Ya sé quién va a ser el Campeón…



“Ya sé quién va a ser el Campeón…”
Por el Gordo Cebollas.

Ayer por la mañana me despertó el sonido de la cortadora de césped en la yarda de mi casa, me levanté y al abrir la puerta estaba Petrarca, el jardinero (no es broma así se llama).

-Oye no tengo dinero para pagarte, ya deja de cortar las yerbas… 
-Por lo menos invítame un café – me dijo antes de hacerme a un lado y pasarse hasta la cocina…
-Esta tu vieja? –preguntó.
-No, se fue a trabajar temprano…
-Tengo hambre – dijo abriendo el refrigerador- Mira hay frijolitos, tortillitas y unos huevitos… tú pon el café… pero apúrate que no tengo todo el día para perder mi tiempo… 

Puse el café, mientras pensaba en porque siempre me dejo mangonear por el jardinero. Sólo existe una razón: me cae bien el canijo…

Lo conocí tres días después de rentar la casa, estaba tratando de quitar la mala yerba del frente cuando se paró frente a la casa y se puso a ver como trabajaba, mientras chupaba un cigarrillo Farito.

-Le puedo servir en algo? – pregunté-
-Pos la verdad no creo, yo ando buscando un ayudante pero Usted no sirve ni para basurero, con el debido respeto…
-Oiga qué le pasa? –Dije yo, enojado.
-A mi de pasarme nada, pero a usted le va a pasar si arranca las hierbas como lo está haciendo, mire esas tienen espinas…
-Gracias por su consejo…
-No fue un consejo, ahora que si quiere uno, mejor contrate un jardinero… Haber hágase a un lado, yo lo hago… anda de suerte ayer como penitencia el señor cura me dijo que ayudase al primer pen...jo que se me cruzara en el camino…

Así fue nuestro primer encuentro, y ahora nos une una relación de trabajo de veinticinco años, donde Petrarca ha estado conmigo en las buenas y en las malas. Y no sólo ha sido mi jardinero, sino mi consejero, mi psicólogo y hasta mi asesor en cuestiones de dinero (sobre todo cuando vamos al hipódromo). Bueno para acabar pronto cuando perdí la chamba de vigilante en la escuela, me recomendó con un primo suyo y entré  a trabajar en los Supermercados Vallarta.

Petrarca es un chaparro, prieto y feo… pero feo… como pegarle a un niño huérfano, y se viste con camisa de manta y un sombrero todo jodido. Pero eso si, trae una troca del año, y los fines de semana siempre se le ve rodeado de viejas rebuenas. “Los feos siempre tienen suerte”… Me dijo mi hermana, cuando lo conoció.

Bueno pero Usted querido lector debe estarse preguntando porque no hablo de los partidos de la jornada, y ando hablando de Petrarca. Muy sencillo, hay dos razones: primero porque el malaleche del Artillero ya habló mal de todo mundo, ya parece un André Marín marca libre, el muy canijo. 

Y segundo, y lo más importante es que Petrarca, me llegó con el chisme de que su bruja le había dicho que la economía sufría un quebradero en marzo, y que en julio llegaba el gran terremoto a Los Angeles, entre la incredulidad y el miedo, le pregunté si su bruja era efectiva, y me dijo que nunca fallaba. Así que le pedí conocerla. 

-Súbete a la troca…
-Qué?
-Pos no que la quieres conocer? Vamos ahora mismo…
-No hay apuro, además no traigo lana…
-Las brujas de a verdad no cobran, viven de las propinas. Y si no tienes yo lo pago y me lo agregas al recibo de fin de mes..

De un acelerón y pasarse tres luces llegamos de volada al Tianguis de San Fernando, allí en medio de puestos de calzones, juguetes chinos, y discos piratas encontramos a la bruja. Lo primero que me sorprendió es que no era tan vieja y no era fea, además estaba grandota, sensualota y con un trapo amarrado en la cabeza.

-Doña Micaela le traigo a mi cuate…
-No digas nada, tu pasa –me dijo abriendo una cortina con la mano- 

Traes el aura cargada, y muchas envidias sobre tu espalda… Dios mío! Y un trabajo sobre tu conciencia… pasa muchacho… Y tú espera afuera y que no entre nadie aunque escuches gritos… -Le ordenó a Petrarca, que se paró como soldado romano frente al establecimiento, dispuesto a cumplir las ordenes de la bruja.

Antes de darme tiempo de nada, la bruja me agarró a golpes con un ramo de hiervas mientras rezaba, las ramas salían volando hasta deshacerse. Luego tomó un ramo más grande y repitió la operación pero con más fuerza, cuando se lo acabó, abrió una jaula y sacó una gallina negra, y sentí los gallinazos, y mientras el animalito y yo gritábamos asustados, la bruja ordenaba al maligno que se fuera y una lluvia de plumas invadía el cuarto. Yo sospecho que la gallina se murió de un golpe que me dio en el lomo, porque dejo de quejarse, y a mi me puso una friega que lo único que quería era salir de allí. Luego me sentó y me dijo si tenía alguna pregunta… Y enseguida puso su mano en mi boca para que no hablara...

-Tus preguntas las escucho… quieres saber si las chivas descienden…No. Si el América será campeón… No. Si el Cruz Azul o si Pumas?... No. El Campeón serán los rayados del Monterrey con ayuda del arbitro… Oye puedes hacer preguntas sobre tu futuro y solo preguntas de fútbol?

-Me voy a sacar la lotería?
-No…
-Entonces ya sé que mi futuro no pinta bien…
-Veo algo interesante en tu futuro…
-La verdad es que no quiero saberlo, le quita la emoción a lo que venga…

Me dio una pulsera contra el mal de ojo, y una bendición mientras restregaba mi cara entre sus voluminosos pechos, y luego me empujó fuera de la cortina… 

Como me vería el Petrarca que me llevó de inmediato a la cantina. Allí después de dos tequilas me preguntó como me había ido con su bruja…

-La verdad es que no me puedo quitar de la cabeza la visión de sus pechos y el sabor de las plumas en la boca, y para acabarla de joder ya me dijo quien iba a ser el próximo campeón de la liga, y le quitó toda la emoción al torneo… Salud!

“La curiosidad mató al gato” –Decía mi abuela, que en paz descanse…


GC


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