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foto buccaneers.com |
Los Bucaneros de Tampa Bay iniciaron la pretemporada 2025 dominando a los Tennessee Titans por 29-7 en el Raymond James Stadium, mostrando un fuerte desempeño ofensivo y una defensa que generó tres intercepciones. Kyle Trask lideró la ofensiva en la primera mitad con 12 de 16 pases completos para 129 yardas y un rating de 98.2, destacando su conexión con Ryan Miller (5 recepciones por 63 yardas) y el touchdown terrestre de Sean Tucker tras una larga ofensiva de 17 jugadas y 80 yardas. El pateador Chase McLaughlin aportó dos goles de campo para una ventaja de 13-7 al medio tiempo.
En defensa, el novato Jacob Parrish brilló con dos pares de ruptura de pases cruciales y mostró buena movilidad y destreza. En el tercer cuarto, Nick Jackson aportó una captura importante y una intercepción tras un desvío en la línea de golpeo. Connor Bazelak tomó el mando del ataque en la segunda mitad completando 6 de 9 pases para 48 yardas, mientras los Bucs se enfocaron en el juego terrestre con Owen Wright y Sean Tucker. En minutos finales, un gol de campo de Ryan Coe y un touchdown de Wright tras una recuperación de balón creativa aumentaron la ventaja a 22-7. Finalmente, Roman Parodie puso la cereza con un pick-six de 39 yardas para sellar la victoria.
Por parte de Tennessee, su primera selección global del draft, el mariscal Caleb Ward, mostró un debut prometedor, con 5 de 8 pases completos para 67 yardas y sin errores, liderando un drive de touchdown con buenas conexiones a Calvin Ridley y un anotación terrestre de Tony Pollard. A pesar de una ofensiva limitada —solo 5 yardas en la primera parte— y mucho tiempo fuera del campo, Ward evidenció comodidad y compostura en el manejo del juego durante tres series ofensivas. Los suplentes Brandon Allen y Tim Boyle también vieron acción.
Cabe destacar algunas ausencias por lesión: los Titans no contaron con NT T'Vondre Sweat (cirugía de amígdalas) ni ILB Anfernee Orji (lesión en rodilla), mientras que Tampa Bay perdió temprano a RB Rachaad White y WR Dennis Houston por problemas de ingle.
Este partido mostró un sólido contrapunto entre la profundidad y agresividad defensiva de Tampa Bay y un Tennessee aún ajustando su ofensiva con jóvenes talentos, destacando la experiencia fresca de su nuevo mariscal y la capacidad atlética de sus corredores.
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