Philadelphia Eagles sobrevivieron a arremetida de Tampa Bay y ganaron con tácticas creativas y gran defensa

foto @Eagles (X)

 

Los Philadelphia Eagles lograron mantener su invicto y sumar su vigésima victoria en 21 partidos con un triunfo 31-25 sobre los Tampa Bay Buccaneers en el Raymond James Stadium, en un partido intenso y con momentos de gran dramatismo.

El partido inició con un gran impacto para los Eagles tras un despeje bloqueado recuperado por Sydney Brown, que devolvió 35 yardas para anotar el primer touchdown y poner el 7-0. Jalen Hurts continuó dominando, con dos pases de touchdown para Dallas Goedert, primero de 2 yardas y luego de 5 yardas, llevando ventaja de 21-0 en la primera parte.

Tampa Bay intentó reaccionar con un gol de campo de 42 yardas y otro de 65 yardas, este último el más largo en la historia de la NFL en un estadio al aire libre, seguido por una anotación de 77 yardas en pase de Baker Mayfield a Emeka Egbuka, acercando el marcador a 24-13 al inicio del tercer cuarto.

La ofensiva de Philadelphia perdió efectividad en la segunda mitad, donde Hurts completó solo 0 de 8 pases, en contraste con la primera parte casi perfecta (15 de 16). Sin embargo, los Eagles mantuvieron su ventaja, gracias a la sólida defensa y a jugadas clave, como la interceptación en zona de anotación de Jihaad Campbell y un poderoso sack de Moro Ojomo en momentos críticos.

La clave ofensiva para sellar el triunfo fue un tercer down y menos de una yarda en la yarda cinco de Tampa, donde tras un engaño a modo de “falso tush push”, Hurts le entregó el balón a Saquon Barkley, quien caminó sin oposición para poner el 31-13. Barkley terminó con poco más de 80 yardas por tierra y fue uno de los líderes ofensivos.

Al final, un safety provocado por una mala salida del punter Braden Mann puso cifras definitivas de 31-25, con una última ofensiva frustrada de Tampa antes de culminar el duelo. Los Buccaneers, con marca 3-1, vieron interrumpida una racha invicta, mientras que los Eagles se consolidan con 4-0 y su fortaleza se mantiene intacta como actuales campeones del Super Bowl.