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| Foto: Wimbledon.com |
Apoyado en su saque, en una de las tardes que mejor se le recuerdan en esta faceta en los últimos meses, Roger Federer se metió en la tercera ronda de Wimbledon tras derrotar a Lukas Lacko, que fue espectador de lujo de la clase maestra del suizo al servicio. Roger, en hora y media de partido, certificó su pase por un marcador de 6-4 6-4 6-1, llevándose una buena carga de confianza en su mochila. Struff o Karlovic será su siguiente rival.
Comenzó el partido con un Lacko suelto en sus golpes y rostro concentrado, sabiendo lo que hacía. Es un tenista experimentado, de 30 años y teniendo la hierba como la segunda superficie con más victorias para él (18) habiendo completado una más que aceptable gira, donde hizo final en Eastbourne. Se le vio con buena mano al eslovaco, conectando grandes golpes ante un Federer que empezó tanteando al rival, probando cosas y estudiándole para ver por dónde flaqueaba y por dónde se mostraba más seguro. Enseguida comprobó que Lacko era peligroso pegando parado y que en cuanto se movía de lado a lado perdía sensación de bola. Roger decidió que tras seis juegos y con 3 iguales en el marcador, era hora de apretar un poco y sacar la varita mágica. No le bastó demasiado para lograr el break que le permitiría comenzar con ventaja.
Si algo funcionó bien hoy para Federer eso fue el servicio. Mientras en el primer set solo se dejó 7 puntos con el saque, en el segundo dejó completamente sin opciones a Lacko. El eslovaco perdió todos los juegos al resto en blanco. Roger no dejó que su rival ganase un solo punto cuando él servía. Una superioridad brutal. Cuando el helvético es capaz de mantener este nivel de servicio y mostrarse tan acertado, no sólo a nivel de aces sino sintiendo tan bien la pelota, variando muchísimo, atreviéndose a pegarle duro y probar cosas nuevas y, sobre todo, con un porcentaje tan alto de primeros, en una superficie como la hierba es casi imposible ganarle.
Lacko empezó a ver una montaña demasiado alta de escalar cuando el suizo se apuntó la segunda manga, mostrándose infranqueable con su saque como decimos, y empezó luego la tercera con otro break. Roger seguía conectando juegos en blanco con su saque, uno tras otro, y el eslovaco no veía la forma de conseguir ni un solo punto. Federer decía hace un par de semanas que necesitaba más partidos y menos entrenamientos para poner en juego todas sus armas y probarse en competición. Hoy, pudo comprobar que si se mantiene a este nivel al saque, no importa que esté a apenas un mes de cumplir 37 años, seguirá siendo muy competitivo y un clarísimo candidato a ganar una vez más en Wimbledon. Después de algunos torneos donde quizá le vimos menos fino de lo normal al servicio, lo de hoy llena de ilusión a sus aficionados, que ansían verle pelear de nuevo por el trofeo en Londres. Las sensaciones que deja tras su victoria de hoy, desde luego, son inmejorables.
Fuente: Punto de break
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