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| Foto: J. Crosnier/FFT |
Novak Djokovic aspira a todo. El número dos del mundo superó en sets corridos (7-6, 6-1, 6-3) el duro escollo que supuso un gran Albert Ramos para meterse en los cuartos de final de Roland Garros, una ronda en la que no ha fallado en las últimas ocho ediciones. Allí le espera Dominic Thiem, otro de los candidatos al título.
Después de una jornada maratoniana, Djokovic saltaba a la Philippe Chatrier con la incertidumbre de si tendría tiempo de acabar su partido antes del ocaso. Al otro lado de la red se encontraba Albert Ramos, un rival con el que Djokovic jamás había perdido un set en sus enfrentamientos previos.
No obstante, el de Barcelona atraviesa el momento más dulce de su carrera, por lo que la batalla estaba servida. El primer parcial fue el perfecto ejemplo de lo que es un partido sobre tierra, con rallies que superaban con facilidad los diez golpes y una lucha encarnizada desde el fondo. Las roturas de servicio se sucedieron y el set llevó su desenlace a un justo tie break. Allí Djokovic comenzó dominando, y aunque a punto estuvo de llevarse un susto, consiguió adelantarse en el marcador.
La lucha y la intensidad del primer set presagiaban que el partido estaba condenado a no terminar hoy, pero Djokovic se empeñó en llevar la contraria. El de Belgrado, que fue de menos a más en todo momento, no tardó en alcanzar la velocidad de crucero. Inmaculado con la derecha, Nole movía de lado a lado sin piedad a Ramos, que aunque aguantaba el chaparrón, apenas se veía en disposición de atacar. El dominio serbio se hizo absoluto, y Nole se llevó la segunda manga por un contundente 6-1.
El pupilo de Agassi, que hoy no estuvo en el banquillo, no tenía intención de bajar el nivel, y aunque la admirable actitud de Ramos no le hizo tirar la toalla hasta el final, el pase a cuartos fue pronto una realidad.
Sobresaliente victoria de Djokovic, que jugó su mejor tenis para alcanzar sus 11º cuartos de final en París.
Fuente: Punto de break
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