El británico Andy Murray derrotó hoy por 6-3 y 6-2 al español Fernando Verdasco en la final del torneo de tenis de Dubai y celebró su primer título de la temporada.

El número uno del mundo necesitó una hora y 14 minutos para deshacerse del español, ante el que acumula ya 13 victorias y sólo una derrota, en Australia 2009.

Murray, que en cuartos levantó siete match points ante el alemán Philipp Kohlschreiber, nunca antes había ganado en Dubai. En 2012 alcanzó la final, pero cayó ante el suizo Roger Federer.

La conquista de Dubai supone un soplo de aire fresco para Murray, que arrancó su temporada 2017 perdiendo la final de Doha ante el serbio Novak Djokovic y cayendo en los octavos de final de Australia con el alemán Mischa Zverev.

El de hoy fue el título número 45 para el escocés de 29 años y el décimo en los últimos 11 meses, en los que mostró el mejor nivel de su carrera.

Verdasco, actual número 35 de la lista mundial, se quedó a las puertas de la octava corona de su trayectoria.

El torneo de Dubai, de categoría ATP 500, se disputó sobre cancha dura y repartió 2,429 millones de dólares en premios y puntos para el ranking.

Fuente: La Nación

En la segunda semifinal de Dubai, el número 1 del mundo, Andy Murray, volvió a derrotar a Lucas Pouille, 7-5 6-1, en un partido muy disputado y alterno, con multitud de errores también, en el primer parcial, cuyo resultado marcó mentalmente el desarrollo del segundo, con Murray pleno de confianza y doblegando a un Pouille de nuevo sin soluciones para incomodar al escocés, que luchará mañana por el título con Fernando Verdasco.

Hay pocos contextos más peligrosos que un número 1 que sigue con vida tras superar siete bolas de partido. Si además ese es Andy Murray, rival ante el que has sufrido verdaderos correctivos cada vez que lo has enfrentado, el panorama no es sencillo. En el comienzo de la semifinal entre Lucas Pouille y el escocés parece juntarse todo ello para hacer del francés un tenista nuevamente afectado, en cuyo primer turno al servicio lucha con la sensación de que el error siempre va a llegar antes de su lado que del contrario.

Un 3-0 en el que se le contabilizan a Pouille dos dobles faltas seguidas, varios errores improcedentes desde todo punto de vista, pero que sorprendentemente se superan cuando Pouille comprende que va a fallar pase lo que pase y que además de remar ha de atacar para concederse oportunidades y superar la barrera que lo paraliza ante Murray, cuyo juego se le atraganta y por donde no encuentra cómo entrar. El francés desbloquea la situación y pasa dominar 4-3 y servicio.

En un encuentro en el que la intensidad da señales de apagarse y reiniciarse por turnos, sin que ninguno de los dos encadene un tramo realmente imponente, con Andy mezclando demasiado conservadurismo con grandes jugadas ofensivas, acabando en la red. El partido comienza a quemar cuando se llega al 5-5 y 30-30, momento en el que la experiencia y los precedentes toman peso y protagonismo. Pouille opta por el revés cortado en muchas situaciones pero eso le cuesta jugar con la pista más abierta cuando el escocés entra con su derecha.

El primer parcial y su desenlace, 7-5 para Murray, resulta definitivo a la postre. No sólo no hay reacción sino tampoco acción en Pouille, que cede por 6-1 el segundo parcial, en una historia más parecida a lo visto en partidos anteriores. Después de superar el escollo de Kohlschreiber, a las puertas de la derrota, Andy cruza a la final para intentar cosechar su primer título de la temporada.

Fuente: Punto de break

Andy Murray ha sacado toda esa garra y sobre todo, esa dureza mental de la que hace gala para sobreponerse a un partido durísimo y a un rival en tromba y entonadísimo como el alemán Philipp Kohlschreiber. 

El número uno del mundo ha pasado a semifinales de Dubái tras ganar por 6-7(4), 7-6(18) y 6-1 en casi tres horas de un nivel impresionante de tenis. En el desempate del segundo set, absolutamente antológico, el de Dunblane necesitó ocho bolas de set para ganarlo salvando hasta 7 puntos de partido. 31 minutos duró ese tiebreak.

Curioso el dato que rezaba que Andy Murray solo sabía ganar al alemán en tres sets, cediendo siempre una manga. Por una plaza en las semis de Dubái, británico y alemán volvían a verse las caras. La creatividad y finura de Kohlschreiber contra la consistencia, la cabeza y las piernas del número uno del mundo Andy Murray. El primer set tuvo momentos de muy buen nivel, especialmente del teutón. Restos directos, buenas subidas a la red, juego rápido en definitiva con el que desarbolar la muralla numantina que siempre dispone en el fondo de pista el guerrero de Dunblane.

Los mayores problemas con el servicio los tenía Kohlschreiber, aunque solo una bola de 'break' cedió en todo el primer set. Murray se mostraba sólido y con un tenis alegre pero no aprovechaba cuando podía para distanciarse en el marcador. El alemán le maniataba a la mínima. Un rival que siempre le ha creado muchas dificultades al escocés, que le agobía demasiado y no le permite asentarse en la pista.

Kohlschreiber dispuso de un 15-40 con 4-4 y servir para set. El momento de arrugarse que le viene a menudo al de Augsburgo, volvió a aparecer con un resto directamente fuera. La otra bola fue bien salvada por Murray, jugando valiente. Tras el susto, la manga se marchaba al desempate. Mejor el alemán en el inicio. Murray recuperaba la iniciativa con cuatro puntos seguidos y Kohlschreiber enganchaba más tarde otros cinco para dar la sorpresa, al menos relativamente, y apuntarse por 7-6 con 7-5 el desempate, la primera manga. Dos dobles faltas del escocés fueron demasiada rémora para sus intereses.

Andy Murray metió una marcha más en su tenis en el segundo set para ser más agresivo y llevar la manija del encuentro. Quebraba al alemán por primera vez en el partido en el tercer juego. Mantendría esa ventaja hasta el momento decisivo. Kohlschreiber daba mejores sensaciones, pegaba más, creaba más juego que el británico que corría demasiado detrás de la pelota. Cuando el alemán estaba enchufado, el dueño del encuentro era claro. Con 5-4, el de Augsburgo encontró la inspiración necesaria para quebrar a Murray con un despliegue magnífico desde el fondo. Haciendo de Federer el alemán.

El 'tiebreak' ejercería de juez y sería el campo de batalla definitivo del segundo set. Una bendición que así fuera. Una auténtica maravilla de desempate el jugado por británico y alemán. Una auténtica maravilla. Los dos a tumba abierta, con todo puesto sobre la mesa, jugando al máximo. La batuta la llevaba Murray en cuanto al marcador, con una ventaja de 6-4 con la que parecía igualar el encuentro. Nada más lejos. Necesitó la friolera de ocho puntos de set para atrapar el set. Entre medias, siete bolas de partido de Kohlschreiber, dos de ellas con saque propio, erradas por demasiada ansia y demasiada fe en sus opciones de Murray. Una locura de golpes de otro planeta intercalados con enormes errores. Después de 38 puntos, Murray se anotaba la manga por 20-18, igualando el desempate en Safin y Federer de la Masters Cup de 2004 en Houston.

La historia del tercer set, como cabía esperar, fue muy distinta. Andy Murray mantenía el gran nivel de intensidad del desempate y Kohlschreiber se iba disipando, perdiendo en errores producto del cansancio. El partido seguía vibrante pero con un guión más predecible, que era el del número uno. Tomaba pronto ventaja para marcharse al 4-1. Una vez que se le ha salvado la vida a alguien como Murray, un superviviente, ya es muy complicado revertir la situación. El escocés volvía a hurgar en la herida del alemán y levantaba un 30-0 para quebrar por segunda vez en el set su saque y ponerse con 5-1. La mentalidad de acero de Murray se mostraba irreductible en estas instancias. Después de casi 3 horas de formidable batalla, Murray atrapaba la victoria, denegaba la 400 en la carrera de Kohlschreiber y accedía a semis de Dubái donde esperará al que venza del Donskoy-Pouille.

Fuente: Punto Break

El número 1 del mundo mezcla arsenal ofensivo y lectura táctica para reducir por completo a Guillermo García López (6-2 6-0)

Andy Murray ya está en cuartos de Dubai. El escocés pisó el acelerador y no dejó rastro de Guillermo García López, al que martirizó con un plan perfecto tanto en su idea como en su ejecución. El número 1 del mundo fue enormemente superior y lo fue tanto desde la iniciativa como desde la trampa, con un nivel sobresaliente al servicio y muy cómodo en todo momento con el juego de Willy, al que alejó de toda posibilidad de éxito. La lectura y versatilidad de Murray brindaron juntas hasta la victoria.

Saltó Andy a la pista con decisión. Sólo el segundo juego del partido, muy duro en duración y esfuerzo, trajo algo de igualdad al choque, que comenzó a decidirse con la habilidad de Murray para desactivar todo el juego del albaceteño, plano, ofensivo y eléctrico, también irregular y dependiente de la inspiración. Desde el primer momento, Andy miró al revés de García López y lo agujereó por norma y desde varias jugadas diferentes.

En el rally largo, insistiendo con el revés cruzado pero sobre todo con la derecha invertida para esperar bolas cortas del español. También subiendo a la red una vez, mínimo, en cada turno de servicio, momentos en los que Murray se mostró inexpugnable. Y por último con su derecha paralela alta, con la que conseguía siempre una defensa cortada del rival. Entre esas tres decisiones, todas enfocadas a castigar el revés de Willy, que respondía en todo momento con el slice, Andy pasó al ataque con su derecha, dominante de principio a fin.

Más consciente de su actual realidad como jugador y en una pista tan rápida, Murray se gustó y no especuló en ningún momento del choque. Una vez tomó ventaja nunca miró atrás y enlazó con el nivel que ha venido ofreciendo en buena parte de la temporada pasada. Muy destacable, debe subrayarse, su premeditación a la hora de subir a cerrar jugadas con el servicio, con una tremenda efectividad y siempre mirando previamente la zona de golpeo débil del rival, mezclando su histórico talento para la estrategia y su actual y mejorado arsenal ofensivo.

La ucraniana Elina Svitolina venció a la danesa Caroline Wozniacki en la final del torneo de tenis de Dubai y a partir del lunes figurará por primera vez entre las diez mejores del ranking mundial.

Svitolina, que el viernes derrotó a Angelique Kerber en semifinales y frustró el intento de la alemana de recuperar el primer lugar del ranking, superó a Wozniacki por un contundente 6-4 y 6-2 con un impecable juego de tiralíneas para alzar su segundo título del 2017.

“Es increíble poder entrar al top 10, especialmente después de ganar un torneo tan importante”, dijo la vencedora.

“Cuando estaba calentando lo recordaron por los altavoces, así que eso no ayudó demasiado”, añadió. “Estoy feliz por cómo jugué el partido.

He jugado de la forma en la que he entrenado, así que estoy contenta de haber podido desarrollar mi juego, como durante el resto de los otros encuentros”, insistió. 

La ucraniana, que con la victoria consiguió el título más importante de su carrera.

La jugadora de Odessa se impuso a Wozniacki, en el segundo enfrentamiento entre ambas (Miami 2016), también ganado por Svitolina. Es el octavo título de Svitolina, que esta temporada ya había triunfado en Taipei.

Svitolina lleva además la marca de 12 partidos consecutivos ganados y desbanca del Top10 a Johanna Konta, mientras que Petra Kvitova y Venus Williams también pierden posiciones. Por su parte, Wozniacki, gana una posición y será 14 del mundo.

Fuente: Vanguardia