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| foto: Vincent Carchietta-Imagn Images |
Los Cleveland Browns no pudieron aprovechar la oportunidad de ganar tras su semana de descanso y cayeron 27-20 ante los New York Jets en un partido disputado bajo lluvia y marcado por errores costosos. Ambos equipos tienen récords negativos de 2-7, y la derrota coloca a los Browns en una situación complicada respecto a sus aspiraciones de playoffs.
Los Jets fueron impulsados por una destacada actuación de los equipos especiales, que anotaron dos touchdowns en retornos de kickoff y de punt en el primer cuarto, lo que cambió el ritmo del partido a su favor. El mariscal de campo de los Browns, Dillon Gabriel, completó 17 de 32 pases para 167 yardas y dos anotaciones, pero fue presionado constantemente y capturado seis veces. La ofensiva de Cleveland solo anotó tres puntos en la segunda mitad, reflejando la falta de efectividad que ha sido un problema recurrente.
En la defensa, un penal clave en tercer y largo cometido por Devin Bush permitió a los Jets mantener la ofensiva, junto con una jugada infantil de Cameron Thomas que facilitó la victoria de Nueva York con una serie de jugadas fundamentales en tiempo crucial. La defensa de los Browns permitió siete jugadas de más de 10 yardas en el primer cuarto, cifra récord para ellos en ese segmento del juego.
Las lesiones también afectaron al equipo de Cleveland, con salidas tempranas de jugadores como Sam Roberts y Dee Alford por problemas físicos. Asimismo, el receptor Drake London tuvo que ser evaluado por conmoción y salió lesionado temporalmente, aunque pudo regresar al juego.
Con solo tres partidos por jugar, los Browns reciben en la siguiente semana a los Ravens, quienes llegan con una racha ganadora, y la presión para mejorar tanto en ataque como en defensa está creciendo. Bajo la dirección de Kevin Stefanski, Cleveland debe corregir errores básicos y mejorar la ejecución para no despegarse aún más en la lucha por la postemporada.
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