Hay triunfos que saben amargo

Hay triunfos que saben amargo

Escrita por el Artillero

El América va y gana en su casa a los Pumas 1-3.

Otra vez la hizo un mediocre como Memo Vázquez, el entrenador de Pumas.

Otra vez los americanistas se quedaron con 9 hombres, y los Pumas fueron enviados a defender hasta con el autobús, ahora en su propio terreno de la Ciudad Universitaria.

Este tipo de encuentros nos pintan de cuerpo entero, como lo afirmamos en nuestra pasada colaboración, a algunos de los entrenadores que militan en nuestra Liga MX.. 

¿De qué están hechos algunos de los directores técnicos que trabajan en el fútbol mexicano? 

¿De miedo, temor, desfachatez, poca vergüenza, entre otras cositas?

En los dos juegos, ida y vuelta, Pumas tuvo las circunstancias para acabar pronto y con claridad a sus archirrivales, pero, en lugar de eso le cedieron toda la iniciativa a un cuadro americanista que está hecho de verdaderos guerreros con botines futboleros.

Es cierto, lo reitero, el América no me simpatiza porque no escondo mi afición por el Guadalajara, a quien desde niño seguí y viví a tope la era del campeonísimo. Sin embargo como gente de futbol debo reconocer la gallardía, profesionalismo, coraje, ímpetu, vergüenza y amor a los colores que tienen los jugadores cremas.

No demerito en nada el triunfo de Pumas, que con marcador global de 4-3 logró pasar a la final y se enfrentará al ganador de la otra semifinal que enfrentará a los Diablos Rojos del Toluca contra los Tigres de la UANL.

Pero, otra vez pero, una palabra que ni siquiera deberíamos usar, Memo Vázquez mostró tal mediocridad en su planteamiento, que arrastró injustamente a sus jugadores, a esos  bravos de la cancha que se partieron el alma para no ser eliminados, porque el América estuvo a ¡Un gol! de botarlos del torneo.

Y en Ciudad Universitaria, para que duela más.

Finalmente no lo logró porque con nueve hombres atacó, atacó, y volvió a atacar, mientras que los Pumas, duele decirlo, fueron echados para atrás por Memo Vázquez.

La verdad, pienso que a numerosos aficionados de los felinos no les gustó la forma como llegan a la final, más bien creo que sufrieron, se enojaron, protestaron, criticaron el planteamiento de un mediocre director técnico y al final se dieron de santos no ser eliminados.

Estuvieron en un tris de quedar fuera, de ser humillados en su parcela, de pagar la factura de un entrenador conformista, defiende-chambas, que optó por lo más difícil, vaya incongruencia, aguantar atrás, sufrir y hacer sufrir a los suyos, jugadores y afición, no se si también a los directivos.

Que triste que Pumas con todos los merecimientos de una campaña muy buena pase por estos tragos amargos y vergonzosos.

Con entrenadores como Meno Vázquez el futbol mexicano no tan solo se estanca, sino que retrocede. Por eso, las distancias se han hecho más cortas, pues mientras algunos equipos y sus entrenadores compiten a todo lo que dan, algunos como el de Pumas arrastran la cobija.

No puedo saber si Pumas va a ser campeón. Tiene las circunstancias de su parte. Dos veces se quedó el América con 9 hombres, y en ambos encuentros los Pumas rezaban para que cesaran las hostilidades, porque el vendaval americanista les cayó encima.

Pedir al Cielo que termine un choque donde estás con once jugadores y el rival tiene solamente 9, tiene que ser analizado por los directivos.

Sabemos que ya Memo Vázquez firmó por otra temporada, que los directivos le dieron un voto de confianza, aún antes de iniciar la Liguilla. Y una cosa fue el torneo regular y otra la liguilla, donde ya vimos todo puede pasar.

Me da tristeza también por los jugadores de los Pumas que obligados por su entrenador tienen que obedecer tácticas vergonzosas, cuando históricamente han sido un equipo ofensivo, que da espectáculo.

El jueves y este domingo dieron espectáculo, sí, pero un tristísimo y lamentable espectáculo.

Claro que la alegría de ganar, aún al perder en su cancha 1-3, los clasifica a la final, sin embargo queda un pésimo sabor de boca, cuando pudiesen haber arrasado al América en los dos partidos, si juegan como saben hacerlo, ofensivamente.

Dicen que Pumas trae la suerte del campeón, que las circunstancias se le dan, que los astros están alineados para llegar a ceñirse la corona del futbol mexicano.

Ante Guadalajara, en la Liga y ante el Veracruz, en la liguilla, ganaron por cosas que tiene el fútbol, pero no lo merecían. Chiapas les ganó 3-2 en CU.

Desde ahí mostraron que el entrenador Memo Vázquez se apanicó, que no confió en los suyos (muy mal, muy mal), que antes que ganar prefería no perder.  

Puede ser, puede ser, que Pumas sea campeón, no lo pongo a discusión, solo digo y afirmo que hay formas, que hay modos, que con las armas y las herramientas que tienen (lease jugadores) están capacitados para más, para mucho más.

Para ser dignos campeones, como ya lo han sido.

Solo que, pareciera, Memo Vázquez no aspira a eso. 

¡Su afición y sus directivos, si aspiran a tal honor! 

Lo dicho, con este tipo de directores técnicos, pobre futbol mexicano.

Pumas puede ser campeón, pero si juega como en los más recientes encuentros serán un triste y pobre campeón, que, a final de cuentas, es lo que queda en la historia.

El América puede estar satisfecho a medias. La indisciplina de sus jugadores es nefasta para la institución de Coapa. No entienden que al árbitro nunca se le gana y siempre juegan al filo de la navaja y todavía protestan.

Se cansaron de golpear a los Pumas, de protestar decisiones arbitrales, de provocar a los contrarios, de actuar como si fueran intocables.

Como ya dije otra ocasión, en el pecado llevaron la penitencia. No les alcanzó el pudor, la enjundia, las ganas, el amor a los colores.

¡Y solamente un gol los separó de la final!

Tal vez con once jugadores lo hubieran logrado. Quien sabe.

Lo cierto es que dan muchas ventajas a sus rivales con ese carácter pendenciero que denotan en la cancha y que les provoca expulsiones.

Enfrente tienen el mundial de Clubes, veamos si se sacan la espina.

Todos los mexicanos, bueno todos los que amamos al futbol estamos con ellos, los animamos, les decimos que salgan por el honor del futbol, que no del País, porque nuestra querida Nación está muy arriba de estos menesteres deportivos.

Les deseamos lo mejor…que ganen.