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| Foto: Rolandgarros twitter |
Novak Djokovic, número 2 del mundo y defensor del título de Roland Garros, se clasificó para la segunda ronda del Grand Slam de París tras derrotar a Marcel Granollers por 6-3, 6-4 y 6-2 en 2 horas y 27 minutos.
Fue un partido más trabajado de lo que refleja el marcador, en el que el español, 77 del mundo, un tenista acostumbrado a la tierra batida, obligó a Djokovic a elevar su nivel para ganar en tres sets. Sin embargo, en los momentos clave no flaqueó el serbio, que está en búsqueda de sus mejores sensaciones tras una temporada en la que los resultados han estado por debajo de su nivel habitual. "Ha sido un partido muy largo para ser a tres sets, físicamente ha sido muy difícil, pero he encontrado mi mejor juego en los momentos importantes", señaló el serbio.
Este partido fue el primero del serbio con Agassi presente, puesto que en Roma le asesoró por teléfono. "Es un increíble honor tener a Agassi como entrenador. Es una gran oportunidad de mejorar muchas cosas. Cada día es especial con él", dijo antes de añadir, en tono de broma: "Muchas cosas han cambiado este año para mí, pero nunca cambiaré de mujer. Te mando un beso, cariño".
Djokovic volvió a la pista central en la que el año pasado sumó su primer Roland Garros, el único Grand Slam que faltaba en su palmarés. "Este año es especial. El año pasado gané Roland Garros por vez primera, uno de los torneos más importantes de mi carrera. Nunca olvidaré el apoyo del público francés, sobre todo en la final. Es maravilloso volver a la Chatrier", dijo.
Solo la final de Roma, una semana antes de llegar a París, mostró la mejor versión de un Djokovic que trata de recuperar la motivación con el asesoramiento del ex campeón estadounidense André Agassi. Del duelo contra Granollers la conclusión que se puede sacar es que el serbio no es todavía la apisonadora de hace un año, aunque sí que ha recuperado algo de su gran tenis.
Fuente: Eurosport
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