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Foto: Ravens twitter |
Los Dolphins de Miami vivieron una noche de horror en la tierra donde murió el poeta de la pesadilla Edgar Allan Poe, el jueves al caer 40-0 contra los Ravens en el M&T Bank Stadium en Baltimore.
Fue la mayor blanqueada en la historia de los Ravens y una de las más grandes verguenzas en la historia de los Dolphins.
La semana pasada, Matt Moore había reemplazado de manera brillante durante el partido al quarterback titular de los Dolphins, Jay Cutler, quien sufrió fisuras en las costillas. El jueves, sin embargo, Moore fracasó en la conducción de la ofensiva de los Dolphins.
Moore fue interceptado en dos ocasiones, derribado tres veces y completó 25 de 44 pases para 176 yardas. Las dos veces que Moore fue interceptado, fueron touchdowns de los Ravens y C.J. Mosley y Jimmy Smith los encargados de anotar.
La parte más dramática del partido ocurrió cuando sobre el final del primer tiempo, Kiko Alonso, de los Dolphins, se lanzó para frenar al quarterback de los Ravens Joe Flacco, quien se había deslizado luego de correr para ganar unas yardas. En ese momento, el linebacker colombocubano lo golpeó, aparentemente con el hombro, y lo sacó del partido.
De inmediato se armó una trifulca. Ryan Jensen, de los Ravens, empujó a Alonso, y Ndamukong Suh se fue encima de Jensen. Luego, el entrenador del conjunto de Baltimore, John Harbaugh, empezó a gritar a Alonso, y se armó una situación confusa.
La inconsistencia del equipo de Miami resulta como un disparo en el pie, y siembra muchas dudas sobre el futuro del equipo, que el año pasado alcanzó los playoffs en el año de novato del entrenador Adam Gase.
En los dos últimos partidos, los Dolphins habían sido capaces de reponerse de comienzos fríos y habían remontado 17 puntos contra los Falcons en Atlanta para vencer 20-17, y la semana pasada reaccionaron tras estar abajo 28-14 contra los Jets de Nueva York para ganar 31-28 en el Hard Rock Stadium.
Esos falsos comienzos toda la vida no iban a ser recuperados, y en Baltimore, los Dolphins terminaron el primer tiempo perdiendo 20-0. Y esta vez no hubo remontadas, sino el hundimiento en el abismo más profundo de la derrota y el desconsuelo. Recibieron 20 puntos en el último cuarto.
Flacco había tenido una conexión de 34 yardas para touchdown con Jeremy Maclin para abrir el marcador en el primer cuarto.
En el segundo cuarto, el kicker Justin Tucker anotó dos goles de campo, de 55 y 48 yardas, y luego Ryan Mallett, el reemplazante de Flacco, se conectó con Benjamin Watson para un touchdown de dos yardas.
Mallett perdió el ovoide en una corrida para anotar, pero Chris Moore lo recuperó para sellar la pizarra en la noche de terror.
Fuente: El Nuevo Herald
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