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foto @IzquierdazoBox (X) |
Emanuel "Vaquero" Navarrete volvió a la senda del triunfo, pero lo hizo en medio de la polémica y con un desenlace inesperado. El mexicano retuvo su título mundial superpluma de la OMB tras vencer por decisión técnica unánime al filipino Charly Suárez, en un combate detenido en el octavo asalto debido a un corte profundo en la ceja izquierda del campeón.
El pleito, disputado en la Pechanga Arena de San Diego, comenzó sin rodeos: ambos peleadores saltaron al ring dispuestos a intercambiar metralla desde el primer campanazo. Navarrete, con su habitual estilo agresivo, castigó con poderosos ganchos y rectos a un Suárez que respondió con presión constante y ataques al cuerpo.
El mexicano lució dominante en los primeros episodios, especialmente en el cuarto asalto, cuando tambaleó al filipino con una combinación explosiva. Pero cuando parecía que la pelea se inclinaba claramente a su favor, una acción desafortunada cambió el rumbo del combate.
En un intercambio en el sexto round, un roce accidental de cabezas —precedido de un golpe limpio— abrió una herida sobre la ceja izquierda de Navarrete. La sangre comenzó a brotar con fuerza, dificultándole la visión y frenando su ritmo de pelea. A pesar de ello, el "Vaquero" intentó cerrar fuerte el séptimo asalto, pero fue evidente que peleaba condicionado.
El octavo asalto apenas comenzaba cuando el médico del ring decidió que el corte era demasiado grave para permitir la continuidad del combate. Al tratarse de un choque accidental y al haberse cumplido el mínimo de rounds, la decisión se trasladó a las tarjetas.
La incertidumbre se apoderó del público durante más de 15 minutos, mientras los jueces deliberaban y los comentaristas debatían si el corte había sido provocado por un golpe o por un cabezazo. Finalmente, se determinó que el origen fue un choque de cabezas no intencional, lo que validó la decisión técnica.
Las tarjetas favorecieron a Navarrete por puntuaciones de 77-76, 78-75 y 77-76, resultado que fue recibido con desagrado por el equipo de Suárez, quien aún en el vestidor cuestionaba si el daño fue producto de un cabezazo o de un puñetazo.
“Desde que sentí el contacto supe que era serio. Me partieron la ceja con un cabezazo accidental. Aun así, me sentí fuerte y completo durante la pelea”, dijo Navarrete tras el combate, agradeciendo al público de San Diego, ciudad con la que sentía que tenía una deuda pendiente.
Con esta victoria, el mexicano mejora su récord a 40-2-1 con 32 nocauts, mientras que Suárez pierde su invicto y queda con marca de 18-1 y 10 nocauts. El futuro de Navarrete ahora queda entre permanecer en las 130 libras o volver a intentar suerte en la división ligera.
Pese al final anticlimático, el combate dejó muestras del corazón guerrero de ambos pugilistas y subrayó que, incluso en medio del drama, Navarrete sigue siendo una fuerza imponente en las 130 libras.
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