En el año de 1968 para ser más exactos el 17 de julio, se jugaba un partido amistoso entre el Club Santos de Brasil y la selección Colombia, el partido se llevó a cabo en el estadio Nemesio Camacho el Campin en la ciudad de Bogotá.

El recinto estaba en su máxima capacidad con 60 mil aficionados que más que ir a ver a la selección nacional iban a ver al astro del futbol, el Rey Pelé; el árbitro decretado para este partido era el colombiano Guillermo “el chato” Velásquez, un árbitro que ya había pitado varios encuentros internacionales, como Copa América y la libertadores.

La caldera comenzó a arder ya que en los primeros minutos del partido Colombia anotó un gol en un supuesto fuera del lugar, la histeria brasileña no se hizo esperar y conoció un primer expulsado, de apellido Lima, que se negó a dejar la cancha; se escapó de los guardias, volvió al campo y agredió al referí. En medio de esta trifulca, Pelé vio también la tarjeta roja, el atacante brasileño se fue a las regaderas renegando y diciendo en voz alta a los medios colombianos “este tipo está loco” refiriéndose al réferi. Con lo que no contaba el “chato” es que los 60 mil hinchas asistentes al partido, lo llenaran de insultos por la expulsión del astro brasilero.

Para evitar un Boicot, los dirigentes presentes de la FCF (Federación Colombiana de Fútbol) le exigieron al árbitro que fuera a los camerinos le pidiera una disculpas a Pelé y lo reanudara al juego. Cuando el brasilero vuelve al terreno de juego para terminar el partido, sucede lo irónico, el expulsado había sido “el chato” ya que el cuarto árbitro terminó de pitar el juego.

Al término del partido, la justicia colombiana retuvo a los brasileros por dos días hasta que llegaron a un acuerdo. Los jugadores del Santos tuvieron que pedirle excusas por escrito a El Chato, y debieron pagarle además dieciocho mil pesos colombianos antes de dejar Colombia.

Esta ha sido la única situación que se tiene registrada en donde a un jugador después de sacarle una tarjeta roja, lo dejan terminar el partido.

El “chato” siempre a reiterado las siguientes palabras: “Si me tocara pitar otra vez el partido, volvería a expulsar a Pelé”.

Juan David Rozo