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| foto AP /Godofredo A. Vásquez |
La maldición de Aaron Rodgers contra los 49ers sigue vigente, ya que San Francisco superó a los New York Jets 32-19 en el Monday Night Football de la Semana 1 de la NFL. A pesar de un esfuerzo ofensivo sólido de los Jets, especialmente en la primera mitad, la defensa de los 49ers y un ataque terrestre imparable inclinaron la balanza a su favor.
Brock Purdy, el mariscal de campo de los 49ers, tuvo una actuación estable, completando 19 de 29 pases para 231 yardas, aunque sin touchdowns. A pesar de no brillar en los números aéreos, Purdy fue respaldado por un excepcional juego terrestre. Jordan Mason, tomando el relevo de Christian McCaffrey, corrió 28 veces para 147 yardas y anotó un touchdown, mientras que Deebo Samuel, siempre versátil, sumó otras 23 yardas por tierra y cinco recepciones para 54 yardas.
La defensa de los 49ers brilló, con Fred Warner liderando con siete tacleadas y un balón suelto, mientras que Jake Moody se destacó en equipos especiales, anotando seis goles de campo, el más largo de 53 yardas. Rodgers, quien conectó 13 de 21 pases para 167 yardas y un touchdown, tuvo un desempeño irregular y sufrió una intercepción crítica.
El partido comenzó de manera pareja, con los Jets tomando una breve ventaja de 7-3 tras un acarreo de touchdown de Breece Hall. Sin embargo, los 49ers se ajustaron rápidamente y tomaron el control del encuentro. Un gol de campo de 51 yardas de Moody y un touchdown terrestre de Samuel dieron la ventaja a San Francisco al descanso. En la segunda mitad, la defensa de los 49ers asfixió a los Jets, mientras que su juego terrestre continuó desgastando a la defensa neoyorquina.
A pesar de un esfuerzo tardío de los Jets, quienes lograron anotar nuevamente con un pase de Rodgers a Allen Lazard, el dominio de los 49ers fue absoluto. Con casi 39 minutos de posesión, los californianos cerraron el partido con autoridad, dejando a los Jets sin opciones.
La historia se repite: Rodgers sigue sin poder superar a los 49ers, mientras que San Francisco arranca la temporada con una contundente victoria, consolidando su estatus como un equipo a temer en la NFL.
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