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| Foto: AustralianOpen twitter |
Roger Federer cumplió con los pronósticos y derrotó en tres mangas al alemán Jan-Lenard Struff. Más en una faceta de control y de aprovechar las características del juego del germano, Roger caminó sin dificultades, no con tanto brillo, para situarse en la tercera ronda del Open de Australia, donde le espera Richard Gasquet por un puesto en los octavos de final. El suizo aparcó su virtuosismo y tiró de una marcha menor pero más inteligente.
Gritó la grada en el último punto de un tie break que fue el parcial más ajustado del choque y en el que se comprobaron las diferentes maneras de competir y de construir puntos en los momentos importantes, con un Federer subiendo el nivel y un Struff sin apenas matices ni claridad bajo presión. Struff, un tenista más bien anárquico y unidireccional ofreció una actuación bastante lineal pero inferior desde todo punto de vista. En el cuerpo a cuerpo, con un juego directo, encontró alguna veta por la que penetrar pero fue todo muy momentáneo.
Desde el arranque, Roger jugó con ventajas tempranas en el marcador. En los dos primeros parciales rompió rápidamente el servicio de Struff, potente pero muy inexacto, con porcentajes bajos, sobre el que no necesitó tampoco el suizo mostrar su mejor nivel al resto. Fue un partido de momentos concretos, puntos que ampliaban distancias y situaban al suizo siempre cerca de cerrar parciales con su solvente servicio y su tranquilidad. Su continuidad tanto ofensiva como defensivo mantuvo los niveles preestablecidos, y el partido no tuvo mayor historia.
Jugó Struff mucho con saque y volea para cerrar puntos y no verse comprometido desde el fondo, donde su falta de consistencia para el acierto y la selección correcta del tiro desnudan sus principales defectos. Inclusive ahí, Roger adaptó el resto y los tiros para pasar algunas de las subidas de su oponente. Con un doble 6-4, llegó el único momento de apuro para el helvético. Con 3-1 y servicio, Struff tuvo la oportunidad de dominar el tercer parcial, pero un contrabreak inmediato desató el júbilo del público y suturó la única herida que tuvo que curarse el número 2 del mundo.
Sin más historia que un tie break muy desigual, al que se llegó sin demasiados contratiempos para ambos, cerró Roger su encuentro de segunda ronda, tras el que enfrentará al francés Richard Gasquet, un jugador que se le da especialmente bien al suizo. Se espera una versión más ofensiva y dinámica ante las dificultades del francés para defender y contragolpear.
Fuente: Punto de break
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