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En el primer partido de temporada regular de la NFL disputado en el histórico Estadio Olímpico de Berlín, Alemania, los Indianapolis Colts derrotaron 31-25 a los Atlanta Falcons en tiempo extra, en un encuentro repleto de emoción y acción. Esta derrota representa la cuarta consecutiva para los Falcons, quienes ahora presentan un récord de 3-6 y se encaminan a enfrentar dos partidos cruciales dentro de su división NFC South contra Carolina Panthers y New Orleans Saints, ambos vitales para sus aspiraciones de postemporada.

El ataque explosivo de los Colts fue clave para su triunfo, especialmente en el primer cuarto cuando permitieron siete jugadas de más de 10 yardas, resultado en 13 puntos tempraneros que marcaron la pauta del encuentro. El corredor Jonathan Taylor destacó con una impresionante carrera de 83 yardas para touchdown en el último cuarto, la más larga en toda la NFL esta temporada, que dio la ventaja nuevamente a Indianapolis.

El desempeño defensivo de los Falcons permitió varias jugadas grandes pero no pudo contener suficientemente a los Colts, con problemas evidentes en terceros intentos, donde fallaron 8 de 8 conversiones y mantienen solo un 20% de efectividad en sus últimos cuatro juegos. En cuanto a jugadores individuales, el linebacker Jalon Walker y James Pearce Jr., seleccionados en la primera ronda del draft, destacaron con seguidas acciones decisivas en cuanto a fumbles.

Entre las bajas y evaluaciones del partido, el linebacker DeAngelo Malone fue descartado por lesión de tobillo, el corredor Sam Roberts tuvo un esguince de tobillo que generó dudas sobre su retorno, y el cornerback Dee Alford fue evaluado por posible conmoción cerebral, saliendo luego del juego. El receptor Drake London fue revisado por conmoción tras anotar un touchdown, pero pudo continuar.

Los Colts, con un récord sólido de 7-2, mantienen vivas sus esperanzas de liderar la Conferencia Americana, mientras que los Falcons deben mejorar su desempeño ofensivo y defensivo para mantener viva su lucha por la postemporada.