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| Foto: WTA twitter |
Caroline Wozniacki se convirtió en la primera finalista del WTA Finals 2017 de Singapur tras imponerse en la primera cita de la jornada a Karolina Pliskova por 7-6 y 6-3. La danesa, mostrando una solidez y un instinto competitivo como en sus grandes tiempos, dejó en fuera de juego a la número 3 del mundo, la única que todavía soñaba con asaltar el lugar más alto de la clasificación. Será Wozniacki la que busque cerrar un curso mágico con el título más importante de su carrera, aquel que ya se le escapó en 2010 y el que hoy se le vuelve a quedar a una sola victoria de su poder.
Tú atacas y yo defiendo. Tuvo que ser el planteamiento que Pliskova y Wozniacki acordaron antes de arrancar la primera semifinal en Singapur. O al menos, el tipo de partido que todos esperábamos a primera hora de este sábado. La pauta se cumplió en su mayor parte, aunque no mentimos si decimos que cualquiera de las dos pudo haber cantado victoria. Después de una igualdad tremenda en la primera manga, con ambas mostrando las cartas propias y robando también alguna a su rival, la situación llegó a un momento de máxima tensión en el tenis profesional: un tiebreak.
Allí, después de salvar varias bolas de partido en los juegos anteriores, salió Wozniacki crecida con ganas de dar el gran golpe. Y vaya si lo dio, poniéndose 6-1 y con cinco bolas a su favor para dar el primer mordisco al partido. Pero Pliskova es mucha Pliskova, es la jugadora que optaba a recuperar el trono mundial y para ello necesitaba hoy una victoria. Una a una fue salvando cada compromiso y a sumar oportunidades para llevarse el gato al agua. ¡Seis bolas de set en total! se pasearon por la pista y ninguno pudo caer en manos de la tenista de Louny. “Perfecto”, pensó Pliskova. “Si tú no quieres el set, yo me lo quedo”. Así fue cómo la danesa levantó el puño y dejó a todo el estadio tiritando de emoción.
Una manga que dura más de 70 minutos y se pierde, duele más que cualquier otro set. Incluso si eres Karolina Pliskova y te estás jugando todo, a veces la motivación se bloquea frente a la adversidad. Un break de salida a favor de la de Odesa confirmó la idea, aunque solo sirviera para reactivar el impulso de una checa que todavía no quería tirar la toalla. Fue un remar para morir en la orilla, pero necesario para salvaguardar la última muestra de orgullo de la temporada. Break a su favor y, dos juegos después, break en contra. Era una historia muy bonita como para no escribirla, así que Wozniacki cerró el telón al servicio para meterse en la final de las WTA Finals por segunda vez en su carrera. En 2010 no pudo con Clijsters; mañana, Venus o Garcia.
Fuente: Punto de break
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