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foto @Vikings (X) |
En una noche que reafirmó su condición de contendientes, los Minnesota Vikings (12-2) derrotaron 30-12 a los Chicago Bears (4-10) en el Monday Night Football de la Semana 15. El triunfo permite a los dirigidos por Kevin O’Connell igualar a los Detroit Lions (12-2) en la cima de la NFC Norte, aumentando la expectación de cara al enfrentamiento directo en la última semana de la temporada regular.
Desde el inicio, los Vikings mostraron su superioridad. Will Reichard inauguró el marcador con un gol de campo de 52 yardas tras un turnover on downs de los Bears. La defensa de Minnesota fue clave, destacando un strip-sack de Jonathan Greenard sobre Caleb Williams que Blake Cashman recuperó, posicionando al equipo en terreno rival. En cinco jugadas, Sam Darnold (24/40, 231 yardas, TD, INT) conectó con Justin Jefferson (7 recepciones, 73 yardas, TD) para el primer touchdown del partido y un temprano 10-0 en el marcador.
Aunque Chicago intentó responder, sus esfuerzos fueron frustrados por errores y una férrea defensa de Minnesota. Un gol de campo de Reichard de 31 yardas cerró la primera mitad con ventaja de 13-0 para los locales.
En el tercer cuarto, los Bears finalmente rompieron el cero con un gol de campo de 29 yardas de Cairo Santos, luego de que un touchdown de D’Andre Swift fuera anulado por penalizaciones consecutivas. La respuesta de los Vikings no se hizo esperar; Aaron Jones (18 acarreos, 86 yardas, TD) culminó una ofensiva de 12 jugadas con una anotación terrestre que incrementó la ventaja a 20-3.
Los errores continuaron siendo un lastre para Chicago. Castigos en momentos clave, incluyendo una interferencia de pase en la zona de anotación, facilitaron que Cam Akers ampliara la ventaja con un acarreo de una yarda. En los instantes finales, Keenan Allen logró un touchdown para los Bears con un pase de 16 yardas de Caleb Williams (18/31, 191 yardas, TD), pero la conversión fallida y un último gol de campo de Reichard sellaron el 30-12 definitivo.
Con esta victoria, los Vikings envían un mensaje claro a la NFC: no solo planean competir en la postemporada, sino también pelear por la supremacía de la conferencia.
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