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| foto: Mike Stewart/AP |
Lo que comenzó como un duelo defensivo y cerrado en la primera mitad, terminó convirtiéndose en una demostración de poderío absoluto por parte de los Seattle Seahawks. Con una ráfaga incontenible de 31 puntos en los últimos dos cuartos, Seattle aplastó este domingo 37-9 a los Atlanta Falcons en el Lumen Field, consolidándose como uno de los contendientes más serios de la Conferencia Nacional.
La victoria, la séptima en sus últimos ocho compromisos, mejora el récord de los Seahawks a 10-3, convirtiéndolos en el primer equipo de toda la NFC en alcanzar la marca de doble dígito en triunfos esta temporada. El equipo dirigido por Mike Macdonald está ahora a un paso de asegurar su regreso a la postemporada por primera vez en los últimos tres años.
El encuentro llegó al medio tiempo sumido en un tenso empate 6-6, con las ofensivas luchando por encontrar ritmo. Sin embargo, el guion cambió drásticamente en el primer instante del tercer cuarto. Rashid Shaheed recibió la patada inicial de la segunda mitad y, con una velocidad electrizante, recorrió 100 yardas hasta la zona de anotación.
Ese touchdown no solo rompió el empate, sino que abrió las compuertas para una ofensiva de Seattle que había estado dormida. El mariscal de campo Sam Darnold tomó el control a partir de ahí, finalizando la tarde con 249 yardas aéreas y tres pases de touchdown.
Darnold encontró a sus armas más peligrosas en la zona roja, conectando en dos ocasiones con el estelar Jaxon Smith-Njigba y lanzando otro pase de anotación al veterano Cooper Kupp, destrozando la secundaria de Atlanta.
Mientras la ofensiva brillaba en la segunda mitad, la defensa de los Seahawks continuó demostrando por qué es considerada una de las mejores de la NFL. La unidad defensiva de Seattle asfixió al ataque de los Falcons comandado por Kirk Cousins, forzando tres pérdidas de balón cruciales que inclinaron la balanza.
Esta actuación reafirma a la defensa de Seattle entre las cuatro mejores de la liga y los consolida como uno de los únicos cinco equipos que han logrado superar la barrera de los 20 intercambios de balón provocados en lo que va de la campaña.
El receptor Jaxon Smith-Njigba continúa su temporada de ensueño. Con sus dos anotaciones y recepciones del domingo, acumula ahora 1,428 yardas y nueve touchdowns en 89 recepciones. Su ritmo actual lo mantiene en la búsqueda de la histórica marca de las 2,000 yardas por recepción en una temporada, necesitando promediar 143 yardas en los partidos restantes para lograrlo.
La otra cara de la moneda son los Atlanta Falcons. Con su séptima derrota en los últimos ocho juegos, su récord cae a 4-9. La derrota no solo los elimina oficialmente de la contienda por los playoffs con un mes aún por jugar, sino que también sella su destino histórico: Atlanta ha asegurado su octava campaña consecutiva con récord perdedor, igualando la peor racha en la historia de la franquicia. Los Falcons no conocen la postemporada desde 2017, un año después de su infame colapso en el Super Bowl ante los Patriots.
Con este triunfo, las expectativas en Seattle se disparan. En una NFC Oeste brutalmente competitiva, que llegó al domingo con tres equipos presumiendo al menos nueve victorias, los Seahawks mantienen la vista puesta no solo en el título divisional, sino en la posibilidad real de pelear por el primer sembrado de la conferencia en enero.
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