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Los Yankees de Nueva York demostraron carácter y determinación al ganar el tercer juego de la Serie Divisional de la Liga Americana contra los Toronto Blue Jays con un marcador de 9-6, extendiendo la serie y evitando su eliminación en los playoffs de la MLB. El encuentro, celebrado en el Yankee Stadium, comenzó adverso para los locales, con Toronto dominando y anotando temprano gracias a un jonrón de dos carreras de Vladimir Guerrero Jr., que mandó la pelota 427 pies al jardín central ante un lanzamiento rompiente del abridor Carlos Rodón.

Toronto mantuvo su dominio en la tercera entrada con una ofensiva potente que sumó cuatro carreras apoyadas por imparables de Daulton Varsho, Ernie Clement y un doblete productor de Anthony Santander, lo que parecía encaminar a los Blue Jays a una victoria segura ante un público inquieto. Sin embargo, la respuesta de los Yankees no tardó en llegar. Aaron Judge conectó un doblete productor y Giancarlo Stanton un elevado de sacrificio que redujeron la diferencia, dando inicio a la remontada.

El momento definitorio del partido llegó en la cuarta entrada, cuando, tras embasarse por un error de Addison Barger y un boleto a Trent Grisham, Aaron Judge sacó su poder con un jonrón de tres carreras ante Louis Varland para empatar el juego. Este cuadrangular, el primero de Judge en la postemporada, fue un batazo imponente que tocó el poste de foul en el jardín izquierdo, un hecho único en la historia del seguimiento de lanzamientos desde 2008, dada la velocidad y ubicación del pitcheo que enfrentó. El estadio estalló en júbilo y el impulso pasó a los neoyorquinos.

En la quinta entrada, Jazz Chisholm Jr. aportó un cuadrangular solitario que puso a los Yankees arriba en el marcador por primera vez en el partido. Posteriormente, Austin Wells impulsó otra carrera con un sencillo, aunque fue eliminado tratando de avanzar a segunda base, lo que no frenó el ataque local que sumó su novena carrera en la sexta entrada con un elevado de sacrificio de Ben Rice. A pesar de que en la octava entrada Nueva York llenó las bases, Giancarlo Stanton no pudo capitalizar con un bateo que terminó en out, pero el bullpen supo contener la ofensiva de Toronto para asegurar la victoria.

La actuación del bullpen fue crucial al trabajar 6.2 entradas en relevo, manteniendo la ventaja y preparando el terreno para un decisivo Juego 4 que se celebrará en el Bronx. Aaron Judge destacó no sólo por el cuadrangular histórico, sino también por su defensa, realizando una atrapada importante en el jardín derecho que animó a la afición. Con esta remontada, los Yankees no sólo evitan la eliminación, sino que se apoderan del impulso psicológico en la serie, colocando la presión sobre Toronto para el siguiente duelo.

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Vladimir Guerrero Jr. conectó un grand slam histórico en el partido de los Toronto Blue Jays contra los New York Yankees en la Serie Divisional de la Liga Americana, juego 2, que se disputó el 5 de octubre de 2025 en el Rogers Centre de Toronto.

El cuadrangular de Guerrero Jr. sucedió en la cuarta entrada, cuando los Blue Jays ya habían tomado ventaja. Después de una cuenta favorable, el dominicano canadiense se preparó para un lanzamiento de recta de cuatro costuras a 95.8 mph (más de 150 km/h) de parte del lanzador Will Warren. Con un swing poderoso y perfecto, el batazo salió con una velocidad de salida de 110.7 mph y recorrió una distancia de 415 pies, despegando con un ángulo de 25 grados.

Este fue el primer grand slam en la historia de los Blue Jays en postemporada, un jonrón que no dejó dudas y aumentó la ventaja de Toronto en ese momento a 9-0 sobre los Yankees. La jugada generó una ovación impresionante de los 44,764 espectadores.

Además, Daulton Varsho aportó con dos jonrones mientras Trey Yesavage, un novato lanzador, tuvo una actuación magistral en su cuarto inicio en Grandes Ligas, ponchando a 11 bateadores y manteniendo el juego sin hits por más de cinco innings.

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Los Toronto Blue Jays lograron una victoria contundente por 10-1 sobre los New York Yankees en el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Americana 2025, logrando así su primer triunfo en postemporada en nueve años y poniendo en alto sus expectativas para avanzar en la serie.

Desde el inicio del partido en el Rogers Centre, los Blue Jays impusieron un ritmo ofensivo potente. Vladimir Guerrero Jr. abrió el marcador con un cuadrangular solitario ante el lanzador abridor de los Yankees, Luis Gil, poniendo presión temprana sobre el equipo neoyorquino. La respuesta de los Yankees fue limitada durante los primeros innings debido al sólido pitcheo de Kevin Gausman, quien dominó a la poderosa alineación de Nueva York durante 5 entradas y dos tercios, permitiendo solo una carrera.

El mexicano Alejandro Kirk destacó notablemente en ofensiva. En su primer turno, conectó un jonrón solitario que motivó a su equipo y reafirmó la ventaja de Toronto. Luego, en un momento crucial ya en la séptima entrada, logró otro cuadrangular solitario que incendió a la afición local y abrió la puerta para el rally ofensivo que marcó la diferencia en el partido. Kirk terminó la jornada bateando de 4-2 con sus dos jonrones, además de anotar dos carreras y producir dos más en una actuación que marcó sus primeras hazañas en postemporada.

El momento decisivo del encuentro llegó en la séptima entrada cuando Nathan Lukes conectó un doble productor de dos carreras, extendiendo la ventaja de Toronto a 7-1. Este impulso fue complementado con cuatro carreras adicionales en el octavo episodio, capitalizando los errores defensivos de Nueva York y manteniendo a raya a su bullpen, que no pudo contener la ofensiva canadiense.

Por parte de los Yankees, el abridor Luis Gil fue retirado tras solo dos innings y un tercio debido a la presión ofensiva, con una actuación que dejó claro que el equipo tendrá que ajustarse para dar pelea en los próximos juegos. El relevista Josh Donaldson también enfrentó dificultades ante el ataque de Toronto.

Con esta victoria, Toronto toma ventaja en la serie, mostrando un balance sólido tanto en ofensiva como en pitcheo, especialmente destacando la actuación de Gausman y el poder de Kirk y Guerrero Jr. El segundo juego de la serie se llevará a cabo el domingo nuevamente en el Rogers Centre, con la idea de que los Blue Jays busquen afianzar su liderazgo frente a un rival históricamente complicado.

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El clásico de la MLB entre Yankees y Red Sox vivió un capítulo memorable con un decisivo Juego 3 en la Serie de Comodines 2025, donde los neoyorquinos blanquearon 4-0 a Boston en el Yankee Stadium para avanzar a las Series Divisionales. Este triunfo marcó un histórico regreso para los Yankees, que fueron el primer equipo en ganar una serie de comodines tras perder el primer encuentro desde que el formato se instauró en 2022.

El novato Cam Schlittler fue la figura monticular, al lanzar ocho entradas perfectas sin admitir carreras, con 12 ponches visibles, dominando completamente la ofensiva de Boston. Su actuación fue la más destacada de su corta carrera y logró superar a un joven abridor de Boston, Connelly Early, quien fue el más joven en ser titular con Red Sox desde Babe Ruth.

La ofensiva de los Yankees aprovechó los errores defensivos de los Medias Rojas para anotar cuatro carreras en el cuarto inning, gracias a sencillos y dobles oportunos, incluyendo un elevado de Cody Bellinger que cayó entre los jardinero y permitió una carrera. Austin Wells puso la carrera decisiva en la octava entrada con un sencillo al jardín derecho, impulsando a Jazz Chisholm Jr. en una jugada electrizante.

La defensa también fue clave, notablemente con una extraordinaria atrapada de foul por parte de Ryan McMahon, quien cayó dentro de la cueva de Boston en una escena que electrificó al Yankee Stadium.

Con esta victoria, los Yankees mantienen viva su defensa del título de la Liga Americana y se preparan para enfrentar a los Toronto Blue Jays, líderes de la División Este, en las Series Divisionales, con la moral alta después de superar a su histórico rival en un momento crítico.

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Los New York Yankees recuperaron el rumbo tras tres series perdidas al hilo, derrotando 6-2 a los Minnesota Twins en un duelo cargado de poder y solidez desde la lomita. Cinco jonrones solitarios, conectados por cinco bateadores distintos, marcaron el pulso ofensivo de un equipo que arrancó fuerte y no soltó la ventaja.

La fiesta comenzó temprano cuando Cody Bellinger abrió la pizarra con su 21º cuadrangular de la campaña, un batazo solitario ante Zebby Matthews. El derecho de Minnesota sufrió más castigo con vuelacercas consecutivos de Giancarlo Stanton (11º) y Ben Rice (17º), aunque se mantuvo en el juego gracias a 9 ponches que igualaron su marca personal. Matthews dejó el montículo tras su primera base por bolas del encuentro, con 99 lanzamientos en su cuenta.

Por el lado neoyorquino, el novato Will Warren brilló con autoridad: lanzó 6.2 entradas sin otorgar boletos, ponchó a siete y solo permitió dos jonrones solitarios, cortesía de Byron Buxton y Trevor Larnach. Esta fue su cuarta apertura consecutiva cediendo dos o menos carreras, asegurando su séptima victoria de la temporada (7-5). El bullpen completó el trabajo con Luke Weaver y David Bednar, quienes retiraron sin problemas las últimas 2.1 entradas con cuatro ponches.

En la séptima entrada, los Yankees ampliaron la ventaja con un doble productor de Ryan McMahon y sencillos remolcadores de Trent Grisham y Aaron Judge. Jazz Chisholm Jr. selló el marcador en la octava con su 20º jonrón del año.

En total, el juego dejó seis cuadrangulares y 23 ponches combinados. Los Yankees sumaron 10 imparables, con Stanton y Rice como los únicos con jornada de dos hits. La victoria reafirma el dominio histórico de Nueva York sobre Minnesota, con 23 triunfos en los últimos 30 enfrentamientos de temporada regular.

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Los Dodgers de Los Ángeles ofrecieron un recital ofensivo este sábado y dejaron sin respuesta a los Yankees de Nueva York con una contundente victoria de 18-2 en el Dodger Stadium. Max Muncy fue la gran figura de la noche al conectar dos jonrones de tres carreras e igualar su marca personal con siete impulsadas, mientras que el equipo angelino firmó una noche para la historia con 21 imparables y una nueva marca de anotaciones para un equipo de la Liga Nacional ante los Yankees.

Desde la primera entrada, los Dodgers dejaron claro que no habría tregua. Con Shohei Ohtani abriendo como primero en el orden, seguido por sencillos consecutivos de Freddie Freeman y Will Smith, los californianos tomaron ventaja con rapidez. Muncy aportó con su primer sencillo productor, Michael Conforto agregó un elevado de sacrificio, y Tommy Edman cerró el rally inicial con un doble remolcador que puso el 4-0. Todo esto, ante un Will Warren (3-3) que necesitó 39 lanzamientos solo en el primer inning.

La ofensiva angelina no aflojó en el segundo episodio. Con dos corredores a bordo, Muncy conectó un cuadrangular de 400 pies, el número 200 en su carrera en Grandes Ligas, ampliando la ventaja a 7-0 y sacando a Warren del juego. El relevo tampoco contuvo el vendaval: Edman volvió a producir con un doblete, y Hyeseong Kim firmó el segundo vuelacercas de su carrera con un batazo de 126 metros, llevando el marcador a 10-0. Incluso Ohtani, que esperaba turno, saludó sonriente a Kim, reflejando el ambiente relajado en la cueva local.

Landon Knack (3-2), abridor de los Dodgers, complementó la ofensiva con una sólida actuación desde el montículo: lanzó seis entradas de una carrera, permitió cinco hits y ponchó a seis, controlando por completo a la ofensiva neoyorquina, cuyo único brillo fue Aaron Judge con dos jonrones solitarios que evitaron la blanqueada.

La fiesta continuó en el quinto episodio con un doble productor de Freeman y otro jonrón de tres carreras por parte de Muncy, que dejó el juego en 14-1. En el séptimo, Andy Pages se unió al espectáculo con su décimo cuadrangular del año, y en el octavo, Dalton Rushing celebró su primer jonrón en Grandes Ligas. Los Dodgers llegaron así a 18 carreras, una menos que su mayor cifra de la temporada (19 ante Oakland, el 15 de mayo).

La ventaja fue tan amplia que incluso Ohtani fue captado descansando en el dugout durante la sexta entrada, una imagen que se viralizó en redes sociales y que ilustró el dominio total de Los Ángeles.

Del lado de los Yankees, poco que rescatar más allá del desempeño de Judge. El equipo neoyorquino fue superado en todas las facetas del juego y buscará este domingo evitar la barrida. En la lomita, Yoshinobu Yamamoto abrirá por los Dodgers, mientras que Ryan Yarbrough, ex de los angelinos, intentará salvar el honor por Nueva York.

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Lo que debía ser una noche más de competencia en Camden Yards terminó siendo una auténtica pesadilla para los Orioles, que fueron humillados 15-3 por unos Yankees encendidos desde el primer lanzamiento. El equipo de Nueva York conectó seis jonrones solitarios y acumuló 18 imparables para borrar del mapa a Baltimore, que lució superado en todos los aspectos.

El inicio del encuentro fue un vendaval: Trent Grisham, Aaron Judge y Ben Rice abrieron el juego con vuelacercas consecutivos, y Cody Bellinger sumó otro cuadrangular en esa misma primera entrada. Para entonces, Kyle Gibson, en su primera apertura de la campaña, ya estaba contra las cuerdas. Permitió cinco jonrones en menos de dos innings y fue retirado en la cuarta entrada tras recibir nueve carreras y 11 hits. Fue una noche para el olvido para el veterano, que terminó con una efectividad abultada y sin respuestas.

La ofensiva de los Yankees no tuvo freno. Ben Rice repitió cuadrangular en la segunda, mientras que Austin Wells cerró la exhibición ofensiva con un batazo más en la novena entrada. Todos los jonrones fueron solitarios, pero el daño colectivo fue devastador.

En la lomita, Carlos Rodón tuvo un desempeño dominante. El zurdo retiró a los primeros 15 bateadores que enfrentó y llevó un juego perfecto hasta la sexta entrada. Terminó con dos carreras permitidas y apenas dos hits en poco más de seis entradas de labor, dejando sin opciones a la ofensiva local.

Baltimore, completamente desconectado, no conectó su primer hit hasta el sexto inning, cuando Jorge Mateo pegó un doble que rompió el dominio de Rodón y permitió la primera anotación tras una base por bolas a Emmanuel Rivera. El segundo hit llegó hasta el séptimo episodio y el marcador ya era irremontable. En total, los Orioles solo lograron tres carreras y cometieron tres errores defensivos, dejando serias dudas sobre la solidez de su rotación y su defensa.

El bullpen tampoco logró detener la hemorragia: Matt Bowman y Charlie Morton fueron castigados, y ni siquiera el debut de Maverick Handley, quien ingresó como receptor en la sexta entrada, sirvió como consuelo.

Con esta dolorosa derrota, los Orioles caen a un preocupante récord de 11-18. Mientras tanto, los Yankees siguen afianzando su poderío ofensivo, con una alineación que castigó sin piedad y una rotación que luce cada vez más sólida.

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En el Día de Jackie Robinson, Jasson Domínguez ofreció una actuación memorable que recordó por qué alguna vez fue el prospecto más codiciado del sistema de los Yankees. El joven dominicano se fue de 3-3 con tres impulsadas, incluida un triple con las bases llenas que cambió el rumbo del partido en la sexta entrada, y Nueva York se impuso 4-2 a los Kansas City Royals.

Los Yankees, que vinieron de atrás tras un déficit de 0-2, capitalizaron una sexta entrada en la que combinaron disciplina y oportunismo ofensivo, aprovechando tres bases por bolas consecutivas con dos outs antes del batazo decisivo de Domínguez. El jardinero ambidiestro respondió desde su lado menos dominante —el derecho— con un sólido swing que limpió las bases, a pesar de que su casco cayó sobre sus ojos en pleno contacto.

Max Fried (3-0) fue clave al contener a la ofensiva de Kansas City tras un titubeante tercer inning. Permitió dos carreras en seis entradas y dos tercios, ponchó a siete y mostró temple para salir de problemas en el cuarto episodio, cuando los Royals amenazaron con ampliar la ventaja.

MJ Meléndez abrió el marcador con un cuadrangular solitario de 429 pies y Bobby Witt Jr. añadió un doble productor en el tercer episodio, dándole ventaja a Kansas City. Pero la ofensiva de los Royals se apagó desde ese punto, y su agresividad al bate —que les funcionó temprano— terminó beneficiando al pitcheo de los Yankees.

Michael Wacha (0-3) mantuvo a raya a los neoyorquinos durante cinco entradas sin permitir carrera, pero se desmoronó en la sexta. Tras permitir un sencillo a Aaron Judge y otorgar dos boletos consecutivos con dos outs, fue relevado por Ángel Zerpa. El zurdo no pudo contener el daño: dio una base por bolas a Austin Wells y luego permitió el triple de Domínguez.

Domínguez fue reemplazado por Trent Grisham para reforzar la defensa, y este respondió con una jugada clave al cortar un posible extrabase de Meléndez. El bullpen de Nueva York se mostró sólido: Luke Weaver contuvo la amenaza en la séptima y trabajó una octava perfecta, mientras que Devin Williams consiguió su tercer salvamento con una novena entrada impecable.

Los Yankees buscarán completar la barrida este miércoles en lo que ha sido una reedición favorable de la Serie Divisional del año pasado frente a los Royals, a quienes han derrotado en 19 de sus últimas 20 series completas desde 2015.

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Los Yankees de Nueva York evitaron ser barridos en su visita a Detroit al imponerse este miércoles 4-3 a los Tigres en el Comerica Park, gracias a una joya monticular de Max Fried, quien se reencontró en el diamante con un viejo conocido: Jack Flaherty.

Fried (2-0) brilló en su tercera apertura de la temporada con siete entradas en blanco, cinco hits permitidos, 11 ponches y sin regalar pasaportes, guiando a los “Mulos” a cortar una racha de tres derrotas consecutivas. No solo fue su mejor actuación del año, también tuvo un matiz personal: el duelo frente a Flaherty, con quien compartió equipo en la preparatoria Harvard-Westlake en 2012.

En una noche marcada por el dominio de ambos abridores, fue Ben Rice quien quebró el cero con un jonrón de dos carreras en el séptimo episodio, su tercero del año, dándole a Nueva York la ventaja que tanto se les había negado en los juegos anteriores. Ya en la novena, Aaron Judge añadió un sencillo productor de dos más que parecían poner el juego fuera de alcance.

Sin embargo, el cierre trajo dramatismo. Devin Williams, encargado de preservar la ventaja, tropezó con un wild pitch que permitió la primera carrera felina y luego Zach McKinstry conectó un hit que remolcó dos más, apretando el marcador 4-3. Aun así, los Yankees lograron cerrar la puerta y sellar su séptimo triunfo de la temporada.

Del lado de los Tigres, Flaherty (0-1) cargó con una derrota poco justa tras lanzar seis episodios de calidad, con solo tres imparables permitidos y nueve ponches. Fue víctima de la falta de respaldo ofensivo de su equipo, que solo logró despertar en su último turno al bate.

Con el resultado, ambos equipos quedan con récord de 7-5, y los Yankees evitan una dolorosa barrida que habría encendido las alarmas en el Bronx.

En otros encuentros del día, los Marlins de Miami blanquearon 5-0 a los Mets de Nueva York en el Citi Field, mientras que los Piratas de Pittsburgh vencieron 2-1 a los Cardenales de San Luis en un extenso duelo de 13 entradas.

Más allá del resultado, la historia de la noche fue el reencuentro de Fried y Flaherty, dos viejos compañeros de secundaria que alguna vez compartieron banca esperando su turno, y que ahora se enfrentaron en el escenario de las Grandes Ligas, protagonizando un duelo de alto calibre.

Fried lució como el as que los Yankees esperaban cuando lo firmaron: dominante, sereno, con control absoluto del juego. Flaherty, por su parte, mostró destellos del talento que busca recuperar en Detroit. Dos trayectorias distintas, un mismo origen, y una historia que le dio al béisbol un capítulo cargado de nostalgia y calidad.

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En apenas dos horas y cuatro minutos, los Tigres de Detroit escribieron una historia contundente en el diamante: blanquearon 5-0 a los Yankees de Nueva York, impulsados por una joya monticular de Tarik Skubal y una ofensiva de largo alcance.

Skubal, actual ganador del Cy Young de la Liga Americana, estuvo intratable desde el primer lanzamiento. Permitió solo cuatro hits en seis entradas, ponchó a seis y no otorgó bases por bolas, reduciendo su efectividad de 5.91 a un sólido 3.78. Tras ceder sencillos consecutivos a Paul Goldschmidt y Ben Rice para abrir el juego, retiró a 16 bateadores en fila, incluyendo a figuras como Aaron Judge, quien fue víctima de un ponche clave en la primera entrada.

El abridor de Detroit escapó ileso de esa amenaza inicial y se adueñó del encuentro. Su dominio marcó la pauta para un duelo sin fisuras, completado por Brant Hurter, quien cerró el juego sin permitir carreras y se apuntó su segundo salvamento del año.

A la ofensiva, los Tigres encendieron la artillería pesada en la cuarta entrada. Spencer Torkelson inició la fiesta de cuadrangulares con un vuelacercas ante Carlos Carrasco, quien fue castigado con tres jonrones en el inning. Zach McKinstry y Dillon Dingler conectaron bambinazos consecutivos para ampliar la ventaja. Kerry Carpenter puso la cereza al pastel con un cuadrangular solitario en la quinta ante el relevista Ryan Yarbrough.

Con esta victoria, Detroit suma cinco triunfos consecutivos, en tanto que los Yankees atraviesan un momento complicado, con tres derrotas al hilo y solo dos carreras producidas en los dos primeros juegos de la serie. Además, esta fue su primera blanqueada en lo que va de la temporada.

El duelo, adelantado al mediodía por las bajas temperaturas, reflejó la eficacia de un equipo que empieza a ilusionar con su nivel. Detroit no solo dominó el montículo y el bateo, sino que impuso el ritmo en un juego sin pausas ni errores.

Skubal y compañía dejaron claro que su momento es real. Y si siguen así, los Tigres podrían convertirse en una amenaza inesperada en la Liga Americana.

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Los New York Yankees arrancaron la campaña 2025 con una victoria de 4-2 sobre los Milwaukee Brewers en el Opening Day, en un partido que dejó una marca histórica. Aunque el lineup neoyorquino no tiene el poderío de otras épocas, el equipo demostró que su fortaleza radicará en su pitcheo, con una rotación que cumple y un bullpen que promete ser de los mejores de las Grandes Ligas. Sin embargo, el estreno del nuevo cerrador, Devin Williams, estuvo al borde del colapso ante su ex equipo.

El encuentro comenzó con un momento sin precedentes en los más de 18,000 partidos disputados por los Yankees. Por primera vez en su historia, un receptor abrió el orden al bate y Austin Wells no desaprovechó la oportunidad. En su primer turno, con apenas el tercer lanzamiento de Freddy Peralta, conectó un cuadrangular por el jardín derecho, escribiendo su nombre en los libros de historia del equipo más laureado del béisbol.

Anthony Volpe amplió la ventaja con otro jonrón solitario en la segunda entrada, pero Peralta reaccionó, frenando a la ofensiva neoyorquina con ocho ponches y apenas cuatro imparables permitidos.

Por su parte, Carlos Rodón, quien asumió el papel de abridor principal ante la ausencia de Gerrit Cole, firmó una sólida actuación de 5.1 entradas con siete ponches y una sola carrera permitida, producto de un cuadrangular de Vinny Capra en la tercera. Su desempeño dejó buenas sensaciones, aunque mostró ciertas dudas al ceder dos corredores en la sexta, momento en el que fue relevado.

El bullpen de los Yankees respondió a las expectativas. Tim Hill escapó de una casa llena en la sexta entrada, mientras que Mark Leiter Jr. y Luke Weaver fueron impecables. Nueva York amplió su ventaja en la séptima con un rally impulsado por un desafortunado rebote en la tercera base que evitó una doble matanza.

Pero el dramatismo llegó en la novena entrada. Devin Williams, adquirido para cerrar los juegos en esta temporada, tuvo un complicado debut contra su ex equipo. Permitió una carrera y tuvo el empate en posición de anotar antes de finalmente sellar la victoria.

El invierno en el Bronx fue largo y amargo tras ver a los Dodgers coronarse en la Serie Mundial, pero con la llegada de la primavera, los Yankees han iniciado su camino con una victoria que deja esperanza. Austin Wells inscribió su nombre en la historia, Rodón cumplió en la lomita y el bullpen mostró su solidez. El Bronx ha despertado y el primer capítulo de la temporada 2025 ya está escrito.

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Los Yankees de Nueva York evitaron la eliminación en la Serie Mundial 2024 al vencer 11-4 a los Dodgers de Los Ángeles en un vibrante cuarto juego que desató la emoción en el Yankee Stadium. Gracias a los emergentes Anthony Volpe, Austin Wells y Gleyber Torres, Nueva York frenó la racha ganadora de los Dodgers y forzó el juego cinco en el Bronx.

La noche comenzó con el poder ofensivo de los Dodgers, cuando Freddie Freeman conectó un cuadrangular de dos carreras en el primer inning, estableciendo una marca de jonrones en seis juegos consecutivos en la Serie Mundial. Sin embargo, los Yankees respondieron en el segundo inning con un hit remolcador de Alex Verdugo y un grand slam de Volpe en el tercero, que puso a Nueva York en ventaja y encendió el ánimo de los aficionados. Volpe, además, mostró un gran desempeño en el running de bases, anotando la primera carrera tras un boleto y robando dos bases en la noche.

Aunque los Dodgers se acercaron con un jonrón de Will Smith en el quinto inning, los Yankees se despegaron nuevamente en la pizarra gracias a los cuadrangulares de Wells en el sexto y de Torres en el octavo, sellando la victoria y asegurando que la serie regresará a Los Ángeles para un desenlace épico.

Con esta victoria, los Yankees no solo evitaron la barrida en casa, sino que mantienen viva la posibilidad de realizar una histórica remontada en la Serie Mundial, una hazaña nunca antes lograda al estar en desventaja de 3-0.

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Los Dodgers de Los Ángeles tomaron la delantera en la Serie Mundial al derrotar a los Yankees 4-2 en el segundo juego, colocando la serie 2-0 a su favor antes de dirigirse a Nueva York. En una noche llena de emociones, el lanzador Yoshinobu Yamamoto brilló en la lomita, limitando a la ofensiva de los Yankees con 6.1 entradas sólidas en las que solo permitió un cuadrangular de Juan Soto.

Los Dodgers iniciaron el marcador con un jonrón de Tommy Edman en la segunda entrada, y en el tercer episodio, la ofensiva de los angelinos desató una ráfaga de poder con cuadrangulares consecutivos de Teoscar Hernández y Freddie Freeman. 

Aunque los Yankees intentaron una remontada en la novena entrada, Giancarlo Stanton solo logró reducir la diferencia a 4-2. El relevo de Blake Treinen y Alex Vesia supo manejar la presión, asegurando el triunfo para los angelinos.

Sin embargo, una sombra de preocupación surgió cuando Shohei Ohtani salió del juego tras intentar robar la segunda base, sufriendo un aparente golpe en el hombro izquierdo. A pesar de la incertidumbre en torno a su estado, el equipo de Dave Roberts mostró confianza en su capacidad para mantener el ritmo en la serie.

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En el primer juego de una Serie Mundial que promete ser memorable, los Dodgers vencieron a los Yankees 6-3 en entradas extra, en un épico duelo en el Dodger Stadium. Ambas novenas protagonizaron un tenso enfrentamiento de pitcheo en los primeros episodios, con Gerrit Cole y Jack Flaherty dominando el montículo. Fue hasta la quinta entrada que los Dodgers rompieron el cero con un triple de Hernández, seguido de un elevado de sacrificio de Will Smith para la primera anotación de Los Ángeles.

Giancarlo Stanton respondió de inmediato en el sexto inning, conectando un cuadrangular de 412 pies que, junto a Juan Soto en base, puso a los Yankees en ventaja y silenció a la afición en Chávez-Ravine. Sin embargo, en la octava entrada, un elevado de sacrificio de Mookie Betts permitió a Shohei Ohtani empatar el juego, forzando las entradas extra.

Los Yankees volvieron a adelantarse en la décima, gracias a la velocidad de Jazz Chisholm Jr., quien robó bases estratégicamente y llegó a home impulsado por un elevado de sacrificio de Anthony Volpe. Sin embargo, en la baja del décimo, cuando parecía que los Dodgers cedían el primer juego, Freddie Freeman apareció para conectar un espectacular grand slam, con dos outs y las bases llenas, asegurando la victoria para Los Ángeles en el clásico de otoño.

El segundo partido de esta vibrante serie se jugará nuevamente en el Dodger Stadium, con el primer lanzamiento programado para las 17:00 hrs, tiempo de la Ciudad de México.

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Después de 15 años de espera, los New York Yankees finalmente sellaron su boleto a la Serie Mundial al vencer 5-2 a los Cleveland Guardians en un emocionante duelo decidido en extra innings. El encuentro, celebrado en el Progressive Field, vio su momento cumbre en la décima entrada, cuando Juan Soto conectó un poderoso jonrón de tres carreras con dos outs, desatando la euforia en los Bombarderos del Bronx. La serie, que terminó 4-1 a favor de los Yankees, culminó con esta espectacular actuación.

Los Guardians tomaron la delantera en la segunda entrada gracias a un doblete de Bo Naylor que impulsó a su hermano Josh. Posteriormente, en el quinto episodio, Steven Kwan agregó una carrera más para Cleveland, pero los Yankees frenaron su ofensiva. En el sexto inning, Giancarlo Stanton empató el marcador con un home run de dos carreras, encendiendo una feroz competencia que se mantuvo hasta los innings adicionales, donde el pitcheo fue dominante.

Ya en la décima, cuando el marcador seguía igualado, Soto aprovechó su turno al bate para cambiar el destino del juego, conectando un largo batazo al jardín central mientras Jasson Domínguez y Alex Verdugo esperaban en base. Con este triunfo, los Yankees regresan a la Serie Mundial por primera vez desde 2009, donde buscarán su 28º título, enfrentándose a los Mets o los Dodgers.

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En una noche de dramatismo en Cleveland, los Yankees de Nueva York lograron imponerse 8-6 a los Guardians, acercándose a solo una victoria de la Serie Mundial. Este vibrante Juego 4 vio cómo Giancarlo Stanton, una vez más, se convirtió en la bujía ofensiva de los neoyorquinos, conectando un monumental jonrón de tres carreras en la sexta entrada para ampliar la ventaja a 6-2.

Los Guardians, sin embargo, no se rindieron. Con el respaldo de un público encendido, igualaron el marcador entre el séptimo y el octavo inning, gracias a los dobles oportunos de José Ramírez y Josh Naylor, que pusieron en aprietos a los Yankees.

Pero en la novena entrada, cuando más lo necesitaban, los Yankees volvieron a castigar al cerrador Emmanuel Clase. Un costoso error de Brayan Rocchio permitió que Jon Berti anotara, y un sencillo de Gleyber Torres añadió otra carrera, poniendo el 8-6 definitivo.

Tommy Kahnle entró al relevo y con nervios de acero consiguió el salvamento, poniendo a los Yankees en una posición inmejorable. Ahora, con la serie 3-1 a su favor, los del Bronx tendrán la oportunidad de sentenciar la eliminatoria el próximo sábado, con Carlos Rodon en la lomita. Los Guardians, por su parte, depositan sus esperanzas en Tanner Bibee para forzar un sexto juego y mantener viva la serie.

De ganar, los Yankees avanzarían a su primera Serie Mundial desde 2009, mientras que los Dodgers o Mets podrían ser su próximo desafío en el Clásico de Otoño.

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Aaron Judge, candidato a Jugador Más Valioso de la Liga Americana, apareció en el momento crucial para guiar a los Yankees a una victoria 6-3 sobre los Cleveland Guardians el 15 de octubre. Con esta victoria, los Yankees se colocan a dos triunfos de la Serie Mundial, tomando ventaja 2-0 en la serie. 

Judge, quien había tenido un rendimiento discreto en la postemporada, inició su contribución con un elevado de sacrificio en el segundo inning que impulsó dos carreras y puso a los locales en ventaja 3-0. Pero no se conformó con eso: en el séptimo inning, con Nueva York liderando 4-2, conectó su primer jonrón de estos playoffs, el número 14 en su carrera en postemporada, para prácticamente sellar el destino del partido.

Gerrit Cole, encargado de abrir por los Yankees, tuvo una actuación sólida pero se fue sin decisión tras permitir dos carreras y seis hits en poco más de cuatro entradas. El triunfo fue para Clay Holmes, mientras que Tanner Bibee cargó con la derrota para Cleveland. En la ofensiva de los Guardians, José Ramírez destacó con un jonrón solitario en la novena entrada ante Luke Weaver, aunque esa fue solo la segunda carrera limpia permitida por el bullpen neoyorquino en seis juegos de postemporada.

Con esta victoria, los Yankees tienen una ventaja significativa en la serie, y con la historia a su favor, ya que en 32 de las 37 ocasiones anteriores, los equipos que tomaron ventaja de 2-0 en una serie de siete juegos terminaron avanzando. El próximo enfrentamiento será en Cleveland, donde los Yankees buscarán acercarse aún más a su primera Serie Mundial desde 2009.

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Los New York Yankees tomaron un paso firme hacia la Serie Mundial al imponerse 5-2 a los Cleveland Guardians en el Yankee Stadium, en el primer duelo de la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Con un lleno total de 47,264 aficionados, los Yankees se aprovecharon de los errores del pitcheo rival y mostraron su poder ofensivo, liderados por los jonrones de Juan Soto y Giancarlo Stanton.

El dominicano Juan Soto inauguró el marcador en la tercera entrada con un cuadrangular que viajó 387 pies, convirtiéndose en el jugador más joven en conectar jonrones en la postemporada con tres equipos diferentes. Poco después, el descontrol del abridor de Cleveland, Alex Cobb, y del relevista Joey Cantillo permitió que los Yankees sumaran dos carreras más, gracias a un par de lanzamientos descontrolados.

Carlos Rodón, por su parte, tuvo una actuación destacada en la lomita, recuperándose de su salida anterior en la serie divisional. El zurdo lanzó seis entradas sólidas, permitiendo solo dos sencillos y un jonrón de Brayan Rocchio en la sexta entrada. La reacción de los Guardians continuó en la octava con una carrera impulsada por Steven Kwan, pero los Yankees ya tenían el juego controlado.

Giancarlo Stanton amplió la ventaja de Nueva York en la séptima entrada con un poderoso jonrón que recorrió 439 pies. Finalmente, Luke Weaver entró para sellar el triunfo, relevando a Clay Holmes con corredores en las esquinas y retirando a Will Brennan y José Ramírez para asegurar la victoria.

Los Yankees, con su rica historia en postemporada, buscan ampliar su récord de 41 títulos en la Liga Americana y dieron un primer paso firme en esta serie al mejor de siete.