OKC sobrevive a la batalla y empata la serie ante los Nuggets de Denver

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En una noche espesa y de baloncesto poco vistoso, pero intensa como pocas, los Oklahoma City Thunder lograron una victoria fundamental para nivelar 2-2 la serie ante los Denver Nuggets, imponiéndose 92-87 en el Ball Arena. El equipo de Mark Daigneault sacó a relucir su carácter en el momento más crítico y se mantiene con vida en estas Semifinales del Oeste.

El héroe de la noche fue una vez más Shai Gilgeous-Alexander, quien cerró su planilla con 25 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. Del otro lado, Nikola Jokic aportó 27 unidades y 13 tableros, pero volvió a sufrir con la agresiva y disciplinada defensa de OKC, que lo mantuvo lejos de su mejor versión.

El arranque fue un auténtico despropósito ofensivo. Ambos equipos combinaron apenas 25 puntos en el primer cuarto (17-8 para Thunder), igualando la peor marca anotadora en ese período en toda la historia de los Playoffs. Denver falló sus primeros 17 triples, y Jokic terminó ese cuarto sin anotar. Oklahoma, por su parte, también estuvo lejos de encontrar fluidez, recurriendo a ofensivas apresuradas y erráticas.

Tras una primera mitad plagada de errores, los Nuggets encontraron algo de ritmo en el tercer cuarto. Un parcial de 17-10 les permitió tomar la delantera por primera vez en la noche. Jokic empezó a conectarse, y con un 7/11 en triples en ese tramo, Denver llegó a tener ventaja de ocho puntos. Sin embargo, el desgaste físico y la limitada rotación comenzaron a pasar factura.

OKC no se descompuso. Lejos de entregarse, mostró por fin el instinto competitivo que lo llevó a ser el mejor equipo del Oeste en temporada regular. Ajustó su ofensiva, atacó con mayor intención y supo aprovechar los espacios que empezaron a abrirse. Pero fue la defensa –liderada por un imperial Alex Caruso, junto a los esfuerzos de Hartenstein, Williams y Wiggins– la que sostuvo al equipo cuando el aro se volvió a cerrar en los minutos finales.

A base de intensidad y concentración, los Thunder volvieron a contener a Jokic y aprovecharon los errores desde la línea de libres de Denver para cerrar con éxito un partido que no fue bonito, pero sí vital. La victoria representa el décimo triunfo de un equipo visitante en estas semifinales de conferencia, y devuelve la serie a Oklahoma City con todo por decidirse.

Para Denver, la sensación es agridulce. Tuvieron la chance de quebrar el duelo en el tercer cuarto, pero dejaron escapar una ventaja valiosa y mostraron signos de fatiga alarmantes. Con una rotación corta que apenas ofrece descanso a sus figuras, el equipo de Mike Adelman llega al Game 5 con más preguntas que respuestas.