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| Foto: AP |
En una tarde que prometía ser un escaparate para el futuro de la posición de mariscal de campo en la NFL, fue el ataque terrestre tradicional el que marcó la diferencia. Los Tennessee Titans se sacudieron una pesada losa de siete derrotas consecutivas al aferrarse a una victoria de 31-29 sobre los Cleveland Browns, en un encuentro donde Tony Pollard eclipsó el duelo mediático entre los novatos Cam Ward y Shedeur Sanders.
La victoria representa un bálsamo necesario para la franquicia de Nashville y marca el primer triunfo para el entrenador interino Mike McCoy, quien asumió el cargo tras el despido de Brian Callahan a mitad de una temporada complicada que ahora los coloca con marca de 2-11.
Mientras la atención se centraba en los jóvenes pasadores, Tony Pollard tomó el control del partido. El corredor de los Titans disfrutó de la mejor tarde de su trayectoria profesional, destrozando la defensa de Cleveland con 161 yardas por tierra y encontrando la zona de anotación en dos ocasiones. Su capacidad para mover las cadenas y controlar el reloj fue fundamental para que Tennessee alcanzara su máximo de puntos de la temporada (31).
El mariscal de campo de los Titans, Cam Ward, seleccionado con el primer pick global en el draft de abril pasado, tuvo una actuación eficiente y libre de errores graves. Ward completó 14 de 28 pases para 117 yardas y, por primera vez en su joven carrera, lanzó para al menos dos touchdowns en un mismo juego.
Ward y los Titans rompieron una tendencia negativa desde el inicio mismo del partido. En su primera serie ofensiva, Ward conectó con Ayomanor en una ruta cruzada para un touchdown de 14 yardas. Fue la primera vez en toda la temporada 2025 que Tennessee logró anotar un touchdown en su posesión inaugural.
Del otro lado, los Cleveland Browns vivieron una montaña rusa con su propio mariscal de campo novato. Shedeur Sanders, realizando apenas su tercera titularidad en la NFL y bajo la atenta mirada de su padre, el legendario Deion "Coach Prime" Sanders, presente en el estadio, mostró destellos de brillantez y la inexperiencia propia de un debutante.
Sanders terminó con números espectaculares: 364 yardas por aire y tres pases de touchdown, convirtiéndose en el primer QB novato de los Browns desde Baker Mayfield en superar la barrera de las 300 yardas en un juego. Además, añadió un touchdown por la vía terrestre. El novato encontró química con su compañero de generación, el receptor Fannin, quien finalizó con ocho recepciones para 114 yardas y una anotación.
Cleveland llegó a liderar 17-14 al medio tiempo gracias a una sólida primera mitad de Sanders. Sin embargo, el punto de inflexión llegó en el tercer cuarto. Sanders lanzó una costosa intercepción que los Titans capitalizaron para anotar el touchdown que les dio la ventaja definitiva. A pesar de las yardas acumuladas, este tipo de errores críticos generan preocupaciones en Cleveland sobre la consistencia de su situación en la posición de quarterback de cara al futuro.
Los Browns montaron un intento de remontada tardío en el último cuarto, acercándose en el marcador. Sin embargo, en los minutos finales, con la oportunidad de empatar el juego tras un touchdown, Cleveland falló el intento crucial de conversión de dos puntos, sellando el marcador final de 31-29 a favor de Tennessee.
Los Titans (2-11) intentarán construir sobre este impulso cuando viajen a San Francisco para enfrentarse a los 49ers el próximo domingo. Por su parte, los Browns deberán reagruparse rápidamente y evaluar sus errores estratégicos mientras encaran un cierre de temporada brutal con enfrentamientos ante rivales formidables como los Bears, Bills, Steelers y Bengals.
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