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foto @celtics (X) |
Sin margen de error y tras perder a su máxima estrella por el resto de la temporada, los Boston Celtics dieron una muestra de carácter este miércoles al imponerse con autoridad 127-102 a los New York Knicks, extendiendo la serie de semifinales del Este a un sexto partido.
En su primera noche sin Jayson Tatum, quien sufrió una rotura del tendón de Aquiles en el Juego 4, Boston no solo sobrevivió, sino que dominó de principio a fin ante su afición en el TD Garden. El equipo de Joe Mazzulla, ahora abajo 3-2 en la serie, viajará a Nueva York decidido a empatar la eliminatoria y forzar un séptimo duelo decisivo.
Con Tatum fuera del mapa, Derrick White asumió el rol protagónico y firmó una actuación brillante: 34 puntos con siete triples, liderando un vendaval ofensivo que incluyó 22 tiros de tres anotados y un 52.4% de efectividad en tiros de campo. Jaylen Brown, MVP de las últimas Finales, respondió también al reto con un doble-doble de 26 puntos, 12 asistencias y 8 rebotes.
“Esta es para JT”, declaró Brown al terminar el encuentro. “Jugamos como equipo, con intensidad y por algo más grande que nosotros mismos”.
Los Knicks, que llegaban con la posibilidad de sentenciar la serie, apenas resistieron dos cuartos. Aunque llegaron a tomar ventaja en la primera mitad, un cierre demoledor del tercer periodo —con parcial de 23-9— dio a los Celtics una ventaja de 91-76 que ya no soltarían.
Jalen Brunson, con 22 puntos, y Josh Hart, con 24, fueron los máximos anotadores del cuadro neoyorquino. Sin embargo, la acumulación de faltas de Brunson y la desconexión general del equipo en la segunda mitad frustraron cualquier intento de reacción. El técnico Tom Thibodeau no ocultó su decepción: “No jugamos con la contundencia necesaria. No podemos permitirnos este tipo de lapsos”.
Los Celtics buscan convertirse en apenas el 14º equipo en la historia de la NBA en remontar un 3-1 en una serie de playoffs (de 294 intentos). La cita del viernes en el Madison Square Garden será crucial: una victoria de los Knicks les enviará por primera vez desde el año 2000 a las Finales del Este, donde ya esperan los Indiana Pacers. Pero si Boston logra igualar la serie, el Juego 7 se disputará en su casa, donde ya demostraron que la llama sigue viva, incluso sin su líder.
“Perder a JT es duro”, dijo White. “Pero este grupo no se rinde. Queremos seguir luchando”.
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