Pocas veces se da el anecdótico hecho de que una mala noticia evoque bonitos recuerdos. Es el caso de la derrota en el WTA Premier Birmingham 2018 de la española y vigente campeona de Wimbledon, Garbiñe Muguruza. Bien es sabido ya por todos que el mejor nivel de la española no suele salir a flote en estos torneos, reservándose sus mejores galas para los eventos de Grand Slam. De nuevo ha sido Barbora Strycova su verdugo, y decimos "de nuevo" porque el pasado año, Muguruza perdió contra la checa en el último partido que disputó antes de llegar al All England Lawn Tennis Club.

Quizá para los supersticiosos esta derrota no sea grave por ese motivo pero llama la atención comprobar las enormes dificultades que tiene la hispanovenezolana de poner sobre la mesa su mejor tenis en torneos de este calado. Da la sensación de ser una cuestión de actitud, no porque Garbiñe ponga menos energía física o tenga poca ambición, sino porque imponerse a una tenista de contraataque y gran movilidad como la checa requiere de un gran dominio mental y concentración máxima.

No la tuvo en el primer set la buena de Garbiñe, que cometió demasiados errores no forzados ante la habilidad innata de Strycova para sacarla de su zona de confort. No se movía con rapidez la española, con muchos problemas para entrar en la pista y tomar la iniciativa sin asumir excesivos riesgos. Perdió con contundencia pero el segundo parcial parecía tener un rumbo diferente, cuando Muguruza tomó ventaja.

Llegó a estar 2-4 y punto de break arriba en el marcador, pero se desconectó y rehuyó la batalla psicológica ante una Barbora Strycova tremendamente acertada. Dio la vuelta al marcador la checa y se impuso por un resultado final de 6-2 6-4 ante una Garbiñe Muguruza que debe tomarse esta derrota como un toque de atención. Tendrá que trabajar mucho para seguir adaptándose a una superficie donde alcanzó la gloria el pasado año. Wimbledon 2018 está a la vuelta de la esquina y es ahí donde la española tendrá que volver a demostrar su madera de campeona.

Fuente: Punto de break

La tendencia ha cambiado en la temporada de Garbiñe Muguruza y no ha sido fruto del azar. Es una jugadora radicalmente distinta la española respecto a la que se vio en los primeros compases de la temporada. Su gran actuación en Roland Garros 2018 le ha devuelto la confianza y ha demostrado que es una jugadora única, con la habilidad innata de poder revertir situaciones en un abrir y cerrar de ojos, rindiendo a su mejor nivel cuanto mayor sea la meta.

Y la meta de Garbiñe está clara: ganar Wimbledon 2018. Para ello, deberá ganar siete partidos en el All England Lawn Tennis Club pero da la sensación de que la nacida en Caracas considera necesario sumar algún triunfo más. Jugó en primera ronda del WTA Premier Birmingham 2018 como si estuviera ya en la central del Grand Slam londinense. Intensa, concentrada y con una gran movilidad, Muguruza se movió cual felina sobre el césped de un torneo que puede suponer una preparación perfecta.

No es fácil ver un partido con pocos breaks en el circuito WTA y, menos aún sobre hierba, pero la hispanovenezolana ha sacado como los ángeles y, lo que es más importante, el segundo tiro de sus puntos al servicio ha sido demoledor. Redujo a la siempre compleja Anastasia Pavlyuchenkova, a una marioneta que se desbocaba de lado a lado de la pista buscando fórmulas imposibles para frenar el caudal de tenis que se le vino encima. El resultado es evidente muestra de lo que ocurrió en la pista: 6-1 6-2 para la española.

La siguiente rival de Garbiñe Muguruza, primer cabeza de serie en el WTA Premier Birmingham 2018, será la ganadora del duelo entre Brady y Strycova. Muy malos recuerdos le trae la checa a la campeona de Wimbledon 2017, ya que cayó con estrépito ante ella en Eastbourne el pasado año. En cualquier caso, si Muguruza sigue vestida con sus mejores galas, esas que utiliza en los Grand Slams, será muy difícil de batir.

Fuente. Punto de break