rival fuerte como Toronto —segundo clasificado del Este— sino también por el fin de una racha histórica que simboliza la longevidad y consistencia de una carrera insuperable en la NBA.