El Estadio Etihad de Melbourne Australia fue el lugar que vio caer a la que hasta hoy era la más grande de la UFC.
Ronda Rousey era la favorita, como en cada pelea en la que ella participaba. En esta ocasión se enfrentaba a una peleadora que desde la ceremonia de pesaje ya mostraba que iba a ser una pesadilla para la campeona del mundo, Holly Holm con 6 años más de edad se vislumbraba como la siguiente víctima.
La pelea comenzó con Rousey encima de Holm, yendo al frente y buscando hacer daño a su rival, mientras que Holm tenía un plan diferente, cuidándose de no ir al piso en donde la campeona es letal y tratando de contragolpear cada embate de la campeona con certeros izquierdazos a la cara que en su mayoría impactaron con precisión.
Lo que nunca le había sucedido a Rousey, que en cada pelea que tenía se terminaba en los primeros segundos de cada una, en esta la retadora le aguantó el primer round, lo que sin duda le afectó a Rousey que se veía muy cansada al final de este y con marcas en la cara de los golpes recibidos.
Para el segundo asalto, las cosas no mejoraron para la campeona, ella seguía persiguiendo a Holm quien echándose para atrás contratacaba y en una de tantos intentos de Rousey, la retadora la conectó en la cara con lo que puso en malas condiciones a Rousey que estando parada ya tenía carácter de noqueada, paso seguido, Holm empujó a la campeona para alejarla y fue el movimiento perfecto para conectarle una patada a la cabeza que mandó Rousey a la lona para recibir más castigo, hasta ser detenida la pelea por el tercero en el octágono.
La campeona Ruosey sufría así su primer derrota y la despojaban de su campeonato mundial.
Rubén Navarrete
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