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| Foto: MotoGP twitter |
De esta forma, el piloto español cortó la peor sequía de la historia del constructor japonés, que no se imponía desde el Gran Premio de Holanda de la temporada pasada, en Assen, donde quien logró el triunfo fue Valentino Rossi, su compañero.
Al margen del renacimiento del español, que no se encaramaba a lo más alto del podio desde hace un año y medio (Le Mans), la carrera estuvo marcada por el escalofriante accidente que sufrió Johann Zarco en la quinta vuelta, en el que el francés prácticamente volvió a nacer.
El piloto del equipo Tech 3 rodaba embotellado en el grupo delantero, colocado justo detrás de Marc Márquez, cuando al llegar a la frenada de la primera curva, una de las más rápidas del certamen, encimó el colín de la Honda del campeón del mundo antes de salir proyectado a más de 250 kilómetros por hora.
Zarco no se hizo nada y Márquez, con la moto prácticamente partida por la mitad, se vio obligado a abandonar. Este es el tercer cero consecutivo para el de Cervera (Lleida) en este escenario tras llegar con el campeonato ganado, aunque el primero que no responde a una caída.
Con el #93 fuera de combate emergió Viñales, que se hizo con la batuta del pelotón en el octavo giro estableció un margen que llegó a superar los cuatro segundos.
La segunda plaza fue finalmente para Andrea Iannone, uno de los que se mostró más competitivos a lo largo de todo el fin de semana, mientras que Andrea Dovizioso completó el podio, confirmando el paso adelante dado por la Ducati en un escenario que normalmente se les atragantaba a las motos de Borgo Panigale.
Un estratosférico Álvaro Bautista fue capaz de terminar el cuarto subido a la moto de Jorge Lorenzo, justo por delante de Alex Rins (quinto) y de Valentino Rossi (sexto).
Fuente: Motorsport
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