Pato O’Ward gana en Iowa su carrera 100 en IndyCar y acecha el liderato de Palou

foto @ArrowMcLaren

El piloto mexicano Patricio O’Ward celebró de forma inolvidable su carrera número 100 en la NTT IndyCar Series al conquistar la victoria en la Synk 275 powered by Sukup, disputada el sábado en el rápido óvalo de Iowa Speedway.

El regiomontano del Arrow McLaren Chevrolet #5 se impuso en un cierre dramático a Josef Newgarden (Team Penske), el piloto más laureado en Iowa con seis triunfos, gracias a una estrategia impecable en la última parada en boxes y nervios de acero para resistir la presión en los reinicios finales.

Para O’Ward, de 25 años, esta es su primera victoria de la temporada 2025 y la octava en su historial en la categoría, precisamente en el mismo escenario donde celebró su primera victoria cuando disputaba su carrera número 50. La coincidencia hizo aún más especial una jornada que además significó el primer triunfo del año para Chevrolet en la IndyCar.

Newgarden, pese a liderar 232 de las 275 vueltas totales, vio escaparse su ansiado primer triunfo del año. Completaron el podio Will Power (3°) y Scott McLaughlin (4°), ambos también del Team Penske. McLaughlin protagonizó la remontada de la noche tras partir último entre 27 autos y finalizar en el cuarto sitio.

En el campeonato, la victoria impulsa a O’Ward al segundo lugar de la clasificación con 356 puntos, solo por detrás de Alex Palou (Chip Ganassi Racing), quien finalizó quinto y se mantiene líder con 462 unidades. El estadounidense Kyle Kirkwood, quien abandonó tras un accidente, cae a la tercera posición con 324 puntos.

El triunfo de Pato confirma su dominio en el óvalo corto más veloz del mundo, donde los autos completan una vuelta de 0.894 millas en menos de 18 segundos. Su victoria fue celebrada con confeti en el victory lane y encendió las redes sociales de la serie, que bautizaron Iowa como el “Patio de juegos de Pato”.

Con este resultado, O’Ward se reafirma como uno de los grandes contendientes al título de la temporada 2025, en un pulso que promete emociones hasta la última carrera.