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foto AP |
El italiano Jannik Sinner, actual número uno del mundo, se clasificó este viernes para su primera final de Wimbledon tras derrotar con autoridad a un Novak Djokovic muy mermado físicamente. El marcador final, 6-3, 6-3 y 6-4, refleja la claridad con la que el italiano dominó un partido que pudo marcar un punto de inflexión en el tenis mundial.
Djokovic, de 38 años, buscaba igualar el récord de ocho títulos en Wimbledon y sumar su 25º Grand Slam, pero su cuerpo dijo basta. Desde el inicio se notó la falta de movilidad del serbio, sin la explosividad ni la solidez táctica que lo caracterizan. La lesión en la cadera, que se hizo evidente con un tiempo médico al inicio del tercer set, condicionó por completo sus opciones de pelear.
Sinner, por su parte, mantuvo la concentración y la intensidad, castigando cada debilidad de su rival con golpes profundos y ángulos imposibles. El público, volcado con Djokovic, soñó con una reacción cuando el serbio quebró el saque del italiano en el tercer set, pero la ilusión duró poco: Sinner retomó el control con calma y cerró el partido en 2 horas y 12 minutos.
Con este triunfo, Sinner disputará su segunda final de Grand Slam de la temporada, tras haber conquistado Roland Garros frente al mismo rival que lo espera ahora: Carlos Alcaraz, bicampeón defensor de Wimbledon. Será, sin duda, un nuevo capítulo de una rivalidad que promete marcar la próxima era del tenis.
“Es triste ver a Novak así, pero estoy orgulloso de haber hecho mi trabajo. Jugar una final aquí es un sueño, y contra Alcaraz será muy especial”, declaró Sinner, quien suma ya tres títulos de Grand Slam y buscará levantar por primera vez el trofeo en la Catedral del tenis.
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