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foto @memgrizz (X) |
En un duelo marcado por la estrategia y la ejecución, los Memphis Grizzlies lograron una importante victoria 127-121 sobre los Boston Celtics, poniendo fin a una racha de 10 derrotas consecutivas en el TD Garden. El equipo dirigido por Taylor Jenkins presentó un plan defensivo audaz: centrar su atención en limitar a Jayson Tatum y Jaylen Brown, dejando que Jrue Holiday asumiera un papel protagonista en el ataque de Boston.
Holiday, inicialmente efectivo, cerró el primer cuarto como el máximo anotador de su equipo con 11 puntos y 3 de 8 en triples. Sin embargo, su desempeño se diluyó en los siguientes periodos, acertando solo 1 de sus últimos 9 intentos desde la línea de tres. A pesar de sus 23 puntos, no logró ser la chispa que los Celtics necesitaban.
Por su parte, Ja Morant brilló con una actuación dominante de 32 puntos, nueve asistencias y nueve rebotes, acompañado por Jaren Jackson Jr., quien sumó 27 puntos y nueve rebotes. Los Grizzlies demostraron resiliencia al recuperarse de un déficit de 14 puntos en el tercer cuarto y cerrar el juego con un parcial de 7-0 que aseguró la victoria.
Boston, aunque competitivo, tuvo una noche irregular. Más allá de la errática puntería de Holiday, los Celtics fallaron nueve tiros libres (67.9% de efectividad) y cometieron 14 pérdidas de balón, superando su promedio de la temporada. Además, Tatum y Brown, aunque sumaron puntos, no lograron superar el marcaje estratégico de Memphis.
La derrota deja a los Celtics con lecciones importantes de cara al futuro, como destacó Jaylen Brown: “Es una noche para aprender. Confiamos plenamente en Jrue y estamos listos para responder si los equipos intentan estrategias similares”.
Con esta victoria, Memphis consolida su buen momento, sumando ocho triunfos en sus últimos nueve partidos. Mientras tanto, Boston buscará ajustes antes de enfrentar a Detroit el jueves.
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