Barcelona mucha pieza para el River

foto: Reutes
Sin sorpresas en el mundial de clubes jugado en Yokohama, el Barcelona de España volvió a demostrar su categoría de número uno del mundo y se vio como una verdadera máquina demoledora al derrotar esta mañana al River Plate de Argentina. 

El equipo de Luis Enrique no jugó a gran ritmo durante todo el partido, pero les bastaron diez minutos de ataque de su espectacular ofensiva, para demostrar que es el mejor club del mundo.

En el primer tiempo el equipo de River Plate arrancó con muchas ganas, bien acomodado y aguantando los embates del Barcelona, sin  embargo, era cuestión de tiempo para que el Barcelona comenzara a hacer daño y que el ritmo decayera en los sudamericanos. 

El equipo blaugrana  pudo ponerse en ventaja a los 10 minutos de iniciado el juego, cuando Marcelo Barovero tapó un remate de Messi, quien había recibido un pase de Iniesta en el corazón del área.

De tanto resistir el juego táctico de Barcelona y tras un error de Leonardo Ponzio, Messi armó una buena combinación en la que asistió a Dani Alves, este tiró el centro, Neymar se la bajó al argentino de cabeza y este, tras hacer pasar de largo a Maidana con una finta, la tocó con el empeine de la pierna zurda, mandando el balón al fondo de las redes para marcar el 1-0, esto al minuto 35´.



En el segundo tiempo, Marcelo Gallardo realizó dos cambios que no le funcionaron y lo pagó caro con un gol de Luis Suárez, la bota de oro del certamen. En el inicio del complemento el uruguayo recibió un pase magistral de Busquets desde atrás de la mitad de la cancha dejándolo de cara al área, solo ante Barovero. Parecía que la fallaba al no definir bien, pero su remate se metió tras tocar la pierna del arquero, el equipo español ya ganaba 2-0.




El Barcelona fue una máquina durante 10 minutos, River no pudo soportar la calidad de los ibéricos.

Luis Suárez, a veinte del final, anotó el tercero, que significó la firma de un encuentro que a la larga se le hizo manejable a los españoles. El uruguayo definió de cabeza tras el centro de Neymar dejando los números definitivos de 3-0.




Barcelona que gana así el tercer Mundial de Clubes de su historia. Se convierte en el máximo campeón en la historia de la competencia que reemplazó a la Copa Intercontinental.

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