Los Buffalo Bills demostraron que son serios contendientes al título con gran exhibición ante los Jacksonville Jaguars.

foto @BuffaloBills (X)

 

Los Buffalo Bills demostraron su contundente superioridad al aplastar a los Jacksonville Jaguars con un marcador de 47-10 en una exhibición de poder ofensivo y solidez defensiva. Desde el primer cuarto, Josh Allen comandó a su equipo con maestría, liderando cinco series consecutivas de anotación y completando 23 de 30 pases para 263 yardas y cuatro touchdowns. Su precisión y capacidad para leer la defensa rival fueron evidentes, conectando con una amplia gama de receptores y demostrando por qué es uno de los favoritos para el MVP.

El primer golpe lo dio el corredor James Cook con una carrera de 6 yardas que abrió el marcador, pero el verdadero festín ofensivo vino con los pases de Allen, quien se encargó de encontrar a sus receptores en momentos clave. Dalton Kincaid, Keon Coleman, Khalil Shakir y Ty Johnson fueron los destinatarios de sus pases de touchdown, poniendo de manifiesto la profundidad y versatilidad de esta ofensiva.

Mientras tanto, la defensiva de los Bills estuvo a la altura, conteniendo a los Jaguars en casi todo el encuentro. Una de las jugadas más destacadas fue la primera intercepción en la carrera de Damar Hamlin, quien leyó a la perfección un pase de Trevor Lawrence y devolvió el balón 19 yardas, preparando el camino para otro touchdown de Buffalo.

Por su parte, Jacksonville nunca pudo encontrar su ritmo. Lawrence, presionado constantemente, no logró establecer una conexión efectiva con sus receptores, y aunque lograron romper el cero en el segundo cuarto con un gol de campo, nunca representaron una amenaza real para unos Bills que simplemente fueron superiores en todas las facetas del juego.

Esta victoria no solo refuerza el estatus de los Bills como aspirantes al título, sino que también envía un mensaje claro a la liga: detener esta ofensiva será un desafío monumental para cualquier equipo que los enfrente.