“Ahora los patos le tiran a las escopetas…”
Escrito por el Gordo Cebollas.
Hace unos días leía en las páginas de RDC que el jugador Dwigth Howard de los Houston Rockets, amenazó con irse del equipo si contrataban al entrenador Mike de Antoni…
Me quede pensando que pasaría si yo voy con el dueño del Supermercado donde trabajo y le digo que si no corre a Ramiro, el manager de la tienda, renuncio.
Seguro antes de terminar la frase llaman a los de seguridad y en la siguiente media hora recibiría una orden de restricción de la policía de no acercarme a más de doscientos metros del malaleche de Ramiro.
-¿Cómo llegamos a esto? -me pregunto. Y como estoy solo frente a mi computadora, me dispongo a responderme:
-¿Pos no le rogamos al mamila del Supermán (Dwight Howard) hace unos años que se quedara en Los Angeles colocando espectaculares por toda la ciudad?.
¿No los de Miami casi declaran una Guerra comercial en contra de Cleveland por llevarse al Rey Lebrón?
¿Los Lakers no tiraron la temporada pasada para despedir a su Majestad Kobi Bryant primero?
¿Los Clippers no se pelearon como de viejas borrachas, durante el verano pasado, con los de Dallas Mavericks por el maleta de DeAndre Jordan?
“La culpa no la tiene el indio, sino el que lo hace compadre”… dicen en mi pueblo. Y es cierto…
Todos estos jugadores tienen los reflectores desde la Universidad, y luego pasan por un Draft mediático y se convierten en estrellas antes de haber jugado un solo juego en la liga profesional. Además vienen precedidos de egos gigantescos, legiones de fans, y una corte de zánganos que se disponen a vivir de las migajas que ellos les arrojen. Muchos de ellos empezaron a gastar el dinero antes de que llegue a su cuenta de banco.
La mayoría de estos jugadores estrellas, no tienen educación. Algunos pasan por las universidades, que les regalan los títulos a cambio de jugar en sus equipos. No tienen idea como manejar la fama y el dinero, y en una enorme mayoría terminarán en la miseria, abandonados hasta por sus familias.
Por eso cuando los equipos y la liga se dedican a inflar a estos chicos, no se deben de sorprender cuando crecen un poco, o tienen dos buenas temporadas, y quieran cambiar el entrenador; o dirigir al equipo; o a querer aprobar las contrataciones de sus directivas, y se convierten en verdaderos desastres dentro y fuera de las canchas; porque ellos siempre cargan con los triunfos, pero cuando llegan las derrotas es culpa de los demás, y amenazan con irse de la ciudad si no los complacen con sus caprichos.
Yo por eso aunque soy el que mejor empleado en la sección de las frutas y verduras en el Supermercado, y el más fregón para ordenar la bodega. Mejor me quedo callado, trato de hacer lo mejor en mis ocho horas de trabajo, checo mi tarjeta y me desaparezco sin hacer ruido. Hasta que los del periódico La Opinión me descubran y me contraten como su jefe de deportes, salga mi foto en la portada, los fans se amontonen a pedirme mi autógrafo y firme mi contrato por un par de millones de dólares anuales.
En ese momento les voy a exigir a los dueños del periódico, que si no contratan al Zapatos Blancos como editor, me voy.
Seguro que al día siguiente regreso a trabajar acomodando frutas otra vez en el Supermercado Vallarta…
A propósito saludos a los dueños del Vallarta que son bien tacaños, pero Buena onda los viejetes…
GC
PD: “Si quieres que Dios se ría, cuéntale tus planes…” y si no pregúntele al presidente del América que ya contaba con el título como parte del festejo de sus cien años… lo más interesante después del partido fue, que nos dimos cuenta que “los ricos también lloran….”
Ni modo ahora les toca aguantar…
(Hoy a las ocho no me pierdo “La Liga MX de volada”, a ver que dicen los americanistas…).
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