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| foto EFE |
Jannik Sinner escribió este domingo una página histórica para el tenis italiano al conquistar su primer título de Wimbledon, derrotando al defensor del título Carlos Alcaraz en cuatro sets (4-6, 6-4, 6-4 y 6-4). A sus 23 años, Sinner se convierte en el primer italiano en ganar el Grand Slam británico, consolidando su liderazgo en el ranking mundial y sumando su cuarto Major tras sus coronas previas en Australia y Estados Unidos.
El triunfo del número uno del mundo tiene un sabor especial: no solo vengó la derrota sufrida semanas atrás en la épica final de Roland Garros frente a Alcaraz, sino que lo hizo tras superar un camino complejo, con rivales de peso como Novak Djokovic, a quien eliminó con autoridad en semifinales (6-3, 6-3, 6-4).
En la final, Sinner demostró madurez y temple. Tras perder el primer set, corrigió su estrategia, elevó la precisión de su servicio y desdibujó el tenis ofensivo del murciano, quien buscaba su tercer Wimbledon consecutivo. Pese a un inicio eléctrico de Alcaraz, el italiano nunca perdió el control emocional: quebró temprano en el segundo parcial y manejó el ritmo del partido desde el fondo de la pista, imponiendo su revés y devolviendo cada intento del español de cambiar la dinámica.
El duelo, celebrado en una Catedral repleta, confirmó que la rivalidad Sinner–Alcaraz es la nueva gran saga del tenis masculino. Como en los tiempos de Federer y Nadal, cada enfrentamiento redefine la cima del circuito.
El camino de Sinner hacia el título fue casi perfecto: solo cedió dos sets en todo el torneo y su triunfo lo reafirma como el tenista más completo del momento. Con su coronación en Londres, suma nueve títulos de peso (Grand Slams, Masters 1000 y ATP Finals) y solo le queda conquistar Roland Garros para completar el círculo de todos los grandes.
Para Alcaraz, la derrota representa un freno a su dominio sobre césped y una motivación de cara al US Open, donde intentará recuperar terreno en el ranking.
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