foto Andrew Boyers (Reuters)

Christian Horner ya es historia en Red Bull Racing. La escudería de Milton Keynes confirmó este miércoles la destitución inmediata de quien durante dos décadas fue el arquitecto de su época dorada en la Fórmula 1. Horner, de 51 años, lideró al equipo a lo más alto desde su llegada en 2005: 8 títulos de pilotos —cuatro con Sebastian Vettel y cuatro con Max Verstappen—, 6 campeonatos de constructores y más de 120 victorias que consolidaron a Red Bull como uno de los gigantes del paddock.

Sin embargo, el desgaste de los últimos meses precipitó su salida. La escudería marcha cuarta en el Mundial de Constructores 2025, a casi 300 puntos de un McLaren imparable, mientras Verstappen —ahora segundo en el campeonato— ha dejado entrever su incomodidad con la gestión interna. A esto se sumaron la denuncia por acoso contra Horner en 2024, la marcha de figuras clave como Adrian Newey y Jonathan Wheatley y los cambios ineficaces en la alineación de pilotos.

El reemplazo es Laurent Mekies, francés de 48 años y hasta ahora jefe de Racing Bulls. Con pasado en Ferrari y la FIA, Mekies asume la dirección de Red Bull en un momento delicado y deberá enfrentar la presión de retener a Verstappen, evitar más salidas estratégicas y devolver a la escudería a la lucha por títulos.

Mientras tanto, Alan Permane se queda al frente de Racing Bulls como parte de la reestructuración. La salida de Horner, quien tenía contrato hasta 2030, marca un antes y un después para un equipo que cambió la F1 moderna. El paddock espera ahora la reacción de Verstappen y Helmut Marko, piezas clave para definir si Red Bull logra sostenerse como potencia o abre la puerta a un nuevo éxodo de talento.

foto EFE/Christian Bruna

En el marco del Gran Premio de Austria, Red Bull se encuentra nuevamente en el centro de una controversia que involucra a Jos Verstappen, padre del piloto campeón Max Verstappen, y al jefe del equipo, Christian Horner. La aparente tregua en el seno de la escudería se ha visto alterada, reavivando las tensiones entre estas dos figuras clave.

El detonante del conflicto fue la exclusión de Jos Verstappen del Desfile de Leyendas de la Fórmula 1, un evento programado para el Gran Premio de Austria. Aunque había sido invitado a participar y a conducir el icónico RB8, el mismo que llevó a Sebastian Vettel a su tercer título en 2012, se le negó esta oportunidad. Según el expiloto de 52 años, la negativa vino directamente de Christian Horner, quien, según Jos, habría hecho todo lo posible para evitar su participación y que se filmara su presencia en el circuito.

En una entrevista con De Telegraaf, Jos Verstappen expresó su frustración: "He oído desde varios sectores que Christian Horner ha hecho todo lo posible para no dejarme conducir. Entonces pienso: ‘dímelo en la cara’. Esto no tiene que ser así para mí, me parece muy decepcionante". Además, en declaraciones a Formule 1, Verstappen padre calificó la actitud de Horner como "infantil" y afirmó estar "completamente harto de él".

En respuesta, Christian Horner desmintió cualquier implicación en la exclusión de Jos Verstappen del desfile, aclarando que el evento es organizado por las autoridades del circuito y no por el equipo Red Bull. En una rueda de prensa, Horner comentó: "El desfile de leyendas es algo que organiza el circuito. No hubo veto por mi parte ni nada por el estilo". Aprovechó la oportunidad para bromear sobre el interés de Mercedes en Max Verstappen: "Si quieren un Verstappen para el próximo año, supongo que Jos está potencialmente disponible".

Horner subrayó que su relación con Max Verstappen es sólida y prioritaria: "Mi relación con Max siempre ha sido muy buena, muy fuerte. Y él es nuestro piloto. Él es con quien es importante tener una relación sólida". Reiteró que nunca ha tenido problemas con los padres de sus pilotos y que su enfoque está en el rendimiento del equipo y de Max, considerado uno de los mejores pilotos del mundo.

En declaraciones a Motor Sport, Horner profundizó en la dinámica del equipo: "Tenemos un equipo maravilloso, tenemos grandes pilotos. Y en Max, tenemos al mejor piloto del mundo. Él ha crecido enormemente desde que llegó a nuestro equipo, tanto como piloto como ser humano". Horner enfatizó que su interés principal es el rendimiento del equipo y de sus pilotos, dejando claro que no puede controlar las relaciones con los padres de los pilotos.