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foto @celtics (X) |
En una noche vibrante en el Madison Square Garden, los Boston Celtics completaron la barrida de temporada sobre los New York Knicks tras imponerse 119-117 en tiempo extra, en un duelo donde brillaron las estrellas y los nervios estuvieron a flor de piel.
Kristaps Porzingis fue el protagonista absoluto del epílogo: a 40 segundos del final del tiempo extra, el letón encestó un triple desde más de 9 metros que rompió el empate y sentenció el juego. Fue la cereza en el pastel de una actuación estelar, en la que igualó su máximo de la temporada con 34 puntos.
La jugada heroica de Porzingis llegó luego de que Jayson Tatum, con sangre fría, forzara el tiempo extra con un triple clave a solo 2.9 segundos del final del último cuarto. Tatum terminó la noche con 32 puntos, reafirmando su estatus de líder indiscutible de unos Celtics que, a pesar de haber ganado con holgura los tres enfrentamientos previos ante los Knicks (por 23, 27 y 13 puntos), necesitaron ir más allá del límite para mantenerse invictos ante su rival divisional.
Boston, que ha ganado 20 de sus últimos 24 partidos desde el receso del Juego de Estrellas, también extendió a nueve su racha triunfal como visitante y ahora presume un récord impresionante de 33-7 fuera de casa.
En el otro lado, los Knicks vendieron cara la derrota. Karl-Anthony Towns tuvo una noche brillante con 34 puntos y 14 rebotes, mientras que Jalen Brunson, en apenas su segundo juego tras recuperarse de una lesión en el tobillo derecho, aportó 27 unidades y 9 asistencias. Sin embargo, el esfuerzo neoyorquino no fue suficiente para romper la hegemonía de Boston esta temporada.
En un duelo con sabor a playoffs, los Celtics demostraron que tienen recursos, temple y jerarquía para ganar incluso en las noches más apretadas. Una vez más, la combinación Tatum–Porzingis marcó la diferencia y dejó claro que Boston es candidato firme al título.
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