Sinfonía de Destrucción en Detroit: Los Pistons aplastan a los Hawks e igualan récord histórico de la NBA con una ofensiva total

Foto: AP Photo/Duane Burleson

 

Si alguien todavía dudaba de que la reconstrucción en la "Motor City" ha terminado y ha dado paso a una nueva era de contención al título, el partido de esta noche en el Little Caesars Arena fue el portazo definitivo a los escépticos. Los Detroit Pistons (19-5) no solo derrotaron a los Atlanta Hawks (14-11); los desmantelaron pieza por pieza con un marcador de escándalo: 142 - 115.

No fue el show de un solo hombre. Fue una demostración de poderío colectivo que no se veía en décadas. Lo más aterrador de estos Pistons versión 2025-26 no es quién anota, sino que cualquiera puede hacerlo. En una noche donde la ofensiva fluyó como agua, Detroit igualó un récord histórico de la NBA (compartido con los Bucks de 2018-19 y Spurs de 2021-22) al tener a 12 jugadores anotando al menos 7 puntos.

Isaiah Stewart fue el líder anotador improbable de la noche con 17 puntos, una cifra modesta para un máximo anotador en un juego de 142 puntos, lo que subraya la filosofía altruista del entrenador J.B. Bickerstaff. "Beef Stew" dominó la pintura y fue el catalizador de una segunda unidad que no dio respiro.

Mientras el marcador se inflaba, @CadeCunningham_ (15 puntos, 7 asistencias) se dedicó a gestionar los tiempos. No necesitó forzar la marcha. Con el equipo lanzando para un absurdo 58.2% de campo, el base franquicia se limitó a encontrar al hombre abierto, demostrando la madurez de un líder que prioriza la victoria sobre la estadística individual.

La profundidad de la plantilla fue letal. Desde el banquillo, el novato sensación Ron Holland II y el veterano Caris LeVert (quien aportó 10 puntos y control) mantuvieron la intensidad, haciendo que la ventaja, que era de solo 9 puntos al descanso (69-60), se disparara tras un tercer cuarto demoledor donde Detroit superó a Atlanta 35-19.

Por parte de los Hawks, la noche fue amarga, pero tuvo un nombre propio: Jalen Johnson. El alero continúa su ascenso al estrellato y firmó su tercer triple-doble consecutivo (19 puntos, 11 rebotes, 11 asistencias), rompiendo récords de franquicia.

Sin embargo, su esfuerzo fue insuficiente. Nickeil Alexander-Walker sostuvo a los visitantes en la primera mitad con 20 puntos (terminó con 22), pero cuando la defensa de los Pistons, liderada por Ausar Thompson (12 puntos, 2 robos, 2 bloqueos), apretó las tuercas en el tercer periodo, el aro se cerró para Atlanta. Los Hawks apenas lanzaron para un 27.3% en ese fatídico tercer cuarto, sellando su destino.

Con esta victoria, su quinta en los últimos seis juegos, los Pistons se consolidan en la cima de la Conferencia Este con un récord de 19-5. La "Bad Boys" era es cosa del pasado; esta es la era de la "Máquina Perfecta". Ganar por 27 puntos sin que ninguna estrella tenga que jugar más de 25 minutos es el lujo que solo los verdaderos contendientes pueden darse.

Detroit descansa ahora, esperando a los Boston Celtics el domingo en lo que promete ser una final adelantada de conferencia.