El FC Barcelona cedió los primeros puntos del campeonato de Liga ante un Girona FC que aprovechó la expulsión de Lenglet poco antes del descanso. 

El conjunto azulgrana fue muy superior cuando el partido se disputó once contra once. Tras algún breve escarceo del Girona en terreno rival, el Barça inclinó el campo, dominó el juego y dispuso de ocasiones de gol. Sólo el portero Bono, con dos grandes paradas a Messi y Luis Suárez, mantuvo al equipo en el partido. Messi, precisamente, fue el autor del 1-0 a pase de Vidal. El chileno, que estrenó titularidad, hizo un quiebro en el lateral del área y sirvió un balón franco al argentino, que ejecutó como si de un penalti se tratara. 

Todo cambió en el minuto 35, cuando Gil Manzano mostró la roja a Lenglet a instancias del VAR. El defensa francés, también titular por primera vez en la Liga, se fue a la ducha antes de tiempo por un codazo a Pere Pons. 

Valverde mandó calentar a Umtiti, pero aguantó el cambio hasta la segunda parte. En esas, Stuani dio una lección de veteranía e inteligencia, ganando un balón a espaldas de Busquets y anticipándose a Piqué para rematar a gol. 

Piqué también falló en el segundo gol del Girona, al volver del descanso. No frenó a Portu, que puso a prueba a Ter Stegen. El rechace del portero lo envió Stuani a la red con un trallazo impecable. 

Valverde, que había quitado a Dembélé en el descanso para dar entrada a Umtiti, retiró entonces a Vidal y Arthur para apostar por los galones de Rakitic y Coutinho. Consiguió empatar con un gol, precisamente, de Piqué, que cazó de cabeza un balón peleado por Suárez. 

Sin embargo, en el tramo final le costó mucho al Barça generar ocasiones claras. Jordi Alba lo intentó por su banda, así como Coutinho con un disparo lejano que no cogió puerta por poco.

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El delantero uruguayo Christian Stuani marcó un gol, colaboró en otro y fue clave en la remontada del Girona ante el campeón reinante Real Madrid, que cayó derrotado por 2-1 el domingo en la liga española y quedó descolgado a ocho puntos del líder Barcelona. 

Fue el segundo revés del equipo de Zinedine Zidane en el campeonato, el primero a domicilio, y ante un recién ascendido como el Girona, que escaló al 11mo puesto de la tabla con 12 puntos. 

El Madrid jugó en Cataluña por primera vez tras el agravamiento de la crisis en la región del noreste que busca independizarse de España. No se produjeron incidentes a destacar previo, durante o después del partido en Girona, ciudad al norte del Barcelona. 

Isco Alarcón puso en ventaja al Madrid a los 12 minutos, pero Stuani niveló a los 54 con su quinta diana del torneo, y luego facilitó el tanto de la victoria de Pere Pons a los 58. 

Los madridistas, que jugaron un pésimo partido con numerosas bajas en el once, quedaron anclados en el tercer puesto con 20 puntos por la décima fecha, mientras que el Barsa cuenta 28 y el escolta Valencia 24. 

“No jugamos bien la segunda parte, no creamos ocasiones. Sufrimos mucho”, dijo el centrocampista brasileño Casemiro. “Estamos lejos de nuestro rival. Hay que mantener la cabeza fría, porque es un momento delicado. Hay que trabajar más y no poner excusas”. 

El tropiezo significó el fin del récord de victorias a domicilio en la liga del Madrid, que se quedó en 13, mientras que el debutante Girona ganó por primera vez en su historia al equipo capitalino. 

Al Madrid le acompañó la suerte durante un buen rato en Girona, pues los locales contabilizaron dos remates a la madera en la primera mitad, que sin embargo acabó con ventaja blanca en el marcador, después de que Isco rebañara un mal rechace del arquero a tiro de Cristiano Ronaldo. 

Poco entonados en la elaboración del juego, los madridistas se limitaron a buscar el contragolpe y cometieron numerosos errores en la entrega del balón, que el Girona no supo aprovechar. 

Pablo Maffeo fue el primero en lanzar un balonazo al poste en intento de centro envenenado para Francisco Aday, y de allí originó la transición que supuso el tanto visitante, mientras que Portu repitió poco después un sorprendente cabezazo descendiente, que dio en la parte interior del arco y se paseó por la línea de gol ante la mirada de Kiko Casilla. 

La jugada, algo rocambolesca, encontró réplica tras la reanudación en el arco defendido por Yassine Bono, que contempló como un improvisado remate de espuela de Karim Benzema era despejado en línea de gol por Aday. 

Del posible 2-0 se pasó al empate, surgido de una conducción de Pere Pons que dejó una pelota suelta a pies de Stuani, instintivo, frio y paciente en el sorteo sobre Nacho Fernández e implacable en su zapatazo colocado a la izquierda de Casilla. 

Desconcertado, el equipo de Zidane no acertó a corregir sus deficiencias, sino que las amplió a la falta de atención defensiva, lo que posibilitó que Stuani recibiera en el área y soltara un remate cruzado que el arquero repelió en dirección a Maffeo, cuya posterior volea desvió a la red Portu. 

Con el marcador en contra, Zinedane dio entrada a Marco Asensio y Lucas Vázquez en busca de mayor clarividencia ofensiva, pero el Madrid siguió ofuscado y fue nuevamente Stuani quien más se acercó al gol con un toque picado sobre Casilla que se perdió fuera por poco. 

El uruguayo de 31 años se retiró a poco del final entre aplausos, generalizados poco después al resto del plantel del Girona, verdugo de un Madrid alejado de la cima en la liga.

Fuente: AP/20 minutos

Barcelona goleó a domicilio (3-0) a Girona por la sexta fecha de la Liga Santander y sigue con números perfectos. Dos autogoles y un tanto de Luis Suárez sirvieron para quedarse con los tres puntos. 

Girona, como era de esperarse, desde un inicio tomó una postura defensiva pensando primero en mantener el cero en su arco y luego aprovechar alguna que otra contra. Lo llamativo fue la marca personal de Maffeo sobre Lionel Messi, quien estuvo incómodo durante casi todo el partido. 

El equipo azulgrana tenía la pelota y llegó en algunas ocasiones al arco de Iraizoz, pero estaban decidiendo mal. Sin embargo, tuvieron la suerte de que el primer tanto del partido llegó gracias a un autogol. 

Messi envió un centro pasado en busca de Jordi Alba, quien definió en primera y, para su suerte, el balón se desvió en Aday (17') y terminó metiéndose en su propio arco. 

En el complemento Barcelona sentenció el partido. Pese a no mostrar su mejor versión en Montilivi los dirigidos por Ernesto Valverde aseguraron el triunfo con otro autogol, ahora de Gorka (47'), y un tanto de Luis Suárez (69'), que volvía de una lesión. 

Fuente: La República