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| Foto: Wimbledon twitter |
Roger Federer estará en los cuartos de final de Wimbledon después de derrotar al búlgaro Grigor Dimitrov en tres mangas, 6-4 6-2 6-4, con su habitual rapidez en el juego, asestando un primer golpe propio de su superioridad competitiva y después soltando su juego y abriendo distancias ante un Dimitrov nuevamente débil mentalmente, desdibujado tras un prometedor arranque.
El primer set fue muy representativo de dos jugadores con grandes servicios, firmes en su arranque, concentrados y sobre una superficie que no permite mucho ritmo. Las sensaciones de juego se mueven más cercanas a Dimitrov, que entona mejor los movimientos, cuando ataca no encuentra respuesta en Federer y aunque no tiene oportunidades de quiebre, está más enfocado en los golpes desde el fondo. Su movilidad es mejor que la del suizo, que tiene que recurrir mucho al cortado para llegar a los lados de la pista. No se está viendo a Federer con la movilidad que seguramente él quisiera.
Pero como tantas otras veces, cuando el set pasa de lo físico y rítmico a lo mental, el búlgaro da un paso atrás y Roger encuentra el camino. Donde el pulso se acelera y la muñeca necesita una firmeza para mantenerse, con 4-4, el suizo rompe y cierra con comodidad la primera manga. El primer golpe, siempre importante en partidos a cinco mangas, transcurre por el cauce más repetido cuando Grigor enfrenta al 'Big Four'. Suele patinar y competir por debajo.
Para comenzar a remontar el vuelo, Dimitrov compite con la mentalidad tocada, teniendo que arriesgar recordando sus problemas competitivos y con Federer set arriba y con la confianza de su parte. EL suizo, que terminadas las dos primeras mangas ve como el tiempo de duración media de sus turnos al servicio es de 1.21m, una barbaridad, camina con mayor soltura, viene más a la red y encuentra sensaciones más significativas, lecturas más firmes en su juego.
El juego de suizo, muy diferente desde el break conseguido en la segunda manga, crece con rapidez. El resto pasa de correcto a sobresaliente, llega antes a la pelota y produce golpes de mayor intensidad en los intercambios más exigentes. El partido pasa a tener dueño en el marcador, en los detalles y en el grueso del juego, poniendo a Dimitrov en una situación prácticamente imposible. De menos a más, Federer siente la pista central como lo que siempre ha sido para él y deja detalles de auténtico lujo.
Si bien Dimitrov sorprende al helvético e iguala a 4 tras romperle el servicio, el suizo hace el contrabreak y termina sin mayores dudas un encuentro que pone su nivel cercano al de la candidatura que ya se le presuponía antes de comenzar el torneo.
Fuente: Punto de Break
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