El tenista británico Andy Murray cayó ante el español Fernando Verdasco, en la segunda jornada del torneo de Grand Slam Abierto de Estados Unidos, con lo que éste último se puso en ronda de 32.

Andy no había disputado un torneo de Grand Slam después de su lesión en la cadera, ya que en Wimbledon dijo no estar apto para un torneo de tal exigencia, por lo que en esta edición fue eliminado en la ronda de 64 ante un Verdasco que expuso su mejor versión.

El español no le ganaba al británico desde que él alcanzó su mejor ranking en la ATP en el peldaño siete y Murray estaba como cuarto, cuando se enfrentaron en Australia en el 2009 en los octavos de final.

En un largo partido, Verdasco estuvo al frente en el primer set, cedió el segundo, pero en los dos últimos se llevó el partido con un marcador de 7-5, 4-6, 6-4 y 6-4; con un último punto en el que ninguno de los jugadores cedía la ventaja; con este resultado se coloca en la ronda de 32, en donde ya lo esperaba el argentino número tres de la clasificación Juan Martin del Potro.

Fuente: El siglo de Torreón

El tenista británico Andy Murray inició con el pie derecho el Abierto de Estados Unidos, cuarto y último Grand Slam de la temporada, al derrotar en la primera ronda al australiano James Duckworth.

Aunque el partido se le complicó y le fueron necesarias tres horas y 17 minutos para terminar el encuentro en cuatro sets, Murray se colocó en la siguiente ronda del torneo por parciales de 6-7 (5/7), 6-3, 7-5 y 6-3.

Luego de perderse Wimbledon tras no haberse recuperado por completo de su lesión, el ex número uno del mundo regresa a los Grand Slam con importante victoria.

En británico enfrentará al español Fernando Verdasco, quien venció a su compatriota Feliciano López con marcador de 6-2, 7-5 y 6-4.

Fuente: El siglo de Torreón

Tenemos que hablar de Andy. El jugador británico tiene un juego que se amolda perfectamente a la hierba, ostenta una gran capacidad de contraataque y se afana cada año en mejorar a pesar de que las cosas no vayan como él mismo quisiera. Como quien espanta una mosca que ronda en una apacible noche de julio, como quien solventa un molesto y sencillo trámite burocrático cuando desearía estar divirtiéndose con sus amigos. Con esa suficiencia mayúscula solventó Andy Murray su compromiso ante Stan Wawrinka en la primera ronda del torneo de Eastbourne por un inapelable 6-1 y 6-4 en una hora y 18 minutos de juego.

Así pues, cada año es un reto para el de Dunblane, y su rendimiento depende en gran medida de las sensaciones adquiridas durante los torneos previos. El pasado año antes de viajar a Wimbledon, el jugador británico cayó en primera ronda de Queen's ante Jordan Thompson y este año el ex número uno del mundo le apeteció cambiar, y además de jugar en Queen's, decidió aceptar una wildcard para jugar en Eastbourne, para llegar algo más rodado para la gran cita de Wimbledon. Hoy Andy se presentaba en este torneo con la exigencia de conseguir una victoria, tras la decepción que tuvo hace una semana ante Nick Kyrgios. Hoy al fin lo ha conseguido a fuerza de sufrir, y ante un Wawrinka que estuvo lejos de su mejor nivel.

No es tanta la diferencia entre ambos jugadores, ni siquiera sobre esta superficie. Tanto Murray como Wawrinka han sufrido muchísimo a causa de las lesiones, algo que les ha llevado a salir fuera del top 100 tras muchos años en la élite. Hoy se demostró que Stan no parece haberse recuperado física ni mentalmente de estar muchos meses fuera y lo pagó muy caro. Impreciso, lento de piernas y falto de intensidad. Wawrinka no encontró ni siquiera en su saque, un argumento para mantenerse en la pomada e ir entrando en calor. Desde los primeros compases del encuentro, se apreció que no era su día. No veía huecos ante un Murray muy concentrado, y esto provocaba que el helvético se precipitara constantemente con numerosos errores no forzados.

El escocés olió sangre y fue ese jugador rocoso pero a la vez ofensivo, que sale a la luz cuando juega con demasiada intensidad e ilusión. Una muralla inexpugnable que no solo repelió las acometidas de Wawrinka, sino que le atacó con mucha fiereza desde el fondo de la pista y desde la red. El suizo pudo hacerse con un solo juego en la primera manga, pero mejoró algo más sus prestaciones en la segunda manga, pero lejos de inquietar el buen hacer de Murray, que en segunda ronda espera a su compatriota y amigo Kyle Edmund.

Fuente: Punto de break

Parece que la recuperación de Andy Murray va por muy buen camino. Tras operarse nuevamente de la cadera a comienzos de año, parece que el jugador británico está muy cerca de volver a pisar una pista de tenis. Según confirma The Guardian, el ex número uno del mundo tiene en mente reaparecer para el torneo de Queen's que comenzará el próximo 18 de junio y que servirá para poder preparar Wimbledon, último torneo que disputó el escocés en el circuito profesional.

El de Dunblane comenzó a luchar con las molestias en su cadera en semifinales de Roland Garros y luegó se agrabó en Wimbledon, perdiendo en octavos de final ante el estadounidense Sam Querrey y comunicando que causaría baja para lo que restaba de temporada. El escocés esperaba que con descanso y con un tratamiento no quirúrgico curarían dicho problema, pero ese no fue el caso, y no le quedaba otra opción que el de pasar por el quirófano. Hasta el momento, Murray ha caído al puesto número 21 del ránking y perderá el próximo lunes el número uno británico por primera vez en esta última década, cuando sus puntos al ganar Dubái el pasado año se resten y Kyle Edmund le supere en la clasificación. Si se cumplen los plazos previstos, es muy probable que Andy se ubique fuera del top 100 cuando finalmente regrese a la acción, aunque podrá ingresar a la mayoría de los torneos utilizando el ránking protegido.

Hemos visto al ex número uno del mundo trabajar duramente en el gimnasio junto al resto de su equipo, realizando sesiones regulares de Pilates y de musculatura, antes de un retorno anticipado al entrenamiento en cancha a finales de este mes de marzo.

Al igual que hiciese en su preparación para el Open de Australia, Murray tiene planteado trasladarse a Florida antes del comienzo del Masters 1000 de Miami para intensificar los entrenamientos junto a tenistas en activo y quizás jugar algún tipo de partido de exhibición para poder testear su recuperación. Recordemos que el escocés ya disputó un partido de exhibición en el Mubadala World Tennis Championship ante el español Roberto Bautista, donde se le vio muy falto de ritmo y con muchos problemas de movimiento.

Fuente: Punto de break

El escocés Andy Murray se ha sometido a una cirugía de cadera en Melbourne (Australia) y confía en poder volver a jugar este mismo año "en la temporada de hierba", según ha informado el mismo jugador en una de sus redes sociales.

"Hoy me he sometido a una exitosa cirugía de cadera en el hospital st. Vincent en Melbourne. Me gustaría dar las gracias al Dr. John O'Donnell y a todo el personal por cuidarme. Espero volver a la competición en la temporada de hierba. Gracias a todo el mundo por todos los buenos deseos y el apoyo en los últimos días. Voy a volver de esto", dice Murray.

Cuatro días después de anunciar su retirada para el Abierto de Australia, el exnúmero uno del tenis ha informado de su paso por el quirófano, después de haber estado dudando en seguir con la rehabilitación o tomar una medida más drástica como la cirugía.

Murray no ha vuelto a empuñar una raqueta desde que fue eliminado en cuartos de final de Wimbledon por el estadounidense Sam Querrey.

El escocés ya había sufrido una gran lesión en la espalda en 2013. Se sometió a una cirugía después del US Open y se perdió el final de la temporada, para volver en enero de 2014.

Fuente: El Siglo de Torreón

El británico Andy Murray disputará este martes un partido de exhibición contra el suizo Roger Federer en Glasgow, de carácter benéfico en lo que será su reaparición tras algo más de cuatro meses de estar alejado de las pistas por su lesión de cadera.

Murray, de 30 años, disputó su último encuentro el 12 de julio, contra el estadounidense Sam Querrey en los cuartos de final de Wimbledon. Después se vio obligado a darse de baja en el Abierto de Estados Unidos. Desde entonces ha descendido al puesto 16 del mundo.

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Además del partido individual contra Federer, Andy jugará otro junto con su hermano Jamie y contra su compatriota Tim Henman y el iraní Mansour Bahrami.

Para Federer, de 36 años, será su primera actuación en Escocia y le servirá de preparación para las Finales ATP que se disputan en el O2 londinense a partir del domingo.

Fuente: Globovision/EFE

Andy Murray anunció el sábado que no jugará el Abierto de Estados Unidos por una lesión de cadera, sumando otra baja de un jugador de cartel para el último Grand Slam de la temporada. 

El tenista británico era el segundo preclasificado del torneo que comienza el lunes en Flushing Meadows. 

"Hice todo lo posible para poder estar en condiciones de competir aquí y estuvo sin actividad varias semanas tras Wimbledon. Desde luego que he consultado con varios especialistas de cadera. Traté de descansar, rehabilitar, para poder llegar aquí”, dijo Murray, cuya consagración en el US Open de 2012 le dio el primero de sus tres títulos en las grandes citas. 

“Venía entrenándome bien durante los últimos días”, dijo. “Pero siento demasiado dolor para poder ganar el torneo. Y eso es lo que, al fin de cuentas, es lo que uno busca”. 

Murray no juega desde el 12 de julio en Wimbledon, donde era el defensor del título y fue notorio que la lesión le afectó al sucumbir en cinco sets ante Sam Querrey en los cuartos de final. Murray mencionó el sábado que empezó a acusar molestias en la cadera cuando perdió Stan Wawrinka en las semifinales del Abierto de Francia en junio. 

Con la voz entrecortada en una rueda de prensa, Murray señaló que decidirá en “los próximos días” si pone fin a su temporada debido a la lesión. 

Murray ha lidiado con problemas en la cadera durante su carrera, pero sin llegar al extremo de una ausencia prolongada del circuito. 

“Estoy seguro que me hubiera hecho más daño al tratar de jugar. Fue más bien una cuestión de que desapareciera con el paso del tiempo”, indicó Murray. “Es obvio que no me alcanzó el tiempo”. 

El segundo del ranking mundial se suma a Novak Djokovic, Wawrinka, Kei Nishikori y Milos Raonic entre las bajas por lesión del US Open. 

Wawrinka, defensor del título, se operó recientemente la rodilla izquierda. Djokovic, el campeón de 12 grandes que perdió ante Wawrinka en la final de 2016, arrastra una dolencia en el codo derecho. Nishikori, subcampeón en 2014 en Nueva York, padece una dolencia en la muñeca derecha. Los tres han dicho que no jugarán más en lo que resta del año. 

Raonic, subcampeón de Wimbledon 2016, se bajó por un problema en la muñeca izquierda. 

Todas estas bajas implican que cinco de los 11 primeros del ranking de la ATP esta semana se ausentarán al dar comienzo el Grand Slam estadounidense. 

Esto deja a Rafael Nadal (primer preclasificado) y a Roger Federer (tercero) como los dos grandes favoritos por el título masculino. Los dos quedaron en la misma mitad de la llave, confeccionada el viernes, por lo que solo podrán medirse en las semifinales en Nueva York.

Fuente: AP/20 minutos

La clasificación de los mejores tenistas no registró ningún movimiento en los últimos días. Andy Murray sigue como el uno.

Los diez mejores jugadores del circuito guardaron su posición en el ránking que la ATP

Andy Murray sigue siendo el número uno, mientras que Rafael Nadal es el dos.

El único movimiento que se dio fue el del español David Ferrer, quien se encuentra en la posición número 33, subiendo 13 puntos en el escalafón,

Clasificación ATP a 24 de julio:

Andy Murray (GBR) 7.750 pts

Rafael Nadal (ESP) 7.465

Roger Federer (SUI) 6.545

Novak Djokovic (SRB) 6.325

Stan Wawrinka (SUI) 6.140

Marin Cilic (CRO) 5.075

Dominic Thiem (AUT) 4.030

Kei Nishikori (JPN) 3.740

Milos Raonic (CAN) 3.310

Grigor Dimitrov (BUL) 3.160

Alexander Zverev (GER) 3.070

Jo-Wilfried Tsonga (FRA) 2.805

David Goffin (BEL) 2.605 (+1)

Tomas Berdych (CZE) 2.570 (+1)

Pablo Carreño (ESP) 2.350 (+1)

Gaël Monfils (FRA) 2.275 (-3)

Lucas Pouille (FRA) 2.255 (+1)

Roberto Bautista (ESP) 2.245 (+1)

Jack Sock (USA) 2.245 (-1)

John Isner (USA) 2.045 (+1)

Fuente: PSN

Sam Querrey es el primer semifinalista de Wimbledon después de consumar la sorpresa ante el número 1 del mundo, al que venció tras remontar una ventaja de 2 sets a 1 en contra (3-6 6-4 6-7 6-1 6-1). El norteamericano aprovechó las dudas del británico, muy intermitente y finalmente apagado, y ofreció una clase con el servicio y sus golpes más agresivos. Querrey, que ya venció a Djokovic la temporada pasada, consigue la mejor victoria de su carrera y luchará por entrar en la final del próximo domingo.

Lo hará después de un partido, cabe decirse, realmente extraño, muy oscilante en sus tres primeros parciales, en los que Murray, que sin brillar domina con cierta comodidad hasta el 6-3 y 4-3, ofrece una versión muy confusa, de ánimo cambiante, sin concentración en muchos momentos, sin referencias con el servicio y con una movilidad imprevisible. Y todo comienza a suceder cuando adopta un cierto grado de confianza excesiva, una relajación que ve a Querrey hacer rápidamente el contrabreak tras el 4-3 del segundo y el partido se va construyendo a su favor.

En el tercero vuelve a ocurrir algo muy similar, con Murray teniendo ventaja y teniendo que recurrir a un tie break que le coloca con dos sets a uno y al borde de una nueva semifinal, pero de repente vuelve a emerger una versión nublada, muy apagada, con el ya habitual lenguaje corporal que lo relaciona con el hastío. Probablemente con algunas molestias, lo cierto es que desde el 7-6 de la tercera manga, Murray desaparece por completo y pierde hasta cuatro veces su servicio.

Ocurre también que enfrente está un jugador de muchísima calidad cuando activa sus piernas y suelta la mano, un jugador peligrosísimo cuyos morteros no encuentran defensa una vez termina los golpes dentro de la pista y recibiendo bolas cortas. Con confianza, Querrey en hierba es siempre un rival muy complicado, que compite de manera irregular pero que atesora una calidad en sus tres golpes, y una movilidad para su altura, realmente fantásticas en tramos concretos.

Sumadas ambas circunstancias, un parcial de 12-2, con el público cariacontecido por lo extraño del desarrollo, deja al campeón sin defensa del título, después de haberse aclarado el cuadro, ir dos sets a uno y reencontrar el camino que le llevo, en 2016, a lo más alto. Después de seis meses muy difíciles, llenos de sinsabores, Murray podría dejar de ser número 1 si Novak Djokovic vence en Wimbledon el próximo domingo. Uno de los que tratará de impedirlo será Sam Querrey, un tenista infravalorado.

Fuente: Punto de Break

Para alcanzar la gloria hay que saber sufrir. Es un mensaje que todo deportista que aspira a lo máximo ha de tener bien interiorizada en cada día de su vida, y Andy Murray aspira a conquistar su tercer Wimbledon en su carrera deportiva. Está más cerca que nunca, concretamente a tres partidos, y no sólo cuantitativamente, sino también por las sensaciones de superioridad y solidez de las que está haciendo gala en este tercer Grand Slam de la temporada. Hoy, su víctima fue el francés Benoit Paire que acabó sucumbiendo por 7-6 (3), 6-4 y 6-4 en dos horas y 21 minutos de partido.

Desde el comienzo del partido no se vio al Murray alegre y suelto de todo el torneo. Esto lo iba a aprovechar Benoit Paire para romperle el servicio y llevar la manija del primer set en los primeros juegos. La afición que estaba en la pista central alentando a su jugador comenzaban a animar como nunca a Andy que necesitaba algo para cambiar la dinámica del encuentro. Su buen tenis comenzó a llegar, esto y unido a los errores no forzados de Paire provocaron la reacción del tenista escocés que sumó tres juegos consecutivos para ponerse con 5-4 arriba. El set se dilucidó en la muerte súbita, la primera para el escocés en lo que llevamos de Wimbledon. El tenista galo tenía muy claro que tenía que jugar al todo o nada si quería tener opciones de llevarse el set y todo esto conllevó a error tras error. Finalmente fue el escocés el que se llevó el gato al agua a la primera bola de set que tuvo con su servicio y llevarse por un parcial de 7-3 el primer set.

Ya con el primer set en el bolsillo y con la amenaza de lluvia que comenzaba a vislumbrar esas nubes negras en Londres, Murray se fue en busca de un nuevo break que le catapultara a sentenciar prácticamente el encuentro. Tras intentarlo en numerosas ocasiones, el escocés consiguió lo que buscaba en el primer parcial. Esto parecía ya coser y cantar para el británico, pero como suele pasar, se despitó y cedió inmediatamente su ventaja permitiendo que Paire recuperara el terreno en esta segunda manga (3-3). Había mucha inquietud en la pista central del All England Club, y es que Murray volvía a sufrir en el partido.A pesar de este pequeño despiste, el partido no corrió peligro alguno para el número uno del mundo, que volvió a ponerse por delante nuevamente en el marcador en el octavo juego, para ahora sí no dar opción a su rival y sellar el segundo parcial por 6-4.

El tercer y a la postre último parcial fue un recital de golpes por parte del escocés, del que destacó por encima de todos, sus extraordinarias dejadas, tanto de derechas como de revés cortado. El nivel de Andy fue demasiado para Paire, que a pesar de todo, hizo un gran partido. Al igual que ocurriese en el segundo set, en el octavo juego se produjo la rotura a favor del británico que con 6-4 cerró el set y por tanto el partido.

Su rival en cuartos de final saldrá del vencedor del duelo que enfrentará el estadounidense Sam Querrey y al sudafricano Kevin Anderson.

Fuente: Punto de Break

El número uno del mundo tuvo una tarde más ajetreada de lo que se esperaba. Andy Murray necesitó cuatro mangas, que pudieron ser perfectamente cinco, para dejar en el camino al italiano Fabio Fognini por 6-2, 4-6, 6-1 y 7-5. Un partido con muchos altibajos de ambos, especialmente llamativos los del escocés, que en el plano físico evidencia carencias. Pudo remontar un 2-5 en el cuarto así como varias bolas de set para no complicarse más y acceder a los octavos de final de Wimbledon 2017.

El tercer escollo en el camino de Andy Murray por Wimbledon 2017 se presentaba con más nombre que pedigrí sobre la hierba. Nunca Fabio Fognini había osado a cruzar a la segunda semana del Grand Slam londinense. El doble campeón en el All England por su parte, venía de vencer sin dejar lugar a dudas al peligroso Dustin Brown. El guion del set inicial sería fiel a casi cualquier previa sobre el choque. Murray sólido, atento, con intensidad y Fognini disperso, falto de ritmo y chispa. Si bien no sería hasta el sexto juego cuando el gran favorito local abriera hueco en el marcador haciendo buena su primera opción de quiebre del partido. Con el resultado en contra, el italiano entregaba en la práctica el set, cometiendo tres dobles faltas seguidas en el octavo juego para sucumbir por 6-2.

La tarde pintaba plácida para los intereses británicos en la pista central del All England Lawn Tennis Club. Fognini, por contra, tenía otros planes. Jugar en esa pista y ante el ídolo local es un aliciente mayúsculo e incluso el de San Remo no escapaba a esa realidad. Aprovechando las dudas de Murray, que evidenciaba carencias en el plano físico, Fognini tomaba la delantera en el marcador hasta en dos ocasiones. La segunda de ellas fue la buena, con la que se encaminaría hacia la consecución del segundo set. Murray se mostró en una versiçon sumamente gris, dubitativa, incapaz de responder con garantías ante la más que evidente mejoría del transalpino, que había ganado en consistencia, actitud y brillantez. Muchos más ganadores por su parte, algunos de muy bella factura como ciertas dejadas con las que quebraba el ritmo del escocés. Murray a trancas y barrancas, mientras que Fognini, ligero como una pluma, ganaba sus saques para cerrar por 6-4 el segundo acto y añadir un notable punto picante a un partido que se había planteado desde el inicio desabrido y simple.

Lamentablemente para sus intereses, el punto dulce en la raqueta y sobre todo en la cabeza de Fabio Fognini es breve. La primera manga la había cedido sin mucha historia, pero la tercera aún más. En cuanto se vio con 'break' abajo, el de San Remo bajó los brazos para ver como Andy Murray le superaba ampliamente. Todo un rosario de errores no forzados que sumados a un Murray más vivo, explicaban un 6-1 para el de Dunblane que le dejaba a las puertas de sus undécimos octavos de final en Wimbledon.

Como si de una noria se tratara, el nivel de tenis de Fabio Fognini giraba y giraba. Un set tocaba malo, el otro bueno. El cuarto pintaba bueno para él. Más incisivo de nuevo, otra vez enchufado al encuentro. Sería el italiano el que cogiera la delantera en la manga, valiéndose de un errático Murray que con una doble falta entregaba el saque. Pero el cuarto episodio del encuentro nos tenía reservado un emocionante y vibrante desenlace. Fognini iba a ser incapaz de aprovechar una ventaja de 5-2 y de 40-15 con 5-3 para mandar el partido al set final. Otras dos bolas más de set se perderían o bien, las ganaría Murray con tesón, mucha garra y algo de ayuda del italiano, que en una de ellas paraba el punto para pedir un 'challenge', el cual ya no tenía. El llevaba en volandas al escocés que, aferrado a la hierba de la pista central, lograba recuperar la desventaja y adquirirla para acabar cerrando por 7-5 y meterse por undécima ocasión en los octavos de final de Wimbledon. Muchas dudas en su raqueta, pero la casta y la entrega de siempre para doblegar el peligro que entrañaba Fabio Fognini.

Fuente: Punto de Break

Sigue superando obstáculos Andy Murray. El número uno del mundo superó la segunda ronda de Wimbledon, tras derrotar al alemán Dustin Brown por 6-3, 6-2 y 6-2. Sin necesidad de ejecutar grandes golpes y eligiendo siempre la opción más correcta, el tenista escocés demostró que en Wimbledon se siente demasiado bien y solventó por la vía rápida uno de los partidos llamados "trampa" en este certamen. El tenista nacido en Alemania pero con ascendencia jamaicana, siempre ha disfrutado de lo lindo en este Grand Slam y ha conseguido entre otras cosas vencer a Rafael Nadal en esta misma ronda. Sin duda, una lección que tenía muy aprendida Murray antes de saltar a la pista.

Los dos tenistas iniciaron el encuentro muy sólidos con sus respectivos servicios, y es que ambos fueron ganando sus turnos al saque con mucha firmeza y solidez. El británico hacía gala en cada punto de su consistencia desde el fondo de la pista y de su capacidad para leer el juego; mientras que Brown mantenía el encuentro igualado gracias a sus puntos ganados en la red, logrando hasta nueve de los trece que intentó en la primera manga, una característica un tanto peligrosa, pues en el momento en que redujese un poco su nivel, Murray podría aprovechar y finiquitar el primer parcial por la vía rápida en cuanto menos se lo esperase.

Y esta situación no tardó en llegar. Siempre tan concentrado y tan eficiente en su juego, el número uno del mundo se colocó 4-3 arriba y resto, para a continuación conseguir el ansiado break que le daría margen en el primer set y poder cerrarlo con su gran servicio. Brown intentó de todas las maneras posibles conseguir el contrabreak, pero el tenista escocés no dudó en cerrar el primer set con su servicio y poner el 6-3 en el marcador.

Si el primer set se resolvió relativamente rápido, el segundo parcial duró aún menos. Andy había puesto la directa en el partido y su nivel era inalcanzable para un Dustin Brown desarbolado e incapaz de contrarrestar los golpes del número uno del mundo y gran favorito para ganar Wimbledon en su casa. Cinco juegos de manera consecutivos y con dos breaks por encima, Murray cerró el segundo parcial por un intratable 6-2.

Fuente: Punto de Break

En el estreno de la pista central, con el habitual partido programado para el defensor del título anterior, Andy Murray cumplió con los pronósticos y pasó a segunda ronda de Wimbledon tras inclinar con enorme comodidad al joven kazajo Alexander Bublik. Con un desarrollo muy similar en cada uno de los tres parciales disputados, el tenista escocés comenzó con buen pie un torneo al que llega con resultados ciertamente incómodos, sin la confianza de las victorias sobre hierba.

El choque, marcado en sus inicios por la ausencia de enfrentamientos previos, lo que convierte en impredecible la resistencia, en fondo y forma, fue rápidamente descifrado por Andy. La superioridad del número 1 fue constante desde todo punto de vista, aprovechando las dudas de Bublik en su selección de tiro, y generando desde el resto y el servicio el suficiente tenis como para encontrar satisfacción a su actuación. El de Dunblane fue muy superior en cada tramo de partido y desde cada rango de intercambios, tanto los más cortos como las más elaborados.

En actitud y disposición, Murray cerró el puño en cada punto jugado de manera más vertical y atrevida, siendo consciente del cambió de mentalidad propio de la superficie. De los más destacable a nivel formal que tuvo el encuentro fue cómo Bublik usó, con muchísima continuidad, su derecha cortada, rara vez con acierto y éxito, no así algunas dejadas que dotaban de cierta extravagancia su juego en media pista. Eso nunca fue un problema para Murray, pues no condicionó el ritmo del encuentro.

Especialmente atinado estuvo Andy con su servicio a la 'T' en el lado del deuce. A nivel de marcador casi nunca estuvo en manos de Bublik la posibilidad de reengancharse al encuentro o los sets. Fue roto su servicio siempre temprano en cada manga y no aprovechó las bolas de break que hubieran devuelto alguna esperanza a su banquillo. Ni siquiera un 0-40 con 5-4 en el segundo set sirvió para sentir que podía discutir la victoria en uno de los tres sets.

Tampoco la lluvia, invitada a lucirse con 2-0 en el tercer parcial, pudo romper la dinámica del choque. Los pronósticos avisaban de remisión rápida, el techo no se activó y Murray cerró con igual comodidad un debut a pedir de boca: sin sustos, rápido, positivo en cuanto a tenis y con victoria en el electrónico. El escocés se las verá con uno de los jugadores, fuera de los cabezas de serie, más peligrosos del circuito sobre césped: el alemán Dustin Brown.

Fuente: Punto de Break

Andy Murray ya está entre los ocho mejores de la presente edición de Roland Garros. El número uno del mundo se impuso sin apenas complicaciones al prometedor Karen Khachanov (6-3, 6-4, 6-4) para acceder por cuarto año consecutivo a los cuartos de final del major parisino.

El escocés parece haber alcanzado por fin el punto de inflexión que cambie su desastrosa temporada. La brillante victoria ante Juan Martín del Potro parece haber hecho efecto en la moral de un Murray que está empezando jugar conforme a su ranking.

Al igual que en el partido anterior, el planteamiento táctico de Andy fue el adecuado. El de Dunblane supo sacar partido a la inexperiencia de Khachanov, que hoy jugaba su primer partido en la central de un Grand Slam. En los primeros compases, Murray adoptó su versión más defensiva, dejando que fuese el ruso quien tomase la iniciativa.

Khachanov, a pesar de demostrar que está llamado a hacer grandes cosas en el circuito, se vio superado por la presión en ciertos momentos. Murray era un auténtico muro y el pupilo de Galo Blanco no encontraba recursos para desbordarlo.

La eficacia con el servicio acentúo la diferencia entre ambos, con fases en el partido en las que Murray metía más de un 70% de primeros y Khachanov apenas alcanzaba el 50%. Las seis doble faltas del ruso también acabaron penalizándole.

Murray castigaba una y otra vez la derecha del ruso, mucho menos peligrosa que su revés, y encontraba los errores con bastante frecuencia. A pesar del prometedor futuro de Khachanov, el natural transcurso del partido se encargó de demostrar que aún está muy lejos del nivel de Murray, que cerró el partido en sets corridos en poco más de dos horas.

La primera raqueta del circuito buscará sus cuartas semifinales consecutivas en París ante el ganador del duelo entre Fernando Verdasco y Kei Nishikori.

Fuente: Punto de break

No era sencillo y así se demostró en su arranque y en el desarrollo del cuarto set. Andy Murray tenía ante Martin Klizan una prueba importante para testar su capacidad de reacción, también una versión constante, que no logró encontrar del todo durante las tres horas y media de partido que pudo contemplar la Suzanne Lenglen. El número 1 pasó dicha prueba y estará entre los 32 mejores de torneo, un cuadro que avanza y en el que Murray va cumpliendo con el mínimo.

Victorias es lo que necesita por encima de todo el escocés, más en la superficie que históricamente más le ha costado, en la que más cerca está de vagar y dudar a nivel táctico, pues en momentos difíciles suele aparece la tentación de clavarse en el muro y aguantar un chaparrón o una mínima llovizna. En hierba te obliga la rapidez y las condiciones a discutir desde la acción y la variedad de direcciones, pero en tierra, ante un pegador como Klizan, surge esa opción de ponerse a defender y perder las referencias del choque.

Es un poco lo que volvió a pasarle al de Dunblane, que arrancó y discurrió por el primer parcial con irregularidad, tratando de ajustar la pista sin la claridad y el orden de los dos siguientes parciales. En su suerte o en su contrario está que el eslovaco Klizan juega también sobre un alambre ofensivo por el que camina con todas las de la ley. En su zurda descansa un cañón que se pone a trabajar en cuanto encuentra las primeras líneas.

En ese vaivén, la posición en la pista sirvió de explicación. Martin fue hacia delante y cerró muchas más jugadas, mientras Murray usaba sus golpes más arqueados y desplazados para poner bolas en pista. Una muerte súbita fue la encargada de dirimir esos primeros 13 juegos. En la reanudación fue Murray quien pasó al frente, como respuesta consecuente y sabida de lo que significa haber cedido el primero de los cinco parciales que un partido de Grand Slam tiene de margen.

Con paciencia, equilibrio y agresividad controlada, conceptos que manejan los mejores, y que activan cuando lo necesitan, Andy recuperó terreno en el marcador y el propio en la cancha para volver a igualar las posiciones con respecto a la red. El saque, sobre todo el segundo, recuperaron lustre y los juegos se sucedían con cierta velocidad. Con dos sets de ventaja, Klizan salió de la trinchera y fue a buscar la pelota, a reencontrarse con el winner y el primer servicio. Sabdo que Murray atraviesa mucha inestabilidad y que no goza del aura del verano, todo pareció encaminarse a decidirse en la quinta manga.

Pero Andy reaccionó y mandó un mensaje que fue definitivo. Klizan, que llegó a dominar por 3-0 y 4-2, se vio en 20 minutos tratando de sobrevivir en otro tie break... que terminó por ceder. Murray cerró otra victoria sumamente trabajada, ante un jugador siempre capaz de imponer su tenis ofensivo y molesto, para avanzar a la tercera ronda del certamen francés.

Fuente: Punto de Break

Es difícil calibrar las opciones de Andy Murray en Roland Garros y el debut en París del número 1 del mundo no deja demasiadas pistas para posicionarse en determinada dirección. Lo cierto es que el escocés, con sensaciones muy encontradas en pista y en sus siempre luminosas ruedas de prensa, ganó al ruso Andrey Kuznetsov de menos a más (6-4 4-6 6-2 6-0) y comenzando a ser consciente de que aunque necesite más tiempo para recuperar la pegada y la agresividad de sus mejores golpes, puede que no le quede más remedio que comenzar a tirar la mano antes de generar la confianza que dan las victorias. La eterna paradoja del tenis del máximo nivel.

Y este descubrimiento llegó cuando Kuznetsov empató el encuentro. En un primer set muy propio del Murray actual, con un 0-40 de entrada y una pérdida de saque posterior tras romper el de su rival, Andy titubea. A nivel de juego, los problemas de Murray han estado relacionados con una pérdida de seguridad en su toma de decisiones. Las derrotas han mermado su estado de confianza, seguramente insostenible por el carrusel de victorias que lo acompañaron en 2016, y que le ha visto ceder terreno a la hora de conectar con la pelota.

En esos dos primeros sets el plan del escocés es renqueante, con fogonazos que le hacen permanecer en igualdad pero sin la convicción que le aporta saberse tan seguro como antes. Entonces ocurre que por su cabeza pasa la idea clave de la contienda, que la tiene él porque es el jugador de mayor calidad y el que puede tomar riesgos asumibles y prolongados. En cuanto el de Dunblane tira la mano con su derecha, un golpe que depende más de otros factores, sobre todo en otras superficies, aparece en la Chatrier para no irse.

Los dos últimos sets son mucho más fluidos, viendo una derecha conectada con anticipación, variando con el paralelo en los primeros momentos del punto, poniendo a Kuznetsov en posiciones mucho más comprometedoras y mucho antes de lo esperado en cada punto. Con menos elaboración y buscando cerrar más en la red, Andy sutura cualquier posible herida buscando la agresividad, preguntando con mucha más continuidad y autoridad.

Sus celebraciones van en consecuencia, con la tranquilidad que le aporta el haber encontrado una solución que no siempre es la primera de Murray. Junto a su derecha agresiva, le acompaña un mejor resto para generarse oportunidades de break y mayor distancia en el marcador, cerrando un debut con sensaciones de nuevo irregulares pero con un respiro positivo. No se sabe aún qué papel desempeñará Murray en este Roland Garros, pues tanta inestabilidad podría de nuevo apagarle y verle en problemas en cualquier ronda... lo mismo también podría suceder a la inversa. Murray es una incógnita, pero también un potencial peligro.

Fuente: Punto de Break

El tenista británico y número uno del mundo, Andy Murray, compareció ante los medios de comunicación en rueda de prensa para analizar cuáles son sus sensaciones de cara a este Roland Garros y las posibilidades que tiene de hacer un buen papel en suelo parisino.

Andy Murray analizó su bajo estado de forma, debido a su mal juego y a que ha estado mermado por las lesiones sufridas en su codo: "Los dos últimos torneos que he disputado han sido muy complicados. El comienzo de año fue bastante positivo hasta finales de febrero. En Indian Wells empecé a sufrir lesiones que ha provocado que haya jugado con muchas molestias en la gran mayoría de los torneos. En Montecarlo, me venció Ramos en tres duros sets. En Barcelona también caí derrotado ante Thiem en un encuentro muy disputado. No estaba mal anímicamente en esos torneos, pero sin embargo en Madrid y Roma mi nivel ha dejado mucho que desear. No he tenido una buena preparación para Roland Garros".

Si existe algo que le preocupe a Murray son las lesiones: "Me pongo nervioso cada vez que sufro una lesión, porque se necesita bastante tiempo para recuperarse y no podría apenas defender el número uno del mundo. Sin embargo, en los últimos siete u ocho años de mi carrera, mi mejor tenis ha aparecido en los Grand Slam, por ello vengo bastante motivado a este Roland Garros y conseguir al menos defender la final conseguida el año pasado".

Para finalizar, Andy Murray dejó muy claro que no va a parar hasta volver a maravillar con su tenis como hizo la temporada pasada: "Es muy frustrante lo que me está ocurriendo, pero hay que intentar encontrar la parte positiva de todo esto. Necesito volver a disfrutar del tenis ahora. Yo sé por qué juego al tenis, porque me encanta. Ya sabes, voy a seguir perseverando hasta que vuelva a donde quiero llegar", concluyó.

Fuente: Punto de Break

Foto: Deportemas_OK twitter

Poner las raquetas dentro de la bolsa, recoger las pertenencias y saludar al público con una mirada triste antes de irse, de nuevo, antes de tiempo. Esta es la rutina en la que se ha acostumbrado Andy Murray este 2017. El número uno del mundo no levanta cabeza desde que al término de la temporada pasada tuvo el honor de convertirse por primera vez en el mejor tenista del mundo gracias a su sobresaliente segunda parte del año. Sin embargo, el peso del número uno parece ser demasiado para el escocés.

La última muestra es su eliminación a las primeras de cambio en el Masters de Roma, donde defendía su corona de laurel. Fabio Fognini lo aplastó sin miramientos en dos sets (6-2, 6-4) en el último turno del martes disputado en el Foro Itálico. Cierto es que la inspiración del italiano ante su público fue total, castigando a Murray continuamente con su derecha que limpiaba líneas y con dejadas que poco a poco fueron mermando la tenue fuerza mental del de Dunblane.

Nada tuvo que ver su actitud con la mostrada en Madrid, donde sus continuos errores pusieron en bandeja el triunfo de Coric en octavos de final. En la capital italiana aguantó el chaparrón de buen tenis de su rival y no se desesperó hasta los últimos puntos, pero el juego de número uno exige subir varios peldaño el nivel por más que la arcilla no sea su superficie favorita.

“En las últimas semanas no hay excusas, no estoy jugando bien. Tengo que mejorar y tengo que hacerlo rápido. Siento que puedo hacerlo bien en los próximos eventos, pero hay que salir de esto rápido”, admitía tras la derrota.

Fuente: La Vanguardia

Sin excesivo brillo pero con la suficiente continuidad para armar un partido elaborado pero controlado, el número 1 del mundo cruzó hasta los cuartos de final del Conde de Godó después de doblegar en dos mangas, 6-4 6-4, a un combativo Feliciano López. El toledano lo intentó casi todo desde el fondo pero no pudo derribar el muro escocés, de menos a más en solidez y concentración. En casi dos horas de encuentro, Andy supo reconducir las dificultades que encontró para avanzar a la antepenúltima ronda.

El choque comenzó igualadísimo, con un Feli muy consistente, usando el revés liftado con más asiduidad que de costumbre. Más profundo en sus tiros que Murray en los primeros juegos, la batalla que exige la tierra batida, la de sumar bolas extra, no conceder errores no forzados y hacerlo mezclando alturas con peso y direcciones, se mostró igualada. Con la derecha invertida como principal foco de desequilibrio, Feliciano exigió a Murray a comenzar a tomar temperatura antes de lo que quizás le hubiera gustado al escocés.

Con el pasar de los juegos, Murray ajustó tanto su servicio como su resto, desplazando a Feliciano hacia los lados, especialmente hacia la zona del revés. Una vez movido hacia esa esquina, Feliciano comenzó a golpear más bolas cortadas, también más cortas, lo que facilitó a Murray el poder esperar tiros de ese tipo para colocarse de derecha y abrir la pista hacia zonas desprotegidas. Desde el fondo, Murray comenzaba a ser algo superior, golpeando más erguido y poniendo a López a deslizarse incómodo.

Así pudo explicarse un desenlace que se alargó cuando Andy sacaba con 5-3 para cerrar la primera manga, juego en el que tuvo cinco bolas de set que desperdició para aprovecharlas luego al resto, con 5-4 una vez Feli había roto el servicio de Murray. En la segunda manga el guión fue algo similar pero acortado en el tiempo.

Con más desgaste, Feliciano dio un paso atrás en ritmo de pelota y acierto en los intercambios. Murray, con la confianza de haber cerrado el parcial de apertura, se metió más dentro, habilitó un gran servicio, muy variado y preciso y buscó más la red para sorprender a López, algo más débil en la defensa y el contragolpe. De nuevo, con los turnos al servicio a salvo en el tramo medio del set, el toledano sirvió para igualar a 5 pero claudicó. Tras varios errores puso a Murray con tres bolas de partido que no dejó escapar.

Fuente: Punto de break

El británico Andy Murray derrotó hoy por 6-3 y 6-2 al español Fernando Verdasco en la final del torneo de tenis de Dubai y celebró su primer título de la temporada.

El número uno del mundo necesitó una hora y 14 minutos para deshacerse del español, ante el que acumula ya 13 victorias y sólo una derrota, en Australia 2009.

Murray, que en cuartos levantó siete match points ante el alemán Philipp Kohlschreiber, nunca antes había ganado en Dubai. En 2012 alcanzó la final, pero cayó ante el suizo Roger Federer.

La conquista de Dubai supone un soplo de aire fresco para Murray, que arrancó su temporada 2017 perdiendo la final de Doha ante el serbio Novak Djokovic y cayendo en los octavos de final de Australia con el alemán Mischa Zverev.

El de hoy fue el título número 45 para el escocés de 29 años y el décimo en los últimos 11 meses, en los que mostró el mejor nivel de su carrera.

Verdasco, actual número 35 de la lista mundial, se quedó a las puertas de la octava corona de su trayectoria.

El torneo de Dubai, de categoría ATP 500, se disputó sobre cancha dura y repartió 2,429 millones de dólares en premios y puntos para el ranking.

Fuente: La Nación