![]() |
foto @Broncos (X) |
En el inicio de la semana 7 de la NFL, los Denver Broncos dieron un golpe de autoridad al derrotar a los New Orleans Saints por un abultado 33-10, demostrando solidez en ambas facetas del juego. Con esta victoria, los Broncos mejoraron su récord a 4-3, colocándose en el segundo lugar de la AFC Oeste, mientras que los Saints, con un 2-5, se hundieron en la NFC Sur.
Denver comenzó con paso firme gracias a los precisos goles de campo de Wil Lutz, quien puso a su equipo al frente con seis puntos antes de que Javonte Williams entrara en acción con un touchdown terrestre en la zona roja, extendiendo la ventaja a 13-0. Aunque los Saints respondieron con un gol de campo de Blake Grupe, los Broncos mantuvieron el control con otra patada de Lutz para irse al descanso con un 16-3 a su favor.
El tercer cuarto mantuvo la misma tónica: un gol de campo de Lutz seguido por un segundo touchdown de Javonte Williams. En el último cuarto, la defensa de Denver terminó de imponer condiciones cuando Cody Barton recuperó un fumble del quarterback Spencer Rattler y lo devolvió hasta la zona de anotación, dejando el marcador 33-3.
Aunque los Saints lograron un touchdown tardío con un pase de Jake Haener a Cedrick Wilson Jr., ya era demasiado tarde para revertir el resultado. La ofensiva de los Saints estuvo inoperante durante gran parte del juego, con Alvin Kamara neutralizado y Rattler bajo constante presión, acumulando solo 175 yardas aéreas. En contraste, el ataque terrestre de Denver, liderado por Williams y Bo Nix, fue eficiente y constante.
El partido tuvo un matiz emotivo debido al homenaje a Drew Brees durante el medio tiempo, quien fue entronizado en el Salón de la Fama de los Saints. Sin embargo, la celebración quedó empañada por el dominio absoluto de los Broncos, quienes bajo el mando de Sean Payton—antiguo entrenador de Brees—dejaron en claro su determinación en la temporada.
0 comentarios:
Publicar un comentario