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Foto: AustralianOpen twitter |
Roger Federer puede jugar mal, regular, aceptable o brillar que siempre podrá tener una clara oportunidad de ganar a Richard Gasquet. En el último turno de la Rod Laver Arena, sin necesidad de mostrar su mejor nivel en ningún apartado, el suizo volvió a prolongar su dominio sobre un jugador que se adapta idílicamente a su juego, que apenas le pone en problemas tenísiticos y psicológicos y que volvió a comparecer desde la inferioridad. El suizo, en tres mangas y sin activar la quinta marcha, se ubicó entre los 16 mejores jugadores del torneo (6-2 7-5 6-4).
El comienzo ya tuvo un significado casi definitivo, por cómo y cuándo rompió Roger el servicio de Richard y cómo respondieron ambos a tal circunstancia. Aunque se vio a Federer con fases de incomodidad, irregular a la hora de elegir cómo restar, cómo utilizar su revés, sin tanto tacto y sensaciones para construir los puntos, esa rotura le dio al suizo la posibilidad de enfocarse en su servicio desde muy temprano para encarrilar el primer tramo del partido. Gasquet empezó sintiendo todo el peso de lo que son sus choques ante el helvético.
Desde ahí el partido se fue labrando a tirones, con Federer dominando en el marcador pero sin excesiva continuidad en el juego. Su saque perdió mucha efectividad (57% de primeros servicios en el segundo set) y eso, unido a una mayor agresividad del francés, que comenzó a soltar el brazo antes del cuarto o quinto tiro, igualó las cosas. El de Beziers suele tener un tramo de respuesta que esta vez duró diez juegos. En el momento de la verdad, con 5-5, Roger, escaso en cuanto a inspiración, rompió y cerró con soltura la segunda manga.
La tercera manga tuvo historia pero el final fue similar. De revés a revés el suizo seguía mostrándose irregular, no calculaba bien cómo desequilibrar y subió algo más a la red para compensar su incomodidad -tuvo varios momentos de gesto torcido, con un ánimo general algo distraído-, y aunque la ventaja era amplia -4-1-, Gasquet rompió e igualó a cuatro para intentar forzar una cuarta manga. Como sucedió en la manga anterior, Federer rompió con 5-4 después de que el galo tuviera ventaja para igualar a cinco juegos.
Fue la constatación de lo que le supone a Gasquet competir frente a Federer. Si desde el juego, siempre muestra dificultad para defender 'pista grande' y los recursos ofensivos del suizo, a nivel competitivo tiene el francés la losa de no poder responder a esa inferioridad técnica y táctica que le impone el número 2 del mundo, sea cual sea, en calidad, el nivel mostrado. Es una cuestión que sigue sin tener reverso. Como siempre, Federer ganó. Sin jugar del todo bien.
Fuente: Punto de break
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