Es un premio a un partido sobresaliente de una jugadora a la que le está yendo la vida en ganar este Wimbledon, un hecho sumamente trascendente que se palpa en cada tiro golpeado por Johanna Konta, vencedora en cuartos de final del duelo que le ha enfrentado a la rumana Simona Halep (6-7 7-6 6-4), en un encuentro marcado por la actitud agresiva de Konta, también por sus dudas competitivas, las que ha terminado superando para situar de nuevo a Halep en un terreno en el que sigue sin saber descifrar. Halep no será número 1, condición que le corresponderá a Pliskova el próximo lunes.
La cita, igualadísima en los dos primeros parciales, jugada bajo techo a raíz de la lluvia que se citó con el paso de los minutos, Konta y Halep dan muestra de su excelente movilidad lateral, de su consistencia golpeando en carrera, angulando, yendo a por una pelota más, flexionando rozando el piso. No obstante, hay un ánimo y una disposición ofensiva diferente, que deja a Konta proponiendo los tiros más verticales, potentes, con Halep aprovechando más velocidad de la contraria.
La rumana arranca con 4-1 arriba pero cede ante la primera reacción de Konta, llevada en volandas por un público entregado. El primer parcial, que se decide en el primer set, hace dudar a la británica,q ue sigue tirando la mano, peor que ve en el muro de Simona un problema más para cruzar a semifinales. Es un reto que debe superar con un set en contra, y que supera desde la insistencia y el hambre por ganar un título que tiene a dos pasos.
En la muerte súbita, Konta comete errores repletos de nervios y cede el primer envite. Lo que se viene después es una remontada labrada desde la máxima concentración. En cada tiro Konta desafía a la pelota, intuye cada dirección, está siempre antes que el bote y pone un nivel, casi automático, que eleva el partido a otro nivel. Halep sigue con su defensa activada pero la resistencia va disminuyendo. Johanna tira palos cruzados, baja las rodillas para salvar la red, aprieta el puño con cada revés. Se exhibe.
En la tercera manga llega a rozar la perfección. Como un parabrisas, sus tiros van de esquina a esquina, provocando el delirio de una grada que está viviendo la historia que vio con Murray. Konta es la primera semifinalista de Wimbledon en el cuadro femenino desde que Virginia Wade lo lograra en 1978. Es, como reza el arranque de esta crónica, un premio a la voracidad y la mentalidad de alguien que está jugando como si de su triunfo dependiera todo. Konta competirá con una ventaja realmente formidable.
fuente: Punto de Break
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