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Foto: wimbledon twitter |
Una hora y un minuto duró la pelea entre Novak Djokovic y Tomas Berdych. Tras un primer set muy apretado y un inicio del segundo favorable al checo (7-6, 2-0), el tenista de Belgrado decidió bajar los brazos y abandonar el torneo que le podía llevar de nuevo al número 1 del mundo. Fue de nuevo el brazo derecho, el mismo que la había dado dolores de cabeza en los octavos de final ante Mannarino, solo que ahora tenía enfrente a un doble finalista en Wimbledon. Era una montaña muy complicada de escalar y el pupilo de Andre Agassi y Mario Ancic no vio más opción que entregarle el billete a su oponente.
El público ojeaba la revista del torneo antes del comienzo del partido y no acaba de entender el panorama. En pista se hallaba un ex campeón y un ex finalista de Wimbledon. Dos hombres que han convivido durante toda su carrera en el top10, que se crecen en los Grand Slams y que han sido referentes en su época (alguno más que otro). Sin embargo, el H2H daba respeto mirarlo. Era un 25-2 a favor de Djokovic que representaba la tremenda desigualdad que siempre ha existido entre serbio y checo. Talento les sobra, pero es en determinación y carisma donde se ha forjado las claves de esta rivalidad, por llamarla de alguna forma. Doce victorias consecutivas para Novak era el pensamiento con el que arrancaba el duelo, un dato que casi te obligaba a pensar que hoy veríamos poco espectáculo.
Pero había un factor que lo iba a cambiar todo, o al menos lo iba a pulir. Sabemos que Novak Djokovic no es el de años anteriores, aunque siga siendo un candidato a todo, aunque hoy tendría que luchar ante dos rivales: Berdych y su hombro. La primera manga fue un calco respecto a lo que se pudo ver a un lado y a otro de la cinta. Un gran sacador con problemas al resto y un gran restador con problemas al saque. Aun con todo, los dos se respetaron los turnos hasta llegar al tiebreak, por no dejar no dejaron ni que apareciera una sola bola de break en el cielo de Londres. El desenlace esperaba con los brazos abiertos al de Belgrado, tan habituado a dar un golpe sobre la mesa en estas situaciones, pero esto vez el golpe se lo llevaría él al ceder por 7-2 y pedir inmediatamente el fisio. Aquel era el tercer parcial que le gana Tomas a Novak en los últimos 13 enfrentamientos. Obviamente, algo raro pasaba.
En seguida pudimos confirmar que lo que pasaba era más serio de lo que creíamos. Un juego para Tomas, dos juegos para Tomas y adiós. No aguantó más Djokovic que se cansó de pedir fisio. Le dio la mano árbitro, le dio la mano a Berdych y encauzó el camino a estuarios al mismo tiempo que se disolvía su opción de recuperar el número 1 mundial Todavía le faltaban tres victorias por amarrar, pero muchas más son las que le faltan ahora. Por su parte, el checo rompe con una racha de 0-19 ante jugadores del top5 y avanza hasta su tercera semifinal en el All England Club.
fuente: Punto de Break
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