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Cooper Flagg impuso un récord personal con 29 puntos, además de aportar siete rebotes y cinco asistencias, en la victoria de los Dallas Mavericks por 118-115 sobre los New Orleans Pelicans en un intenso partido de la Copa NBA. Flagg, la primera selección general del draft del año pasado, destacó con un 12 de 19 en tiros de campo y mostró una actuación decisiva para que su equipo remontara un déficit de 14 puntos al medio tiempo.

El momento clave del partido llegó a 30.7 segundos del final, cuando Naji Marshall, exjugador de los Pelicans, encestó un triple decisivo que puso a los Mavericks arriba 116-115. Tras tres intentos fallidos de triple por parte de los Pelicans en los segundos finales, Max Christie selló la victoria con dos tiros libres a falta de 10.9 segundos. P.J. Washington Jr. capturó un rebote crucial en la línea de fondo en el último instante, desatando un altercado tras la bocina final.

El partido tuvo un primer cuarto dominado por los Pelicans, quienes arrancaron con un parcial de 18-11 para abrir ventaja. Sin embargo, en el segundo tiempo la defensa de los Mavericks fue clave, especialmente bloqueando todos los triples de Nueva Orleans durante el tercer y cuarto cuarto, donde los Pelicans estuvieron 0-12 desde la línea de tres puntos. Dallas aprovechó esta sequía para realizar un parcial de 36-22 en el tercer cuarto que les permitió empatar y luego tomar la delantera definitiva.

Además de Flagg y Marshall, P.J. Washington agregó 24 puntos con cinco triples, Max Christie tuvo su mejor marca personal con 23 puntos (con 5 de 9 en triples), y Tristan da Silva contribuyó con 17 puntos y ocho rebotes. Por los Pelicans, Trey Murphy III fue el máximo anotador con 25 puntos, mientras que Zion Williamson aportó 10 en la segunda mitad, pero no fue suficiente para evitar la derrota.

Con esta victoria, los Mavericks mejoran su récord a 5-12 y dan un impulso importante a su campaña en la Copa NBA, mostrando crecimiento y resiliencia con un núcleo joven que comienza a consolidarse.

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En una emocionante noche de miércoles, los Dallas Mavericks lograron una sufrida victoria por 107-105 sobre los Indiana Pacers en un partido previo al NBA México Game que tendrán frente a los Detroit Pistons. Este encuentro, disputado en el American Airlines Center, fue un verdadero thriller que se definió hasta los últimos segundos, consolidando la segunda victoria de la temporada para Dallas, que mejora su récord a 2-3.

El partido comenzó con la preocupación para los Mavericks, pues su estrella Anthony Davis tuvo que abandonar temprano el encuentro debido a una molestia en su pierna izquierda, que le impidió regresar. Davis, quien ya arrastraba una tendinopatía bilateral en los tendones de Aquiles, fue evaluado con cautela por el cuerpo médico del equipo, que optó por retirarlo como medida preventiva de cara al juego en México. Pese a esta baja significativa, Dallas pudo sobreponerse gracias a un esfuerzo colectivo.

Brandon Williams fue la figura destacada con 20 puntos, apoyado por Dwight Powell, quien anotó 18 desde la banca y se convirtió en pieza clave para mantener la competitividad de los Mavericks durante todo el encuentro. Otro destacado fue el novato Cooper Flagg, primera selección del Draft pasado, que firmó su segundo doble-doble con 15 puntos y 10 rebotes, siendo el máximo anotador entre los titulares gracias a su energía y presencia tanto en defensa como en ataque.

Por el lado de Indiana, Pascal Siakam brilló con 27 puntos y 13 rebotes, mientras que Jarace Walker registró el mayor récord personal de la temporada al anotar 20 unidades. Sin embargo, a pesar del esfuerzo individual y la lucha constante, los Pacers siguen sin conocer la victoria en esta temporada, estancados en un 0-4, igualando su peor inicio desde la temporada 1988-89.

El final del partido fue dramático. Con 3.4 segundos restantes, Indiana tuvo la oportunidad de dar vuelta al marcador después de que RayJ Dennis fallara intencionalmente un tiro libre y Aaron Nesmith capturara el rebote ofensivo, pero su desesperado intento de triple no encontró el aro, sellando la victoria para Dallas. La contribución del banquillo de los Mavericks fue fundamental, sumando un total de 64 puntos, su mejor rendimiento en lo que va de la temporada y un factor clave para superar a unos Pacers que no bajaron los brazos.

Esta victoria representa un paso importante para Dallas en una campaña que ha comenzado con ciertos retos por la lesión de Anthony Davis, pero que muestra la capacidad del equipo para adaptarse y competir con esfuerzo colectivo.

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Los Dallas Mavericks dieron un golpe de autoridad al vencer 118-97 a Los Angeles Lakers, cortando una racha de cinco derrotas consecutivas, a pesar de no contar con sus estrellas Luka Doncic y Kyrie Irving.

El joven Quinten Grimes brilló con 26 puntos, nueve rebotes y seis asistencias, igualando su récord personal de seis triples en 11 intentos. Su actuación fue respaldada por P.J. Washington, quien sumó 22 puntos y ocho rebotes, contribuyendo a un sólido 52% de acierto del equipo en tiros de campo.

Por su parte, los Lakers, liderados por Anthony Davis con 21 puntos y 12 rebotes, no lograron encontrar respuestas a la ofensiva dinámica de Dallas. LeBron James añadió 18 puntos, 10 rebotes y ocho asistencias, pero su esfuerzo no fue suficiente para evitar la segunda derrota consecutiva de Los Angeles, quienes también han caído en tres de sus últimos cinco partidos.

Uno de los factores clave del triunfo de Dallas fue la contribución de su segunda unidad, que superó en puntos al banquillo de los Lakers por un contundente 50-25. Grimes y Jaden Hardy se combinaron para aportar 38 puntos, evidenciando la profundidad del equipo incluso en ausencia de sus máximos anotadores.

Dallas enfrentó este desafío sin Luka Doncic, quien continúa fuera desde el 25 de diciembre por una distensión en la pantorrilla izquierda, y Kyrie Irving, que ha estado ausente en los últimos dos encuentros debido a un disco abultado en la espalda. Sin embargo, el equipo mostró resiliencia y logró una victoria clave para recuperar la confianza.

Los Lakers buscarán revertir su mal momento cuando inicien una serie de cinco juegos en casa enfrentando a los Hornets de Charlotte el jueves. Por su parte, los Mavericks recibirán ese mismo día a los Portland Trail Blazers, con la esperanza de extender su racha ganadora.

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Los Mavericks mostraron su mejor versión en lo que va de los playoffs. Luka Doncic, tras recibir críticas por su rendimiento en partidos anteriores, brilló con 29 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias en solo tres cuartos. Kyrie Irving también destacó con 21 puntos, seis asistencias y cinco rebotes, mientras que Derek Lively dominó la pintura con un doble-doble de 12 rebotes y 11 puntos.

En contraste, las estrellas de Boston, como Jayson Tatum y Jaylen Brown, tuvieron una noche para olvidar, ya que ninguno superó los 15 puntos. El equipo de Boston apenas logró un 34% de efectividad en tiros de campo, muy por debajo del 51% de Dallas.

Aunque los Celtics aún lideran la serie y tienen la oportunidad de asegurar su 18º título en el TD Garden, los Mavericks demostraron que no se rendirán sin luchar. Esta victoria, una de las más abultadas en la historia de las Finales, envía un mensaje claro: Dallas sigue en la pelea.

La serie regresa a Boston, donde los Celtics buscarán cerrar el título en el quinto juego. Sin embargo, con la reciente actuación de los Mavericks, cualquier cosa puede suceder en estas emocionantes Finales de la NBA.