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Foto: rolandgarros twitter |
Por segunda vez en su carrera deportiva, Juan Martín Del Potro logró estar en las semifinales de Roland Garros. Después de pisar esta ronda en 2009, durante esta edición doblegó a Marin Cilic por 7-6(5), 5-7, 6-3, 7-5 para toparse con Rafael Nadal en busca del pase a la lucha por la corona.
La cita se reanudó en una situación drástica ya que el Tie-Break del primer parcial marcaba en 5-5. Suele ser complicado arrancar los partidos y más con la presión que suponía el electrónico. Con una despojada Suzanne Lenglen, los dos puntos que se disputaron en lo que quedaba de manga fueron para el tandilense que lo celebró con sonora notoriedad. El croata, arrancó bastante frío, sus gestos en cancha no eran muy halagüeños queriendo ser muy agresivo pero perdiendo bastantes bolas. Aun así, su servicio, con el abierto sobretodo, le salvaba de muchos problemas. El cuarto juego lo cerró a la quinta opción que tuvo en un instante donde Juan dispuso de una opción para quebrar.
La insistencia del croata con su agresividad fue en mejora. Encontró winners metiéndose más en pista, recitando otra fórmula como eran las dejadas y en el séptimo juego a la hora y 48 minutos de partido, vivió sus dos primeras opciones de rotura. Aun así, no le sirvieron mucho ya que el argentino con su saque no puso en duda su contundencia con aquel golpe. Mientras el sol resplandecía sobre la pista, el croata acechaba cada vez más al resto. Sobre los segundos de Juan sabía posicionarse y nuevamente tuvo otra opción de break que no supo cosechar pero después a la segunda que tuvo, Del Potro cometió una doble falta fijándose en un espectador que había gritado justo antes de que tirase la bola siendo aquella la primera rotura.
Con 5-4 y saque, Juan Martín fue más agresivo encontrando su derecha y también fue ayudado con dos errores del tercer cabeza de serie para realizar el contrabreak en blanco. Los nervios eran palpables por parte de ambos y por tercera vez consecutiva, hubo rotura con el jugador albiceleste perdiendo consistencia con su servicio sin poder frenar la agresividad de Marin. Nuevamente, ahora con 6-5, el No.4 del mundo sirvió para intentar poner equidad. En esta ocasión, tras 65 minutos de parcial, pudo igualar la marca.
La condición psicológica dañó mucho al argentino y las sensaciones eran infaustas. Con poca movilidad de piernas, sin poder ser agresivo mientras que su oponente se encontraba de una manera totalmente opuesta. Estaba con mucha ambición siendo él quien abría huecos llevando los patrones de juego. Rompió y después tuvo en los dos siguientes juegos, la opción de marcharse en el tercer set con oportunidades de break pero las desaprovechó. Por lo tanto, perder aquel gran momento le dañaron ya que despertó a un Juan que obtuvo mejores golpes sobre la pista que le valieron para situar el 3-3
La confianza exaltó en Del Potro siendo más ambicioso. Mostró otra imagen corporal llegando a ser más calculador y leyó mejor el envite para encarar cinco juegos consecutivos situando en el marcador el 2-1 con un 6-3. El comienzo de cuarto set, no obstante, marchó tranquilo ya que se respetaron el saque, daba la sensación que era el croata quién continuaba con más energía y ambición mientras que Juan parecía verlas venir aunque elevando su nivel cuando la situación podía trastocarse. Por ejemplo, el sexto juego trasladó que con deuce, el argentino sirvió siendo muy efectivo.
Los momentos calientes de una manga tan trascendente eran un hecho. Juan Martín, encontró mayor agresividad jugando con la táctica de golpes más paralelos incomodando al croata y soltando más sus tiros. Con el 5-5, llegaron tres opciones de break para el sexto jugador del mundo que cuando jugaba a este nivel, se presenciaba la diferencia desde el fondo. Finalmente, tras tres horas y 50 minutos, obtuvo el pase a la penúltima ronda con la importancia de imponerse en la disputa de los momentos clave.
Fuente: ATP/Punto de break
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