El serbio Novak Djokovic derrotó de forma contundente al español Albert Ramos

Foto: AustralianOpen twitter

No hay mejor noticia que volver a ver sobre las pistas a Novak Djokovic. El serbio vuelve a empuñar la raqueta y parece dispuesto a retornar a la élite, pero hay algo que no acaba de fluir. Su aparatoso vendaje en el brazo derecho, las atenciones recibidas por el fisio en sus encuentros y un ritmo algo lento en su juego demuestran que sus problemas físicos fueron graves y necesitará un tiempo de adaptación. Pero también hay lugar para el optimismo; el serbio gana y lo hace con contundencia.

Podría haber sido una buena prueba el enfrentamiento ante Albert Ramos, un jugador que llegaba con buenas sensaciones y cuya condición de zurdo podría acarrear problemas en cualquier contrincante. Pero nada más lejos de la realidad. Dio la sensación de que el español nunca creyó factible dar la machada y aunque jugó suelto, valiente y con nobleza, siempre lo hizo cuando iba a remolque en el marcador.

Todos los sets siguieron un patrón muy parecido. Inicio de tú a tú entre ambos, ritmo machacón y seguro de fondo de pista de Djokovic y destellos de tremendo talento del español pero sin repercusión en el marcador. Novak puso una marcha más siempre que lo necesitó y sus gestios de cierto hastío e incluso apatía no se correspondían con un tenis sólido y sin fisuras como el desplegado. Buenas derechas paralelas, movilidad mejorable pero suficiente y un saque que no parece resentirse demasiado del cambio en la mecánico son los ingredientes de un tenis falto de pasión por parte del balcánico.

En cualquier caso resulta prometedor que tras tantos meses en el dique seco, Djokovic se haya presentado en la segunda semana prácticamente sin sufrir, y más viendo lo acaecido con otros jugadores en situación similar como Raonic o Wawrinka, por no mencionar las ausencias de Nishikori y Murray. Brotes verdes en el juego del serbio que necesita un test de alto nivel para determinar cómo está realmente.

Se medirá con Hyeon Chung por un puesto en cuartos de final después de que el surcoreano se impusiera a Alexander Zverev; en principio una buena noticia para Novak Djokovic, que tendrá que estar muy atento al juego del surcoreano aunque todo indica que éste sufrirá para mantener el excelente nivel de tenis que desplegó ante el alemán. Se vaticina una buena batalla pero lo mejor para Novak es que, sin hacer mucho ruido, está a tan solo tres encuentros de la gran final del Open de Australia 2018.

Fuente: Punto de break