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Foto: NBA.com |
Después de su espectacular arranque de temporada, Los Angeles Clippers parecen haberse desinflado. Tras caer el viernes ante Detroit Pistons, el equipo dirigido por Doc Rivers volvió a ser superado a domicilio, esta vez frente a unos Indiana Pacers (70-91) que ni siquiera necesitaron de su estrella, Paul George. El alero, que había jugado los último partidos con molestias, vio desde el banquillo como los suyos dominaron el partido de principio a fin: los Clippers solo llegaron a gozar de una ventaja de dos puntos y fue en el primer cuarto. A partir de ahí, el colchón de los de Indianapolis no hizo más que ir en aumento con el transcurso de los minutos.
Los angelinos pagaron su poco acierto con el balón: 22 de 70 en tiros de campo, además de 20 pérdidas, casi ocho más que su media hasta este encuentro. Concedieron demasiado en la pintura, donde Al Jefferson fue el gran destacado de la noche pese a salir desde el banquillo (16 puntos y 8 rebotes). El joven Myles Turner asumió galones en ausencia de Paul George (17 tantos y 12 capturas), mientras que Glen Robinson III respondió a la titularidad con una buena actuación (17 puntos, 6 rebotes y un buen 7 de 9 en el lanzamiento).
En los Clippers, Chris Paul y JJ Redick estuvieron muy fallones en el tiro (3 de 11 y 1 de 7 respectivamente), y Blake Griffin fue de lo poco salvable, aunque también estuvo por debajo de sus promedios (16 puntos y 9 rebotes). Los hombres de Doc Rivers tienen otras tres salidas por delante (Brooklyn, Cleveland y New Orleans) antes de afrontar una serie de cinco partidos seguidos en casa. Estas dos recientes derrotas les relegan a la tercera plaza de la Conferencia Oeste, por detrás de San Antonio Spurs (14-3) y Golden State Warriors (15-2). Indiana, por su parte, sigue en la lucha de la ‘clase media’ de la Conferencia Este.
Fuente: basket4us
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