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Los Angeles Chargers se convirtieron en el primer equipo con récord de 2-0 en la pretemporada NFL 2025 tras vencer 27-13 a los New Orleans Saints en el SoFi Stadium, gracias a actuaciones destacadas en ambos lados del balón.

En ofensiva, el mariscal Trey Lance lideró con 55 yardas por aire y 48 por tierra, anotando un touchdown en una carrera de cinco yardas. Aunque su porcentaje de pases completados fue irregular (7 de 14), mostró dinamismo con su movilidad y conexión clave para la conversión de dos puntos. Por parte de los Saints, Tyler Shough fue el que más tiempo jugó en la posición de mariscal, lanzando para 165 yardas, un touchdown y una intercepción, mientras que Spencer Rattler tuvo una actuación más limitada y sin puntos anotados.

Defensivamente, el novato Eric Rogers brilló con dos intercepciones, incluyendo un espectacular pick six de 43 yardas que amplió la ventaja de Los Ángeles, aunque lamentablemente se lesionó en los momentos finales del partido. Los Chargers también destacaron con paradas en la línea de gol y presionando a los quarterbacks rivales, capturando cinco veces a los pasadores de New Orleans. Jim Harbaugh elogió la entrega y ganas del equipo, subrayando que sus jugadores luchan por ganarse un puesto.

Por su parte, los Saints mostraron señales esperanzadoras en la competencia de mariscales, con Shough siendo la figura ofensiva y conectando un largo touchdown de 54 yardas. Sin embargo, los problemas en protección y las capturas limitaban su efectividad, al igual que las siete faltas cometidas por su equipo.

Cabe mencionar que los Chargers echaron de menos a titulares importantes como Justin Herbert y Rashawn Slater, este último fuera por lesión grave. Además, destacaron contribuciones de novatos como Jamaree Caldwell y la gestión de jugadores veteranos como Cameron Dicker con goles de campo de 44 y 40 yardas.

La pretemporada de la NFL sigue con partidos entre Tennessee Titans y Atlanta Falcons, y Kansas City Chiefs contra Seattle Seahawks en la semana 2, mientras los Chargers mantienen el liderato invicto momentáneo con su fuerte desempeño.

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Los Angeles Chargers arrancaron la pretemporada 2025 con una actuación convincente y dominante en el tradicional Hall of Fame Game, superando de manera contundente a los Detroit Lions por 34-7. Bajo la dirección de Jim Harbaugh, el equipo angelino dejó en claro que sus jóvenes promesas están listas para competir por un lugar en el roster final.

Desde la primera jugada, los Chargers impusieron condiciones. Detroit perdió el balón en el kickoff inicial y Trey Lance —quien busca revitalizar su carrera tras un comienzo irregular en la NFL— capitalizó rápidamente con un pase de touchdown a Will Dissly en cuarta oportunidad. Lance, ex tercera selección global del Draft 2021, mostró temple, liderazgo y una ejecución pulida durante la primera mitad, consolidándose como una de las figuras del encuentro.

La defensa también tuvo un desempeño estelar. El esquinero novato Nikko Reed, quien llegó como agente libre procedente de Oregon, interceptó un pase de Kyle Allen y lo devolvió 60 yardas, colocándose como una grata sorpresa en su debut profesional. Esta jugada propició otro touchdown para Los Angeles, confirmando un dominio total en ambos costados del balón.

Detroit respondió brevemente con una serie efectiva que culminó en una anotación por tierra de Craig Reynolds. Sin embargo, la reacción fue efímera. Minutos antes del medio tiempo, Lance volvió a brillar al conectar con el receptor novato KeAndre Lambert-Smith para su segundo pase de anotación, dejando el marcador 21-7 al descanso.

En la segunda mitad, el protagonismo recayó en el corredor Kimani Vidal, elegido en la sexta ronda. El novato se hizo presente con dos anotaciones terrestres, destacando su visión y potencia en zona roja. La defensiva, por su parte, continuó sofocando los intentos de Detroit y forzó un total de tres intercepciones en la noche.

La victoria no solo sirve como un buen augurio para los Chargers, sino como un escaparate ideal para evaluar el talento joven y las decisiones del cuerpo técnico de cara a la temporada regular. Lance, Vidal y Reed aprovecharon al máximo su oportunidad, dejando claro que quieren ser parte importante del futuro de la franquicia.

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El cierre de la pretemporada no fue favorable para los Dallas Cowboys, quienes sufrieron una derrota de 26-19 ante Los Angeles Chargers. Este partido, visto como una oportunidad para que los jugadores menos experimentados destacaran, se convirtió en un escenario de altibajos, principalmente para el mariscal de campo Trey Lance. A pesar de sus notables estadísticas, con 323 yardas por aire y 90 por tierra, la inconsistencia de Lance quedó evidenciada en sus cinco intercepciones, dos de las cuales fueron cruciales en momentos clave del partido.

Lance lideró a los Cowboys en una impresionante ofensiva total de 558 yardas, y Dallas dominó el tiempo de posesión con más de 40 minutos en su favor. Sin embargo, su ineficiencia en la zona roja, con solo una conversión en cuatro oportunidades, y las numerosas pérdidas de balón minimizaron su impacto positivo en el juego. A lo largo del encuentro, Lance alternó entre jugadas brillantes y errores graves, como su intercepción en la zona de anotación tras una prometedora serie ofensiva.

Por otro lado, la defensa de Dallas, que ya había recibido un golpe con la noticia de la lesión de DaRon Bland, mostró resiliencia en la segunda mitad, evitando que los Chargers anotaran. A pesar de ello, el daño ya estaba hecho en la primera mitad, donde Los Angeles tomó una ventaja de 10 puntos. Un highlight del encuentro fue la intervención de Julius Wood, quien logró su segunda intercepción de la pretemporada.

En cuanto a los Chargers, el mariscal de campo Easton Stick destacó con jugadas explosivas, incluyendo un pase de touchdown de 78 yardas a Simi Fehoko. La ofensiva de Los Angeles capitalizó los errores de los Cowboys, incluyendo un "pick-six" de Tre'mon Morris-Brash, que resultó crucial en el último cuarto.

Con este partido, los Cowboys concluyen su pretemporada con un récord de 1-2, mientras se preparan para enfrentar a los Cleveland Browns en el inicio de la temporada regular. Lance, a pesar de sus errores, ganó valiosas repeticiones en el campo, un elemento clave para su desarrollo futuro. Ahora, el reto para Dallas será afinar su ofensiva y corregir los problemas de control de balón para ser más competitivos en la temporada que se avecina.